David Segarra y Vicent Chanzá son dos documentalistas que formaron la productora Guarataro Films en 2005. Entre sus trabajos destaca el documental “Un Golpe y una Carta” sobre el soldado que sacó a la luz la carta escrita por el Presidente Chávez durante el golpe de Estado de 2002. En esta entrevista nos cuentan acerca de su interés en el proceso de cambios que se vive en Venezuela, sobre sus orígenes, su vida en Caracas y sus próximos proyectos.
Comiencen explicándonos ¿qué hacen unos españoles en un barrio de Caracas, haciendo documentales sobre Venezuela y la Revolución?David Segarra: Bueno nosotros venimos de Valencia España, que es un lugar que fue un país independiente durante muchos años junto con Cataluña, y que España nos prohibió nuestra cultura, nuestra lengua y nuestra autonomía durante tres siglos, entonces ya sólo por ese punto nos sentimos identificados, con Venezuela y América Latina porque tenemos enemigos comunes, por haber sido invadidos por los mismos, los españoles. Todo lo que sea una lucha de recuperación de autonomía, de independencia, de búsqueda de raíces, eso nos hermana. Ese es un primer punto que nos hacía interesarnos por Venezuela y sentirnos identificados con el proceso venezolano y latinoamericano, principalmente nosotros lo vemos como un proceso de segunda independencia, la primera, la formal, se da en el momento de la creación de la República, con Bolívar, Miranda, en el siglo XIX, y ahora se trata de una independencia no sólo política sino más profunda, en el sentido de integración latinoamericana de liberación nacional y de justicia social.
Vicent Chanzá: Y otro punto que sería la raíz, es la deriva que está tomando la sociedad actual europea, olvidando sus miles de años de cultura y derivando en un sistema muy parecido a la sociedad norteamericana, que es muy decadente, que va contra todo lo humano, contra las relaciones humanas. Somos personas de un país latino, mediterráneo, y ya no lo parecemos, cada vez nos comportamos más como europeos, y los europeos cada vez son menos europeos, y todo el sistema de relaciones humanas, y eso era algo que nos fastidiaba mucho, veíamos que era muy difícil trabajar allí por lo político, que la desmotivación de la izquierda es absoluta, están acomodados, desmotivados, llegando a unos niveles de cinismo que ya no se puede hacer nada. Hay muchos latinos que se van a vivir a Europa, a nuestra ciudad y hacen unas relaciones personales con los demás, y en mi caso particular por haber tenido unas vinculaciones con Latinoamérica desde siempre por lo literario, hay una relación muy sentimental con Latinoamérica, y de repente se da el fenómeno Chávez en Venezuela y nos interesa muchísimo, lo seguimos durante años, tanto que llega un momento en que decidimos venir aquí a verlo con nuestros propios ojos, y llega un momento en que estamos aquí, hacemos documentales, nos gusta estar aquí, nos gusta la gente, nos gusta todo y decidimos quedarnos. Tenemos poco más de dos años aquí.
-¿Y por qué Venezuela y no otros países como Cuba o Bolivia, por ejemplo?
