WASHINGTON (Reuters) - 14 de abril de 2009, Olviden la crisis económica, el conflicto nuclear norcoreano y los piratas somalíes. La noticia más candente en la Casa Blanca el martes era la esperada llegada de Bo, el nuevo perro de la familia.
Bo, un Perro de Agua Portugués de 6 meses y pelo rizado blanco y negro, provocó un frenesí en los medios estadounidenses, con cadenas de televisión, periódicos y páginas de internet siguiendo de cerca la búsqueda de los Obama por un perro.
Medios de comunicación competían por ser los primeros en revelar la identidad del "primer perro", uno de los secretos mejores guardados en Washington desde que el presidente Barack Obama reveló durante la noche de las elecciones que había prometido a sus hijas Malia, de 10 años, y Sasha, de siete, un perro tras los comicios presidenciales del 4 de noviembre.
Bo, un regalo del senador Edward Kennedy y que de pronto se convirtió en el cachorro más famoso del mundo, pareció tomar con calma su nueva fama el martes mientras los Obama se turnaban para pasearlo por el césped sur de la Casa Blanca frente a un grupo de periodistas mucho mayor de lo normal.
"Finalmente tengo un amigo. Tomó algún tiempo", bromeó Obama, refiriéndose a la famosa frase del ex presidente Harry Truman: "Si quieres un amigo en Washington, ten un perro".
Los Obama habían limitado su búsqueda a un Labradoodle o un Perro de Agua Portugués, una raza a la que le gusta el agua y que obtuvo su nombre por su larga historia ayudando a los pescadores portugueses a recolectar peces en redes, recuperar aparejos y llevar mensajes entre embarcaciones.
Los periodistas dejaron pasar la oportunidad de presionar al presidente por el estado de la economía o la decisión de Corea del Norte de expulsar a los inspectores nucleares de Naciones Unidas, interrogándolo en su lugar sobre dónde dormirá Bo y quién tendrá que pasearlo.
"Tendremos que turnarnos para pasear al perro", dijo Obama, aunque la pregunta parecía ser quién paseará a quién luego de que Bo comenzó a correr y arrastró al presidente detrás de él.
En cuanto a los arreglos para dormir, serán dentro de la Casa Blanca, pero "no en mi cama", dijo Obama.
(Reporte de Ross Colvin; Editado en español por Juana Casas)
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