El ritmo con que España está destruyendo empleo está llamando la atención en el resto de Europa, la prensa italiana, se hacía eco de la remodelación de gobierno y titulaba (Il Foglio) “La crisis económica en España causa miedo”. “La gente que no ha perdido el trabajo mantiene las costumbres de siempre. Pero el problema de España es precisamente el gran número de ciudadanos que han perdido su trabajo. El desempleo ha sido tradicionalmente, en la historia de la España democrática, una de las mayores emergencias permanentes”.
Y es que con unas cifras ya cercanas al 16 % de paro y unas previsiones en las que los expertos prevén que superemos la barrera del 20 % a final de año, la crisis económica en España, a diferencia del resto de Europa, va camino de convertirse en un autentico desastre social. La evolución del desempleo no es similar en todos los Estados miembros de la UE, ya que la crisis está siendo capeada de diferente manera en unos países a otros y sus económicas están resistiendo en unos casos mejor que en otros. En el caso español, a despecho de toda la propaganda que nos vendieron sobre nuestra fortaleza, la realidad es que nuestra economía aguanta peor que el resto de economías de la eurozona. Es más aún, algunos se pueden jactar de haber registrado descensos en la tasa de paro. Así, en los últimos doce meses, disminuyó en siete países de la UE, permaneció estable en uno y subió en diecinueve. Las caídas más importantes se registraron en Bulgaria (de 6,2% a 5,5%), y Eslovaquia (de 10,2% a 9,8%). Mientras que las subidas más significativas se ubicaron en Lituania (de 4,4% a 13,7%), Letonia (de 6,1% a 14,4%) y España, que tiene el vergonzoso merito de encabezar el ranking de paro de Europa con una tasa del 15,5 %.
En esta tesitura también ha llamado poderosamente la atención que el estallido burbuja inmobiliaria no haya provocado un notable descenso del precio de la vivienda en España. El Financial Times recoge que el precio de la vivienda ha bajado el triple en Reino Unido (9%) que en España (3,2%), o en Noruega (-7,5%), Portugal (-6,3%) y Holanda (-5,2%), de manera que mientras el desempleo crece al doble de ritmo que en el resto de Europa, la vivienda baja de precio sólo a la mitad de ritmo. Son por tanto evidentes los graves desequilibrios que padece nuestra economía y la necesidad de reformas que no parecen llegar nunca. La prensa internacional afirma que “las críticas a Zapatero y al ministro Solbes afectan sobre todo a las iniciativas no adoptadas. Muchos piden un gran pacto de Estado, capaz de poner en marcha reformas estructurales, y una guía más firme y visible de la situación económica” (Il Foglio).
Por ello, en vez de cacarear tanto sobre políticas sociales, Zapatero debería de una vez hacer algo, porque hoy la única política social válida es aquella que corte esta sangría de pérdidas de empleos que sufrimos, que es lo que de verdad asusta, lo demás, son cuentos.
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