DS: Nosotros antes de venir aquí trabajamos en un periódico alternativo independiente de Valencia, escrito en catalán, y hacíamos más o menos lo mismo que hacemos ahora, pero era prensa escrita y luego Internet, con algunas cosas en video en radio y en audiovisuales, y este periódico nació a principios del 99 y coincidió mucho con lo que fue la victoria del Polo Patriótico y de Chávez en el 98. Me acuerdo que en ese momento no había nadie en Europa que estuviera siguiendo lo que pasaba en Venezuela, en aquella época los medios de izquierda del tipo que fuera, nacionalista, anarquista, marxista, de cualquier rama de izquierda, estaba en contra de Chávez, todos, desde los moderados hasta los radicales, porque decían que era populista y eso era por eurocentrismo total, racismo puro y duro, porque la izquierda europea es europea antes que izquierda, es más norteamericana y más europea que izquierda, y entonces había un desprecio total hacia Venezuela y Chávez. Para Europa Chávez no era el Allende, el Fidel Castro que esperaban, no era el hombre blanco de clase media, intelectual, culto, que ellos esperaban, no era como ellos, era de estrato popular, de una raza mezclada, de una cultura, un lenguaje, y sobretodo una cosmogonía y una manera de ver el mundo, que no conectaba con la europea, y ese fue uno de los problemas, nosotros el primer número que sacamos del periódico, ya hablaba de Venezuela, apostamos, no sé si de una manera instintiva o de corazón mas que de la mente, porque no teníamos realmente mucha información, no había ningún tipo de información sobre Chávez, teníamos la corazonadas desde el 98, que esto podía funcionar, no había en ese momento ningún medio que llevara el mensaje de Venezuela a Europa y al resto del mundo, había que leer entre líneas. Sobre las dictaduras, hay que leer entre líneas las noticias, leer (diarios como) El País o (ver) la Televisión Española entre líneas, descifrar la manipulación, y nos fuimos interesando hasta que llegamos aquí, conectamos con gente, venezolanos y españoles, y poco a poco la relación se fue haciendo más fuerte hasta que llegamos en 2003 por primera vez y eso coincidió con una marcha que se hizo en Colombia, que se llamó “La Campaña Admirable”, así que la primera vez que estuve en Venezuela fue a través de Colombia, a través de una marcha de 500 personas ecuatorianas, colombianas y venezolanas, que rememoraban la campaña admirable de Bolívar, que partió de Cartagena de Indias hasta Caracas. Ahí clarísimamente pude comparar la diferencia entre la democracia y la ausencia de democracia, en la ausencia de democracia donde yo vi cadáveres en las calles, el ejército amenazándonos en Colombia, donde yo vi a los colombianos sentirse libres, poder expresarse sin miedo a través de Venezuela, ahí vi clarísimamente los dos modelos de América Latina: el colombiano y el venezolano, el de la muerte y el de la vida, el de la guerra y el de la paz, con todas sus imperfecciones, y cómo a partir de ese proceso venezolano, pasaba lo que temían tanto los norteamericanos en Vietnam, el efecto dominó: después de Venezuela venia Bolivia, venia Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Nicaragua, Panamá, es decir, se extendía por todos lados. Y esa es la historia…
-¿Y por qué llegan específicamente a un barrio de Caracas?, ¿Cómo es para ustedes vivir en un barrio caraqueño?
VC: Para desmitificar un poco el hecho, no es algo que nosotros elegimos. Llegamos e hicimos varios contactos y conseguimos a alguien que vivía en La Pastora y que fue quien nos brindó una habitación para poder quedarnos, y nosotros íbamos y veníamos, y fuimos haciendo otros contactos, y nos mudamos a otro barrio y nos parecía que la gente del barrio es muy cálida, y para nosotros era muy orgánico para el sitio de donde veníamos, y cuando íbamos al este de Caracas veíamos el mismo sitio de donde veníamos, que era una ciudad muy similar a la nuestra, que era de la que prácticamente veníamos huyendo; en realidad no huimos, buscamos otra cosa y en el este veíamos la misma frialdad, la misma ciudad de plástico.
-¿Y cómo se manejan con el tema de la inseguridad?
DS: Yo creo que la inseguridad es como una lotería, es difícil manejarse con la inseguridad, porque las medidas de protección son difíciles, en todo el tiempo que hemos estado allí nunca nos ha sucedido nada, no hemos tenido ningún problema, tal vez sea por casualidad, tal vez sea por suerte, tal vez sea porque alguien o algo nos protege, pero no se puede evitar en la noche y a veces a plena luz del día, escuchar tiroteos como en una zona de guerra, eso sí es algo sorprendente para alguien que no ha vivido en un barrio, a lo que desgraciadamente y tristemente acabas acostumbrándote, que por las noche se oigan tiroteos como en Irak, eso es una situación fuerte, pero después de estar tiempo allí, ves que no te afecta y empiezas a preguntarle a la gente que vive allí, ¿qué pasa? tanto tiroteo pero ¿dónde están los muertos? Parece que hay una guerra en marcha pero no hay muertos, y luego empiezas a ver las estadísticas, los testimonios de la gente y el problema está en que toda esa vivencia, en una inmensa mayoría, es la gente pobre contra gente pobre, gente joven contra gente joven, el barrio, la vivencia de hombre contra hombre, es como una guerra interna.
