En una situación desesperada se debe encontrar una persona cuando no tiene alimentos para comer y le toca ir a los contenedores de basura para echarse algo a la boca, aunque esté caducado o putrefacto. Esta práctica se da cada vez más en paro por la actual crisis económica, una situación que preocupa a las autoridades ya que puede provocar problemas sanitarios.
Para evitar este tipo de conductas, que pueden dar lugar a intoxicaciones dado que muchos de los alimentos están caducados o en mal estado, la concejalía de Sanidad de Valencia ha decidido pedir ayuda a los supermercados y restaurantes.
Así, la concejala de Sanidad, Lourdes Bernal, se reunirá en los próximos días con representantes de estos locales para que donen a comedores sociales la gran cantidad de comida que desechan cada día sin que haya caducado aún.
Desde la Asociación de bares y restaurantes de Valencia han sugerido la posibilidad de proporcionar a la gente tikets de comida (que suministrarían estos mismos locales) para que, los más necesitados, puedan alimentarse sin riesgo.
Asimismo, el vicepresidente de esta asociación, Emiliano García, ha explicado que "hay muchos bares y restaurantes que a parte de donar comida, dan parte de la recaudación para otras causas como la parálisis cerebral".
No es un hecho aislado
No obstante, Valencia no es la única ciudad donde se está produciendo este fenómeno. En otras ciudades hay numerosas colas en las puertas traseras de los supermercados para intentar recoger la comida y latas que ya no pondrán a la venta.
De hecho, a principios de marzo pasado, el Gobierno canario acordó con la Asociación de Supermercados de Canarias (Asuican) repartir los alimentos sobrantes de los establecimientos entre las personas que más lo necesiten, el mismo día o el día después de que sean retirados de los expositores.
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