Comisiones Obreras (CCOO) decidió este viernes que, de momento, no convocará una huelga general, sino que preparará una "movilización general en la calle y las empresas" contra el plan de ajuste del Gobierno. Tampoco UGT tiene una decisión tomada, aunque ayer estudiaban esa posibilidad.
Fuentes de CCOO explicaron que estas movilizaciones consistirán en paros y asambleas, y con ellas el sindicato espera "pulsar" el sentir de los trabajadores antes de decidir si finalmente convoca la huelga general.
Así lo decidieron este viernes los secretarios generales de las organizaciones territoriales y sectoriales del sindicato, que trasladarán esta posición a las reuniones de los órganos directivos de la organización, la ejecutiva y el Consejo Confederal, que se celebrarán la próxima semana.
También tratarán esta decisión con UGT para tratar de acordar un calendario conjunto de movilizaciones.
Asimismo, la reunión de los secretarios generales del sindicato, encabezada por el líder de la organización, Ignacio Fernández Toxo, ha reiterado su "firme oposición" a las medidas anunciadas por el Gobierno dentro de un "duro plan de ajuste".
En su opinión, estas decisiones "frenan la recuperación económica y quiebran la legitimidad del diálogo social".
Por su parte, la Comisión Ejecutiva Confederal de UGT se reunió este viernes de manera extraordinaria para analizar la situación tras las medidas anunciadas por el presidente del Gobierno.
De esta reunión no salió una convocatoria de huelga general, aunque la Comisión decidió reunir "de manera urgente" el próximo lunes, 17 de mayo, al Consejo Confederal del sindicato, como primer paso en el debate para decidir la respuesta al plan de recorte del Ejecutivo.
En cualquier caso, el sindicato deja claro que las medidas que se adopten se tomarán de forma conjunta con CCOO y deberán ser ratificadas por el Comité Confederal, el máximo órgano de decisión entre congresos, que se celebrará los días 26 y 27 de mayo en Madrid.
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