VC: Claro, el barrio es puro chisme, es un deporte, se divierten y se entretienen con el chisme, y cuado hay un muerto, eso empieza a correr como la pólvora, entonces tu te das cuentas de que la gente aunque vive esa brutalidad diaria, en el caso nuestro personal, como uno no pertenece a ninguna familia de ningún malandro, uno no está vinculado con drogas, entonces los malandros no nos paran bola, porque para ellos no somos nada interesante, y deberíamos serlo por el hecho de ser europeos, pero ellos ven que uno vive allí al lado de ellos y dejan de vernos como una presa.
DS: A nosotros nos ven con celulares de 100 bolívares, y a ellos les interesa es que se compra un BlackBerry, entonces no les servimos de nada, nosotros no ostentamos nada y tampoco hacemos nada que a ellos les moleste, ellos nos ven que vamos y venimos y no les importa, para ellos más bien es meterse en un lío hacernos algo que ignorarnos. Pero al mismo tiempo hay un riesgo tremendo para cualquier habitante de un barrio por los tiroteos, con las balas perdidas, sí, hay un riesgo permanente, es cierto, que esperamos que la sociedad con su propia organización y su propio desarrollo vaya suavizando y vaya erradicando, pero yo creo que es mucho más riesgo vivir en una sociedad sin sentido, en donde se supone que no pasa nada, donde se supone que todo es seguro pero nada es posible, que en una sociedad donde nada es seguro todavía pero todo sí es posible. Allá en Europa sí hay seguridad pero no hay vida, aquí no hay seguridad todavía pero hay vida, hay esperanza, hay ilusiones, en otros lugares del mundo en Estados Unidos y Europa te aseguro que no hay esperanza, no hay ilusión, ni hay sueños, no hay vida, no existe nada de eso, el único concepto que existe es el consumo, esa es gran parte de la mentalidad de la clase media, que a pesar de ser clase trabajadora son “wannabe”, son gente que trata de identificarse con los ricos con los que no tienen nada que ver, ese es también otro problema que hemos visto, que la clase media se siente identificada con la clase alta, y la clase media es clase trabajadora, son profesionales que trabajan y como ellos dicen, que se lo han ganado que han trabajado perfecto, que usen esos privilegios para mejorar su propio país, que piensen en todos. Esa es una reflexión que yo hago, ¿No quisieran que la gente de los barrios pudiera ir también a la UCV?, ¿Que tuviera la oportunidad de estudiar, de viajar, de ser profesionales? Bueno, ese es el país que todos quieren, que se está tratando de construir.
-Hablemos de los documentales que realizan. ¿Cómo llegan a escoger estos temas específicos?
DS: Es lo mismo que hacíamos allá, es lo que nos decía Galeano en sus libros, en Las Venas Abiertas de América Latina, pero sobretodo en Memorias del Fuego nos enseña a investigar las otras historias, las historias que no fueron contadas, siempre nos cuentan la historia del poder, de los poderosos y eso es algo que también aprendimos en Valencia, a nosotros nos enseñaron que nuestro país nunca existió, que nuestra lengua nunca existió, que nunca existimos, y uno se da cuenta y aprende que su país sí existe.
-¿Cómo llegaron a la historia del soldado que protagoniza el documental ‘Un golpe y una Carta’?
DS: La historia de la carta, nosotros no sabíamos los detalles, habíamos visto algún artículo en prensa, nos habían dicho que era alguien anónimo, había algunos detalles de la historia, pero no se había contado en su totalidad o no se había contado a nivel masivo, y da la casualidad el documental Carimba fue escogido para el Festival de La Habana y ya nos habían hablado de que estaba en Cuba el soldado de la carta. Él estaba allá porque tuvo que exiliarse después de eso, porque lo han amenazado, esa es una parte de la historia que no se conoce, hubo mas que amenazas, hubo intentos de agresiones físicas, aunque viene periódicamente a ver a su familia. A raíz de eso lo contactamos y el documental se hizo en un mes, fue muy rápido. Tuvimos una buena relación, enseguida conectamos con él y nos llevó a sus orígenes, que eso era lo importante, buscar las historias de la gente de abajo, y resulta que un humilde soldado, del interior, del llano, de una familia campesina, fue la persona que pudo sacar esa carta. Nosotros hicimos todo ese recorrido, fuimos a los llanos, a Maracay, aquí en Caracas, a la Brigada de Paracaidistas en Turiamo, allí nos explica los detalles de la historia, de por qué el se lanzó a salvar al presidente que estaba preso, que escribió una carta para su familia, para los medios, para el mundo, diciendo que no había renunciado, y que él se la mostraba al mundo.
