Rodríguez Zapatero habrá de utilizar a partir de hoy sus mejores dotes de seducción si quiere mantener las líneas generales de su contrarreforma fiscal. Deberá esquivar algunas de las demandas, pero también puede utilizar a los grupos satélites para que le hagan algún recado, planteando medidas que le eviten a él más desgaste político. Cuestión de chequera.
Izquierda Unida va a proponer a Rodríguez Zapatero que baje un 25 por ciento el IRPF a los contribuyentes individuales que no alcancen los 21.000 euros anuales; pide la congelación de la tarifa para los que ganen entre 21.000 y 60.000 y que se suba el tipo marginal de los que ganan individualmente más de 60.000 euros del 43 por ciento al 50 por ciento.
Plataforma reivindicativa
La "plataforma reivindicativa fiscal" de Izquierda Unida se completa con la petición de que se reformen las Sicav, de que se re- implante el Impuesto sobre el Patrimonio, con el que se han dejado de percibir 1.200 millones de euros y que no se suban el IVA ni en el tipo hiperrreducido ni en el reducido y sólo selectivamente en el tipo general de bienes considerados de lujo, tales como coches de gran potencia, barcos y los servicios en hoteles de 5 estrellas.
En Izquierda Unida son bastante escépticos sobre la disponibilidad del Gobierno a acceder a alguna de estas reivindicaciones por lo que su apoyo no está garantizado.
Un dirigente de esta formación manifestó a elEconomista que el hecho de que sea el presidente del Gobierno en persona quien lleve la negociación debería permitir adoptar compromisos al máximo nivel, pero los incumplimientos y la falta de fiabilidad de lo que promete ya los conocemos de sobra".
ERC por la vía práctica
El primer tour de force lo va a mantener hoy mismo Rodríguez Zapatero con el "decepcionado" Joan Ridao el portavoz de Esquerra Republicana de Cataluña, que aportaría el mayor contingente de apoyos al Gobierno, con sus tres diputados. Ridao se reconocía ayer más cerca del no que del sí en el Congreso a unos Presupuestos Generales del Estado para 2010 que contienen una reforma fiscal, en su opinión, mal planteada.
Joan Ridao ha dicho gráficamente que el presidente "se ha cepillado mucho dinero de manera inútil, hasta 12 puntos de déficit y 7 más de endeudamiento y, al final, ha tenido que acabar retirando el famoso cheque de los 400 euros de IRPF".
Esquerra Republicana, no obstante esas profundas diferencias, no se va a desgastar directamente con los impuestos, sino que, como el propio parlamentario ha reconocido, "sería irresponsable no aprovechar el vértigo con el que tiene que negociar el PSOE los Presupuestos".
ERC es crítica, como se ha dicho, con el modelo de reforma fiscal de Gobierno, que está "mal planteada y que sería algo así como poner agua en una cesta". Aunque, por el momento, no presente formalmente propuestas alternativas a la del Gobierno, no se le plantearán dudas si hay que votar para respaldar propuestas que vengan de otros partidos de izquierda. Pero insiste en la línea de la reducción de gastos.
La estrategia de ERC va por la vía de las concesiones políticas, que no le platean contradicciones con sus críticas al despilfarro del Gobierno. Ridao se presenta hoy en la Moncloa con cuestiones como la cesión de la gestión de aeropuertos, que el Gobierno ha aplazado varias veces, como la expansión de la cobertura de TV a la Comunidad Valenciana, o como inversiones específicas en Cataluña que acompañen a la cesión de los ferrocarriles de cercanías y alguna más que se reserva para las transacciones con el presidente del Gobierno. Lo que dicen los manuales de negociación.
El PNV, pendiente del blindaje
El año pasado el PNV apoyó in extremis los Presupuestos merced a concesiones políticas y de infraestructuras. El planteamiento para este año es muy similar, pero más difícil de cumplir, porque implica a toda la Cámara baja. Se trata de la proposición del Parlamento Vasco de blindar el Concierto económico.
Esta cuestión, planteada la última vez como moción tras el debate sobre el estado de la Nación fue rechazada por PP y PSOE. El PNV ahora lo plantea como condición sine qua non para apoyar los Presupuestos y confían en que la presión que sufre el Gobierno sea ahora determinante de un cambio de actitud, que tendría el efecto de enfrentar a PP y PSOE en Vitoria.
Respecto o a las minorías regionalistas del Grupo Mixto, la única negativa que se va a mantener es la de UPyD, aunque cabe dudar de lo que decida finalmente UPN en caso de extrema necesidad para el Gobierno. Los demás grupos seguirán la misma táctica de ERC, predicar la subida de impuestos, pero arrancar primordialmente acuerdos que afecten a sus respectivos territorios. Por ahí no habrá sorpresas.
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