La Habana, 30 mar (PL) El líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, afirmó que la influencia de la República Popular China en la cumbre del Grupo de los 20 (G20) en Londres será enorme desde el punto de vista económico ante la crisis mundial.
"Eso no había ocurrido nunca antes cuando el poder de Estados Unidos reinaba totalmente en ese campo", señala Fidel Castro en su artículo intitulado "China, la futura gran potencia económica", que difunde la publicación digital Cubadebate.
Por otro lado, en nuestro hemisferio -puntualiza- es divertido ver cómo se agitan las entrañas del imperio, lleno de problemas y contradicciones insuperables con los pueblos de América Latina, a los que pretende dominar eternamente.
"Quienes lean las declaraciones del piadoso católico Joe Biden en Viña del Mar, que descarta levantar el bloqueo económico a Cuba, suspirando por una transición interna que en nuestro país sería francamente contrarrevolucionaria, se asombrarán. Sus lamentos plañideros dan lástima, especialmente cuando no existe un solo gobierno latinoamericano y caribeño que no vea en esa medida antediluviana un lastre del pasado", indica.
¿Qué ética subsiste en la política de Estados Unidos? ¿Cuánto queda de cristiano en el pensamiento político del Vicepresidente Biden?, se pregunta el líder cubano.
Prensa Latina transmite a continuación el texto íntegro
Reflexiones del Compañero Fidel:
CHINA, LA FUTURA GRAN POTENCIA ECONÓMICA
En estos días muchos cables hablan del potencial económico de China.
Ayer 28 de marzo fue la principal agencia de noticias norteamericana la que reconoce que “China es la única economía importante que sigue creciendo con fuerza en el mundo...
“En su segundo reproche al liderazgo estadounidense en una semana -continúa el cable, no muy amable al final del párrafo-, el gobernador del banco central chino, Zhou Xiaochuan, aseguró que la rápida respuesta de China a la fase de contracción económica internacional -incluyendo un paquete de estímulo equivalente a 586.000 millones de dólares- ha demostrado la superioridad de su sistema político, autoritario y unipartidista.”
La agencia AP de inmediato divulga las palabras textuales del gobernador del banco central chino:
“Los hechos son evidentes y demuestran que en comparación con otras economías importantes, el gobierno chino ha tomado medidas políticas puntuales, firmes y eficaces, demostrando la ventaja de su sistema…”, tomadas de unas declaraciones de Zhou que según afirma la agencia fueron difundidas en el sitio de internet del Banco Popular de China.
“Cuando faltan dos semanas para la cumbre del Grupo de los 20 países de economías más importantes (G20), -añade el cable- el 2 de abril en Londres, Zhou exhortó a los demás gobiernos que asistirán que otorguen a sus ministros de Finanzas y bancos centrales toda la autoridad para que puedan ‘actuar audaz y eficazmente, sin tener que pasar a través de un proceso largo o incluso doloroso de aprobación’.
“China ha dejado en claro su aspiración: quiere un dólar estadounidense estable e incluso ha defendido la creación de otra moneda mundial paralela. Beijing se opone al proteccionismo -prosigue dicha agencia- y está exigiendo que se le presten más oídos sobre cómo se regulan los sistemas financieros y cómo se rescatan, mientras se abstiene de hacer cualquier promesa de nuevos planes de rescate o estímulo en su propio suelo.
En la parte final de su cable, expresa:
“…el primer ministro chino Wen Jiabao ha instado a Washington a que la unión norteamericana siga siendo ‘una nación creíble’.
“En otras palabras, Beijing quiere que Washington evite estimular la inflación con un gasto excesivo del gobierno en paquetes de salvamento y estímulo.”
Por lo que puede apreciarse, la influencia de la República Popular China en la reunión de Londres será enorme desde el punto de vista económico ante la crisis mundial. Eso no había ocurrido nunca antes cuando el poder de Estados Unidos reinaba totalmente en ese campo.
Por otro lado, en nuestro hemisferio es divertido ver cómo se agitan las entrañas del imperio, lleno de problemas y contradicciones insuperables con los pueblos de América Latina, a los que pretende dominar eternamente.
Quienes lean las declaraciones del piadoso católico Joe Biden en Viña del Mar, que descarta levantar el bloqueo económico a Cuba, suspirando por una transición interna que en nuestro país sería francamente contrarrevolucionaria, se asombrarán. Sus lamentos plañideros dan lástima, especialmente cuando no existe un solo gobierno latinoamericano y caribeño que no vea en esa medida antediluviana un lastre del pasado. ¿Qué ética subsiste en la política de Estados Unidos? ¿Cuánto queda de cristiano en el pensamiento político del Vicepresidente Biden?
Fidel Castro Ruz
Marzo 29 de 2009
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