VC: Yo hace tiempo ya había pensado sobre el tema de la carta, porque no se sabía mucho. Una anécdota del rodaje es que él no se sentía seguro cuando estaba aquí, porque dentro del mundo militar todavía queda gente que no lo ven a él con buenos ojos, gente que no le genera confianza, entonces andaba con guardaespaldas durante la filmación. Pero accedió a hacer este documental y mostrar su cara porque a él le parecía importante contar su historia, era su aventura y nadie le había prestado atención. Todo el mundo habla de la carta pero nadie dice quién y cómo saca la carta, estando él solo rodeado de tres mil golpistas, él nunca se preguntó por qué hacía eso, él simplemente lo hizo, y sintió que unas personas querían reconocer su tarea y el gesto que tuvo.
DS: De hecho, el recibió el Premio Nacional de Periodismo en 2004 por haber enviado esa carta. Y es eso, es que el 12 de abril la gente de los barrios reacciona, los medios comunitarios y alternativos reaccionan de forma horizontal, los movimientos sociales reaccionan como una red, entonces él como individuo, él solo reacciona, no de una forma comunitaria, porque se habla mucho de eso, de cómo salen las masas el 13 de abril a preguntar dónde esta Chávez, todo eso es conocido, pero él está en otro mundo, él está rodeado de otra gente, está en el centro golpista y él decide, bajo su propio riesgo, actuar solo, para conectarse con toda esa gente. Es el factor individual dentro de lo colectivo, él hubiera podido no actuar, quedarse callado, no moverse, que es casi lo lógico, porque lógico no es que la gente salga a las calles después de que ha habido un golpe de estado, eso no es lo que ha pasado en ninguno de los golpes de estado de la historia de la humanidad, no es lógico actuar como él actuó, arriesgándose al limite, porque si lo descubren lo hubiesen matado, así de simple, él dice: “yo lo hice y ya está”, él no hizo un análisis muy profundo de su situación, sintió que tenía que hacerlo porque su formación fue estricta de parte de sus padres, porque le inculcaron valores, a pesar de que él se fue de su casa porque no soportaba la presión de un papá muy estricto, pero que le inculcó la honradez, de hecho él estaba en Turiamo en ese momento del golpe, porque sus superiores lo habían mandado allí de castigo por denunciar el robo de unas medicinas, y claro él era una lacra porque alguien honrado en esas estructuras, lo pongas donde lo pongas va fastidiar. Y fíjate que él, Juan Bautista, es igual que Chávez, es lo mismo, es la misma historia, de familia humilde, del llano, del campo, que termina en Caracas, que fue militar pero que tiene un espíritu de dignidad que le viene de las entrañas, no es algo que él haya leído, él cree en la justicia pero no de una manera cerebral, por eso él no se planteó lo que tenia que hacer, no había otra opción, el tenia que hacerlo aunque lo fueran a torturar o asesinar. ¿Que iba a hacer? ¿Quedarse como un cobarde y esconderse?, Así se levantaron millones en los barrios sin pensar.
-Hablemos ahora de ‘Carimba’, ¿Cuál es la historia de este documental?
