Esta encuesta según las autoridades del BCN servirá entre otras cosas como elemento fundamental en el "diseño y ejecución de planes, políticas y programas de desarrollo económico y social de acuerdo a las prioridades nacionales para la reducción de la pobreza".
En ella se buscaba determinar entre otras cosas la estructura del presupuesto de los hogares de acuerdo a los distintos orígenes y montos de ingresos, los hábitos de consumo, e información relevante para la compilación del índice de precios al consumidor de los hogares urbanos a nivel nacional.
La muestra de la encuesta fue de 6 mil 981 viviendas, de las cuales se logró entrevistar a 6 mil 535, para un 93.6% de aceptación ciudadana.
Entre los hallazgos encontrados es significativo mencionar que el 20% de la población más pobre de Nicaragua percibe apenas del 5% de todo el ingreso nacional, mientras que el 20% más rico percibe el 54% del ingreso total nacional.
Con respecto al ingreso real promedio la encuesta indica que en Managua los ingresos son muy superiores a los del resto del país y que los hombres reciben por su trabajo una remuneración superior al de las mujeres, aún y cuando éstas aportan más a los gastos del hogar.
El nivel de ingreso, según la encuesta, depende del nivel de instrucción de cada jefe de familia encuestado, de tal manera que los menores ingresos se concentran en los estratos con nivel académico de preescolar, primaria y secundaria, mientras que los mayores ingresos se concentran en la población con un nivel superior de educación.
Un dato importante que destacar es que en el período estudiando la población percibe una gran mejoría en lo que significa el acceso a los servicios básicos de energía eléctrica, agua y alumbrado público.
No obstante la encuesta revela una deficiencia con respecto a la infraestructura pública, ya que en las cabeceras departamentales las calles pavimentadas no llegan siquiera al 50%, y un porcentaje similar de casas no tiene acera.
El reporte también muestra que el 64% de los hogares nicaragüenses tienen celulares, a diferencia de la telefonía fija que cubre a apenas el 32%.
En lo relacionado a las nuevas tecnologías, solamente 2% de los hogares tiene acceso a Internet, a pesar de que un poco más del 12% dijo tener una computadora.
Los hábitos de compra también fueron objeto de estudio, y según este los índices de gastos en alimentos y bebidas han disminuido, mientras que los gastos en recreación y cultura han experimentado un leve ascenso.
Con lo que respecta a los lugares donde se adquieren los productos de consumo básico, las pulperías, farmacias y otros comercios menores continúan siendo los favoritos para las familias, con cerca del 31%, los mercados con el 11%, y los supermercados con el 6%.
En general la población nicaragüense gasta más en artículos de primera necesidad como son alimentos y vestidos.
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