Las estadísticas de inmigración irregular que tiene ante sí el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, son un reflejo casi exacto de los indicadores de la crisis que maneja la vicepresidenta económica, Elena Salgado. Desde que comenzó la destrucción de empleo, las llegadas de inmigrantes clandestinos han caído en picado: un 30,7% en 2008 y un 52,8% en el primer trimestre de este año. Los responsables de Interior admiten que la causa fundamental de ese descenso es que en España ya no hay trabajo.
Sólo en el aeropuerto de El Prat el descenso ha sido de un 72,7% entre enero y marzo
Las cifras de retornos (extranjeros rechazados cuando trataban de entrar en el país) en los aeropuertos de Barajas (Madrid) y El Prat (Barcelona), las dos vías principales de llegada de personas en situación irregular, sobre todo latinoamericanos, son espectaculares. En el primer trimestre de este año, el total de retornados cayó el 44,6% en el aeropuerto madrileño y el 72,7% en el barcelonés. En los puertos, una vía de entrada habitual de los sin papeles magrebíes, el descenso es aún mayor: un 75,1% en el de Algeciras y un 83,6% en el de Tarifa.
Las readmisiones (devoluciones de indocumentados en las fronteras con Francia y Portugal, sobre todo de europeos del Este) cayeron el 49,3% y el 19,9%, respectivamente. Los inmigrantes llegados en pateras y cayucos, en su mayoría subsaharianos, bajaron un 21,8% en Canarias y un 28,5% en el Estrecho.
Todos esos descensos aceleraron una tendencia que ya se venía produciendo en 2008. Ese año los retornos descendieron el 28,9%: un 31,9% en Barajas, un 42,7% en El Prat y un 23,3% en el puerto de Algeciras. Y las llegadas en pateras y cayucos cayeron el 26,4% en Canarias y el 23,9% en el Estrecho y Baleares.
El Ministerio del Interior admite que la crisis es el primer factor de disuasión para quienes puedan estar dispuestos a intentar entrar en España de manera irregular, pero también reivindica la labor de la policía y la Guardia Civil en el resultado estadístico. "No hemos bajado la guardia", señala un portavoz. "A pesar de que se producen menos llegadas, no hemos reducido el número de efectivos destinados al control de las fronteras. Además, hemos continuado la colaboración con las autoridades de varios países de África Occidental".
En el interior de España, las fuerzas del orden han recrudecido la lucha contra las redes de inmigración ilegal. En lo que va de año, el número de estas organizaciones desarticuladas ha aumentado el 33,3% y la cifra de detenidos, el 7,8%.
En la lucha contra la inmigración clandestina, y en particular contra quienes se hacen pasar por turistas para entrar en el país y luego se quedan en él de forma irregular, ha tenido especial incidencia la revisión de los medios económicos que las autoridades aduaneras exigen a los extranjeros que pretenden entrar en España, que no habían sido actualizados desde 1989. La orden, publicada hace menos de dos años, señala, entre otros requisitos, que deben disponer de una cantidad equivalente al 10% del salario mínimo, multiplicada por el número de días que pretendan permanecer en España y por el número de personas que viajen a su cargo.
Interior también ha complicado la tarea a quienes entraban en España provistos de cartas de invitación de particulares, una vía que muchos extranjeros utilizaban para introducir a familiares. Ahora, esos particulares deben dirigir una solicitud a la comisaría de policía de su distrito y aportar una batería de datos que incluso incluyen el título de propiedad o el contrato de arrendamiento de sus viviendas.
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