DS: Carimba es la historia de una joven negra que quiere ser protagonista de una telenovela y no puede simplemente porque no existen en Venezuela telenovelas con protagonistas negras. Eso es un problema porque en Venezuela hay negros, mestizos y blancos y sólo los blancos tienen derecho a ser protagonistas de telenovelas, de comerciales o películas, eso es una injusticia. En otros países eso es delito, hay leyes que condenan y penalizan el racismo. En Venezuela todavía no hay leyes contra el racismo a pesar de lo que dice la Constitución que es la ley de leyes, que no debe haber discriminación de ningún tipo, pero no hay una ley que lo penalice, no está en el Código Penal. En Venezuela se puede prohibir a la gente negra entrar en un local nocturno, o sea, se está excluyendo al 90% de la población del país, eso es una injusticia. El caso es que Carimba es la historia de esta chica que viene de La Vega, del barrio donde también hay tiroteos todas las noches, es decir, tampoco tiene una vida muy fácil. Ávila TV le dio la oportunidad de protagonizar una pequeña serie de televisión que se llamaba “Atrapada” y ella quiere seguir progresando en su campo, ella quiere ser actriz, quiere trabajar en televisión, en cine, pero no se lo permiten, porque las estructuras de poder del audiovisual en Venezuela se lo prohíben tajantemente, hasta el punto que no hay que argumentar nada, sólo hay que prender la televisión. Si queremos ver datos, te los doy: hay un señor, un japonés de la Universidad de Tokio, el profesor Jun Isibashi, que hace unos años contactó a la red de organizaciones afrovenezolanas de aquí y a la UCV, e hizo un estudio sobre la presencia y el rol de los negros en los medios de comunicación. ¡Un japonés! Porque evidentemente los intelectuales venezolanos, la mayoría, se han negado, no creen que ese sea un problema, no les interesa lo que les suceda a las mayorías, entonces viene un japonés y “descubre” que el 90% de los actores de TV son blancos, porque es el primero y único estudio que se hace al respecto, y ha tenido que hacerlo un japonés. Si el 90% de los actores son blancos, ¿Qué hace el otro 10 % que son negros?, Ah esos son los que hacen los papeles de malandros, la cachifa, la sirvienta, en el mejor de los casos el músico, el deportista, el bufón, la risa, lo bajo, y eso también se da en la publicidad. ¿Alguien ha visto un comercial de un champú que sea hecho por un negro y no un blanco? Claro que desde hace unos años en la TV publica ya se está viendo que eso está cambiando, eso se ve en Vive TV, en Tves, en Ávila TV, en Telesur, allí se está viendo la realidad venezolana, que es diversa, que hay todo tipo de gente.
-¿Y por qué no contar una historia de racismo más fuerte? Si en otros países existen verdaderos crímenes raciales, ¿por qué sólo contar la historia de una chica que no puede protagonizar una telenovela por ser negra?
VC: Porque esa es una característica muy peculiar de Venezuela, podríamos decir única, del racismo venezolano, que es muy interesante, que en ningún otro país se da ese tipo de racismo. En España le caen a golpes a los negros la propia policía, ni hablar de los “skinheads” y neonazis, los policías son súper racistas, ven un negro y lo paran, lo maltratan, lo pueden agredir. En Estados Unidos para qué hablar! Ese es uno de los principales problemas de ese país, matan a los negros, hay gente a la que le dan cadena perpetua solo por ser negro y tener una radio. Aquí es diferente, aquí es más sutil, y no diría que es mejor. Aquí los negros de los barrios le dicen a sus hijos negros, que busquen color, que mejoren la raza, con eso se refieren a ‘mézclate con un blanco, a ver si tus hijos son menos negros que tú’, a mi eso me parece que es más triste que una paliza que te pegue un policía por ser negro, de hecho esas palizas lo que provocan es una reacción de los negros en la que se refugian en su negritud, a veces de manera negativa, a veces de manera positiva. Con Malcoml X pasó, de pedir una sociedad paralela negra … Aquí consigues que la gente te diga que no hay racismo, cuando a los negros no los dejan entrar en una discoteca. Eso es un delito hasta en Europa, en España que es un país súper racista, los policías le pegan a los negros en la calle pero el propio gobierno cierra un local si no dejan entrar a negros, ese negro se va y pone la denuncia y pueden meter preso al dueño del local. Aquí existen unas leyes que no están escritas, y eso es dramático. Para alguien que quiere ser actriz, que no se le permita aunque siente que tiene el talento, y que no le dejan porque es demasiado bajita o demasiado alta o tiene la orejas muy grandes, eso es una injusticia muy grande, y aquí no se trata de defectos físicos, sencillamente es que hay una estética predominante, que es la que se impone, entre las cuales se incluye en el hecho de ser blanco, y a los negros no se les permite protagonizar telenovelas, ni hacer telediarios, etc.
