Tres claves de urgencia sobre la decisión de Iglesias de disputar la presidencia de Madrid



Con un vídeo de ocho minutos emitido hoy, 15 de marzo, Pablo Iglesias, todavía ministro de Derechos Sociales, ha sacudido el terreno político. El secretario general de Podemos remueve las cartas para presentarse como candidato a presidente de la Comunidad de Madrid el próximo 4 de mayo. De este modo, abandona el Gobierno de Coalición, señala a quien prefiere como su sucesora, la actual titular de Trabajo, Yolanda Díaz, que pasará a ser vicepresidenta; se mete en la disputa con el Partido Popular más bronco y se la juega a iniciar la remontada de Podemos en el lugar en el que nació, Madrid. 

1. Gobierno de coalición. La presencia de Unidas Podemos en el Consejo de Ministros ha sido un aspecto tan conflictivo que ha supuesto al menos dos repeticiones electorales. Una tensión que no se mitigó cuando Pedro Sánchez cedió finalmente en el otoño de 2019 y diseñó un equipo de Gobierno dando entrada a ministros “comunistas” elegido por las Cortes en 2020. A pesar de que los ministerios de Unidas Podemos no son estructurales y, de hecho, a pesar de que, como en el caso de Trabajo, se le restaran las competencias claves de Seguridad Social, la mera presencia de cinco ministras seleccionadas por UP ha sido un motivo de discordia y desencuentros sin final. De entre todos esos ministros, Pablo Iglesias era, sin duda, el más discutido en los medios de comunicación convencionales. Era también quien iba a tener la última decisión de abandonar el Gobierno en el caso de que el PSOE no cumpla sus acuerdos en el marco del pacto de investidura.

Con su salida a la Comunidad de Madrid, Iglesias quita un peso de encima a Sánchez y a sus propios compañeros de coalición, que estarán menos marcados por la presencia del actual vicepresidente en el Consejo de Ministros. Pero, además, marca un punto de inflexión clave en la legislatura. Los resultados en Madrid redefinirán el balance de fuerzas de la izquierda del sistema (PSOE) y de Unidas Podemos, extremadamente favorable a los primeros desde la formación de Gobierno. Así, Sánchez podrá o bien apurar la legislatura en climas aparentemente más suaves tras la salida de Iglesias, o arriesgar a una convocatoria electoral que ponga fin a la legislatura, posibilidad que se venía manejando pero que se basaba precisamente en aprovechar la debilidad de Unidas Podemos para que su concurso en un futuro Gobierno no fuera aritméticamente imprescindible, como lo es ahora.

2. Batalla contra el trumpismo. Unas horas antes del anuncio de Iglesias, la conversación en las redes sociales giraba en torno a la última boutade de la candidata del PP a las elecciones y presidenta en funciones de la CAM, Isabel Díaz Ayuso. La decisión del vicepresidente se enmarca en un clima de asalto final en la batalla electoral de las fuerzas de extrema derecha por el control de las instituciones, tras la caída definitiva de Ciudadanos de la semana pasada. Iglesias, consumidor y estudioso de las tendencias en el periodismo, los medios de comunicación social y la ficción política televisiva, ha lanzado un anuncio de difusión viral y un mensaje claro al situarse como dique de contención frente a los partidos de derecha y extrema derecha. Con el movimiento, los comicios en Madrid pasan de tener una perspectiva regional a ser el episodio clave de la defensa de los valores sociales de la izquierda frente al auge de la extrema derecha, que en Madrid simboliza Díaz Ayuso. A priori, suena como un intento de renacimiento de Unidas Podemos en Madrid, una comunidad en la que se empezó a torcer definitivamente el proyecto tras la salida de Íñigo Errejón, de la mano de Manuela Carmena, en enero de 2019. Iglesias buscará aglutinar el voto de la indignación contra el estado actual de cosas en una comunidad marcada por sus altos niveles de desigualdad y por el extremismo ideológico de su actual presidenta. Pero también quiere que señale un hito, el de la reconstrucción de UP a través de buenos resultados y de una disputa frontal del lenguaje político de la extrema derecha.

3. Recuperar el espacio de Más Madrid. Antes del anuncio de esta mañana, la cuestión a resolver por parte de la izquierda madrileña era si es posible una fusión de las organizaciones que concurrieron a las elecciones de mayo. Un debate en el que Más Madrid, liderado en este momento por Mónica García, tenía poco que ganar. Todas las encuestas aseguraban que iba a superar a Unidas Podemos y a mantenerse en un rango de escaños de entre 15 y 20 diputados, que son los que tiene ahora. Esto lo cambia todo. La presencia de Iglesias como cabeza de cartel de Unidas Podemos tiene como objetivo indisimulado volver a atraer a quienes votaron “el cambio” en 2015 y deja a Más Madrid en una situación complicada. Aceptar la propuesta de Iglesias de concurrir juntos a las elecciones o a competir con el efecto “coletas” y el esfuerzo que Unidas Podemos hará para hacer que la estrategia de Iglesias sirva para algo. 

En cualquier caso, el doble o nada de Iglesias tiene fecha de supervisión. Si el 4 de mayo el aspirante a candidato de UP no consigue los resultados esperados y que la Comunidad de Madrid cambie de signo político, el futuro de su proyecto quedará de nuevo en barrena. La cuestión fundamental del anuncio de esta mañana se centra, pues, en si Iglesias ha visto que este movimiento era el único posible para cambiar la suerte de Podemos y revitalizar de este modo un partido que se encontraba a la deriva precisamente desde la salida de Errejón en 2019.

Fuente: elsaltodiario.com

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