Quien responde a los intereses del capital puede calificar de acuerdo a su sumisión, cualquier acción en contra del pueblo. CNN usa este eufemismo – transición forzada - para justificar el golpe de estado que sacó del poder al presidente José Manuel Zelaya Rosales y que rompió el hilo constitucional en Honduras. La salida de Zelaya marca un hito en la historia democrática del continente pues se perfila como un franco retroceso para los colectivos de América y el mundo. De nuevo aparecen los gorilas para cercenar la lucha de un pueblo. Actuar contra la Constitución, contra los preceptos de soberanía significa desconocer la voluntad de un país. El zarpazo contra la institucionalidad hondureña permitió el regreso de los sátrapas a un territorio en el que se suponía liberado de dictaduras.
Lamentablemente, la complicidad de los poderes públicos junto la intervención de factores mediáticos guiaron a los militares por el camino de la sedición. La situación que vive en estos momentos el hermano pueblo de Honduras deja clara la presencia del fantasma de la dictadura campeando por América. Produce tristeza la actitud de quienes se suponen representantes del pueblo actuando a espaldas de la democracia, negociando prebendas con los militares traidores para obtener dádivas de poder. No dudamos que el golpe militar busca imponer un sistema de represión cuyo fin es dominar todos los estamentos de la sociedad hondureña.
No basta con condenar el atentado de los gorilas a la constitucionalidad; no basta con pronunciarse en contra de la ruptura del orden legal, se hace necesario tomar acciones contundentes que repongan al presidente Zelaya de nuevo en el poder. Los fascistas deben ser enjuiciados pues han vulnerado el derecho de los ciudadanos a elegir, a expresarse, a disentir, a manifestar, a actuar bajo el marco de su Constitución.
En Honduras no se produjo una transición forzada, se dio un golpe de estado. No existe excusa que justifique las acciones del Congreso, de los tribunales de justicia, del poder electoral, de los medios de comunicación afectos a los filofascistas. No puede reconocerse a un seudo presidente, a un títere que le hace el juego a los capitalistas. Podrán disponer de las armas para asesinar al pueblo. Intentarán imponer un dictadura sangrienta, perseguirán, torturarán y desaparecerán a muchos camaradas; pero jamás doblegarán la voluntad de una nación que quiere vivir en libertad. El pueblo de Morazán no será vencido por las ambiciones de poder de unos bastardos ligados a la extrema derecha del capitalismo.
Viva Honduras,
Viva el presidente José Manuel Zelaya Rosales.
caminosaltair@hotmail.com
Lamentablemente, la complicidad de los poderes públicos junto la intervención de factores mediáticos guiaron a los militares por el camino de la sedición. La situación que vive en estos momentos el hermano pueblo de Honduras deja clara la presencia del fantasma de la dictadura campeando por América. Produce tristeza la actitud de quienes se suponen representantes del pueblo actuando a espaldas de la democracia, negociando prebendas con los militares traidores para obtener dádivas de poder. No dudamos que el golpe militar busca imponer un sistema de represión cuyo fin es dominar todos los estamentos de la sociedad hondureña.
No basta con condenar el atentado de los gorilas a la constitucionalidad; no basta con pronunciarse en contra de la ruptura del orden legal, se hace necesario tomar acciones contundentes que repongan al presidente Zelaya de nuevo en el poder. Los fascistas deben ser enjuiciados pues han vulnerado el derecho de los ciudadanos a elegir, a expresarse, a disentir, a manifestar, a actuar bajo el marco de su Constitución.
En Honduras no se produjo una transición forzada, se dio un golpe de estado. No existe excusa que justifique las acciones del Congreso, de los tribunales de justicia, del poder electoral, de los medios de comunicación afectos a los filofascistas. No puede reconocerse a un seudo presidente, a un títere que le hace el juego a los capitalistas. Podrán disponer de las armas para asesinar al pueblo. Intentarán imponer un dictadura sangrienta, perseguirán, torturarán y desaparecerán a muchos camaradas; pero jamás doblegarán la voluntad de una nación que quiere vivir en libertad. El pueblo de Morazán no será vencido por las ambiciones de poder de unos bastardos ligados a la extrema derecha del capitalismo.
Viva Honduras,
Viva el presidente José Manuel Zelaya Rosales.
caminosaltair@hotmail.com
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