DS: Y además no es solo eso, no es solo la cuestión de los medios, es que empiezas a hablar con la gente y te das cuenta que eso es en todo, es que un negro presenta un currículo con las mejores notas y un blanco presenta un currículo con peores notas, y le dan el trabajo al blanco, eso lo saben los negros perfectamente y lo saben los blancos perfectamente, porque en el mismo estudio del japonés, él entrevistaba a los directivos de las empresas y el director de un banco le decía que quería que el cajero fuera blanco, porque daba mejor imagen aunque tuviera peores estudios que el negro; es que en la armada a los negros no los dejan ser oficiales, aunque tuviera las mejores notas; eso es toda la sociedad, entonces el problema no es esta chica que quiere ser actriz, es que cualquier persona venezolana que sea de un color oscuro, que tenga un origen no europeo, se le corta el paso a cualquier ámbito de poder, sea político, sea mediático, sea empresarial, sea hasta religioso. ¿Cuántos empresarios, políticos, militares, cuántos curas y obispos hay negros?...
VC: ¿Y cuantos negros hay en la sociedad venezolana real, en las calles?, El porcentaje es aberrante, la cantidad de negros que hay en la calle, y la mezclas de colores. Es que todo es relativo, tu misma serias negra en España pero blanca en África! Te voy a contar algo, nosotros a María, la protagonista de Carimba, la grabamos un día en un estudio de grabación, queríamos su voz en off, que nos contara sus cosas, incluso apagamos la luz para que no nos viera a través del espejo, para que tuviera la máxima intimidad posible, para que pudiera confesarse, sentir que hablaba con una amiga por ejemplo, y ella misma dijo que sintió que se conocía a sí misma, que sólo con nosotros había hablado de esto, que era la primera vez que ella hablaba claro de sus problemas, con un nivel de honestidad tan grande; ella es una chica que tiene tan poca maldad, y no tenía el más mínimo rubor de contarnos, y decía: ‘ahora que lo dices, yo nunca he tenido novios negros’, de hecho con su madre tuvo esa discusión delante de nosotros, esta en el documental, nos dijo: ‘es la primera vez que hablo con alguien de este tema’, y cuando la metimos en el estudio de grabación, empezamos a hacerle preguntas, nos contó todo tipo de anécdotas y empezó a llorar contándonos una anécdota de su padre, que es mas negro que ella, que estaba ella un día en su casa con unas amiguitas y ella le dice a una de las niñas un insulto que se usa mucho aquí que es “forro de urna”, y la mamá que estaba escuchando, le llamó la atención y le dijo que no dijera eso porque a su papa le decían así y no le gusta nada, porque a él le había dolido mucho que le dijeran así y se lo había contado de una manera muy íntima a su mamá, y entonces la chica contándonos eso se puso a llorar. Es decir, esas son cosas muy sutiles que se van metiendo, que se van a cumulando…
DS: Y esto no es un problema de clase, es un problema racial. El otro día salió en un periódico que no es precisamente chavista, El Universal, una carta sobre tres ejecutivos de clase alta, norteamericanos millonarios, que habían ido a una discoteca en el Centro San Ignacio y no los dejaron entrar por negros, y la ejecutiva venezolana de clase alta que los acompañaba sintió tanta vergüenza que escribió esta carta en El Universal, y nosotros mientras rodábamos el documental nos dábamos cuenta que como sacábamos el tema, y hacíamos que la gente hablara, el 90% de los negros decían: ‘sí, a mi me ha pasado eso’, y la mayoría de blancos que no es racista decían: ‘a mi no me ha pasado, pero a mi pareja, que es negra, sí le ha pasado’, entonces el problema del racismo nos intereso porque no solo afecta a los negros, afecta a toda Venezuela porque todo el país está mezclado, y por muy blanquito que seas, tu novio es negro, tu prima es negra, entonces es un problema que afecta a toda la colectividad, porque si va un grupo de blancos con un amigo negro a una discoteca y al negro no lo dejan entrar y a los otros blancos sí, entonces el que es negro ya no va a salir más porque no quiere molestar a sus amigos blancos, porque encima del racismo consiguen meterle a los discriminados el complejo de que ellos son los culpables, o sea, me están discriminando y aún me tengo que sentir avergonzado, porque causo problemas, eso es intolerable, demasiado escandaloso.
