El régimen pretende convertir la crisis en otro 23-F para el rey


En momentos en los que la Casa Real y el rey Juan Carlos en particular viven una crisis creciente de popularidad, los poderes fácticos, con el gobierno socialdemócrata de Zapatero a la cabeza, intentan reforzar la figura del monarca para que encabece una supuesta unidad de partidos, sindicatos y patrones contra la crisis económica.

El rey Juan Carlos levantó una importante polémica al conocerse que en los últimos días está manteniendo encuentros discretos con distintos sectores económicos.

En momentos en los que la Casa Real y el rey Juan Carlos en particular viven una crisis creciente de popularidad, los poderes fácticos, con el gobierno socialdemócrata de Zapatero a la cabeza, intentan reforzar la figura del monarca para que encabece una supuesta unidad de partidos, sindicatos y patrones contra la crisis económica.

Si el 23-F convirtió casi a un país entero al "juancarlismo", parece ser que la crisis actual podría ser el nuevo golpe con el que se pretendiese legitimar a una institución obsoleta y no democrática en el siglo XXI.

Las reuniones en el Palacio de la Zarzuela se producen en el mismo contexto en el que el Borbón pide a los partidos políticos un gran pacto para salir de la crisis.

En la entrega de los Premios Nacionales de Investigación, el pasado jueves, por segunda vez desde el mensaje de Navidad, el Borbón señaló que es “hora de grandes esfuerzos y grandes acuerdos para recuperar un crecimiento económico fuerte y duradero, y para superar juntos, cuanto antes y con la debida determinación, las graves consecuencias de la crisis”.

El viernes mismo recibió a los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, quienes explicaron al rey el contenido del reciente acuerdo salarial para tres años alcanzado con CEOE-CEPYME.

La Casa Real incluyó el encuentro con los dirigentes sindicales “en la serie de contactos habituales” que Don Juan Carlos mantiene, “con especial incidencia en los últimos meses, con representantes del mundo económico, empresarial y laboral, dadas las graves consecuencias de la crisis económica en nuestro país, especialmente en términos de destrucción de empleo”.

La víspera, el jueves, el Rey recibió a la vicepresidenta económica, Elena Salgado, que informó a Don Juan Carlos de las últimas medidas tomadas por el Gobierno, como el recorte del gasto hasta 2013, en 50.000 millones de euros, y las propuestas del Ejecutivo sobre la reforma de las pensiones y del mercado laboral.

El jueves también, el Rey recibió al presidente saliente de Caja Madrid, Miguel Blesa, que acaba de concluir su mandato, tras el nombramiento de Rodrigo Rato como nuevo máximo ejecutivo de la institución madrileña. El Gobierno subrayó que las reuniones del monarca “son parte de la normalidad democrática”.

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