VC: Un negro en el Bronx le pasa eso y empieza a gritar ‘¡hijo de puta!’ y arma un escándalo; un ecuatoriano en España le pasa eso y puede denunciar al dueño del local, puede ir a la prensa, a la televisión y armar un escándalo, hacer una manifestación, a pesar de que esa es una sociedad muy racista, las leyes existen y se cumplen a veces, pero es el pueblo el que tiene que luchar por eso, en la lucha contra el racismo no van a ser los porteros de los locales nocturnos ni los empresarios de los medios los que luchen, es la gente como Maria la que tiene que luchar para que esto se acabe.
-Coméntennos sobre el documental ‘El Enjambre’, que tiene una temática más profunda y compleja.
DS: Venezuela es un laboratorio, es vanguardia de la resistencia de los pueblos de América Latina frente a Estados Unidos, es un laboratorio de pruebas de nuevas técnicas políticas y sociales para desestabilizar al gobierno, igual que lo fue el Chile de Allende, pero aquí se están aplicando nuevas técnicas muy modernas, para tratar de desestabilizar un gobierno, ¿Cómo? Nos dimos cuenta que la técnica frontal del golpe de estado que es a cara descubierta, que fue lo que pasó en 2002 hasta el paro petrolero, eso a partir del 2005 empieza a cambiar. Detectamos que se estaban utilizando las técnicas de lucha no violenta de Gene Sharp que también coincidían con la nueva doctrina militar de Arquilla y Ronfeldt de la RAND Corporation, la llamada “Battle Swarm” o Batalla en Enjambre. Tanto Estados Unidos como la oposición empiezan a darse cuenta de que el pueblo venezolano tiene una capacidad de resistencia contra los golpes frontales, porque el pueblo y el gobierno, sobretodo el pueblo, tienen una resistencia y una capacidad de autodefensa muy fuerte, entonces se dan cuenta que tienen que cambiar la estrategia, que tienen que hacer una lucha indirecta, no frontal, sino usando la metáfora del titulo del documental, del enjambre. La guerra ya no es de tanques, sino es una lucha dispersa, y estos señores del "think tank" de la RAND Corporation estaban desarrollando una teoría respecto a esto de las intervenciones en los estados, planteando nuevas estrategias de cómo se puede usar la guerra de guerrillas para invadir, o sea, las guerrillas siempre han sido de los débiles, no pueden competir en una confrontación, y es muy curioso porque ¿qué hace la guerra de guerrillas?, cualquier cosa se convierte en una arma, entonces usando esa lógica de una manera generalizada en el contexto venezolano, tenemos unos paramilitares en la frontera con Colombia y esa violencia paramilitar ya ha llegado a los barrios caraqueños, como sabe todo el mundo; vemos el tema del desabastecimiento, vemos a la televisión con los mensajes mediáticos y nos damos cuenta que son cosas que no tienen nada que ver una con la otra, porque los estudiantes opositores no tienen que ver con el desabastecimiento, ni con lo paramilitares colombianos, pero son muchísimos los factores que están perfectamente mezclados en una estrategia, que nada es casualidad, que nada es fortuito, todo persigue el mismo objetivo, es una macroestrategia para destruir al gobierno y que lleva unos dictados totalmente planificados. Este tema se ha tratado y se sigue tratando a nivel audiovisual, Carlos Azpúrua ha estrenado hace poco un documental que se llama ‘Terrorismo Mediático’ que va del tema de la guerra de cuarta generación, pero nosotros vamos un poquito mas allá, le metemos también el factor militar y lo mostramos todo dentro de una estrategia mucho mas generalizada. Y hablamos también de la resistencia, que es lo que se dio el 13 de abril, que es la creación de redes que incluyen los medios comunitarios, los consejos comunales, la unión popular, porque el concepto es que los menos poderosos se unen en células, en la base, de manera horizontal, y esas células son indestructibles, es lo que demostró Vietnam y lo que ha demostrado Cuba y lo que demostró el pueblo venezolano el 13 de abril, hacer una red popular bien fuerte y bien masiva.
-Háblennos sobre los el resto de sus documentales.
VC: Nosotros hicimos Rebelión Radiobemba que trata también sobre las redes de medios alternativos, medios comunitarios y también los individuos, es esa relación entre individuo y colectivo, aquí se puede hablar de Radio Perola, de aporrea.org, Catia TV, pero también se puede hablar de Liliam Blazer, de Ángel Palacios, de Carlos Azpúrua, de individuos que tienen su papel y sobretodo de cientos y miles de personas anónimas que usaron su camarita y su celular, usaron su moto, su radio, su Internet, para comunicarse y crear redes que desmotaran las mentiras que estaban ocupando el espacio radioeléctrico, y romper ese cerco, es otra lección mas de las redes populares que son la fuerza mas grande que tiene un pueblo. Luego está el documental ‘Nuevas Caras’ que es como el precedente a El Enjambre, que se realizó a finales de 2007, para visualizar y analizar toda la manera de actuar de la oposición venezolana que en 2007 saca como su nueva arma a las nuevas caras, deja de lado a los viejos carcamales como Carlos Ortega, Pedro Carmona, etc., y nos pone a un Yon Goicoechea, a un Stalin González, la gente joven y esto se basa en técnicas de desestabilización que se inventaron en Europa del Este y que ahora mismo se están usando en Bolivia. Y el otro documental que es el primero que realizamos en Venezuela que es ‘Un Mundo por Ganar’, que digamos está muy pensado para explicar lo que pasa en Venezuela al resto del mundo, se hizo coincidiendo con el Festival Mundial de la Juventud, que para nosotros fue muy interesante. que 15 mil jóvenes de 140 países vinieran a Venezuela, un país que estaba siendo criminalizado, demonizado, que era puesto como el punto central del eje del mal, y nos sorprendió que viniera tanta gente de todo el mundo que quisiera ver con sus propios ojos qué estaba pasando aquí realmente, entonces nos interesó ese fenómeno, y entrevistamos a mucha de esta gente para que nos dijeran qué pensaban de Venezuela. también entrevistamos venezolanos, gente de barrio adentro, músicos, raperos, algunos intelectuales como Luís Britto García, y también le hicimos una pequeña introducción histórica de cómo ha sido el paso de la cuarta a la quinta república, todo ese proceso, explicando el Caracazo, el golpe del 92, el golpe de 2002, pensando sobretodo en un público internacional.
-¿Y cuáles son los planes para el futuro? ¿Piensan quedarse en Venezuela?
DS: Hemos estado colaborando en Tves, aprovechando que había un ciclo de cine de calidad, hicimos las promos, antes ya habíamos hecho eso en Ávila TV, y hemos realizado una promo sobre ese tema, el tema del cine. En el futuro queremos seguir haciendo documentales hablando sobre temas de Venezuela, porque no tenemos pensado regresar a España para nada, aunque tenemos algunos proyectos allá, iríamos y regresaríamos. Hay muchas historias que contar sobre Europa, que son las que no se cuentan, que tienen que ver con la caída de Europa y de Estados Unidos, la pérdida de la hegemonía occidental, que es un fenómeno inexorable, imparable, porque el crecimiento de un mundo multipolar es un hecho, nadie lo discute, y nos gustaría contar esa historia de la caída de Europa, pero no de un punto geopolítico sino de un punto de vista mas humano, porque hoy en día la gente que vive en Europa no es tanto el europeo de origen sino una gran minoría de inmigrantes latinoamericanos, africanos, pero nuestra prioridad es contar las historias que no se cuentan, las historias de abajo, las historias ocultas, que están ocultas en los medios pero que la gente habla. Si quieres saber qué es lo que vamos a hacer en el futuro, ve al metro y escucha las conversaciones, súbete a una camioneta y escucha de qué habla la gente, esos son nuestros próximos temas!
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