El "Madurismo" cede ante las presiones de Washington y convoca elecciones anticipadas.

Dice que dialogará de nuevo con el "diablo" por "el bien del país" y "pide a Dios que proteja a los venezolanos"

Una nube de incertidumbre en relación con el futuro parece haberse alojado nuevamente en el agitado cielo político venezolano. Maduro aseguró este lunes en un discurso público, que "dialogará con el diablo por el bien del país". Pidió, asimismo, a Dios "que proteja a los venezolanos". Los "pasos atrás" del primer mandatario venezolano han venido determinados por las conclusiones de las negociaciones celebradas la semana pasada con la oposición derechista en Noruega.
POR JERKO ALLEN PARA CANARIAS SEMANAL

       Como resultado de las conversaciones mantenidas con la oposición derechista venezolana  la pasada semana en territorio noruego, el presidente Nicolás Maduro  "propuso" adelantar las elecciones de la Asamblea Nacional del país suramericano.

     "Yo quiero elecciones, elecciones ya (...) Vamos a elecciones de la Asamblea Nacional para ver quién tiene los votos. Asumimos el reto, vamos para buscar una solución pacífica, democrática y electoral"- dijo Maduro en un acto con sus seguidores en Caracas.

El anuncio se produce  apenas dos días después de llegar a Venezuela  la delegación gubernamental, que  había participado en reuniones con la oposición con la mediación de Noruega.

Según empiezan ya a definirlo los sectores bolivarianos situados más a la izquierda, el  "madurismo"  ha terminado cediendo finalmente ante  las presiones   del gobierno estadounidense.

El ejecutivo bolivariano, que había sido elegido a través de la figura de su presidente hace tan sólo un año con el 68% de los votos,  ha abierto una suerte de "nuevo ciclo"  impuesto por Washington,  con la vana pretensión  de aplacar la ira y la codicia de los círculos gobernantes de los Estados Unidos.

"Yo le digo sí a la paz, sí al diálogo, sí al desarrollo",- dijo Nicolás Maduro. "Vamos a medirnos electoralmente, vamos a hacer elecciones, vamos a legitimar la única institución que no se ha legitimado en los últimos 5 años para ver quién tiene los votos, quién tiene el pueblo, para ver quién gana".

Después de años de acoso y la violencia social provocada por la derecha ultrarreaccionaria venezolana durante los ultimos años, el "madurismo" se ha comprometido ahora  a reiniciar  nuevos conciertos con la oposición para, según proclamó el propio primer mandatario, lograr "la estabilidad política, la felicidad social y la prosperidad económica".  Otra cuestión es si los   Estados Unidos  permitirán  que este "nuevo ciclo político" que ahora se inaugura podrá acabar "felizmente" como expresó Maduro, si el desenlace final no coincide con los intereses y ambiciones de las grandes Corporaciones de los EEUU.

Maduro terminó su discurso  asegurando  que "dialogará con el diablo por el bien del país...  ¡qué Dios nos proteja!", reclamó el presidente venezolano, que nunca ha escondido su fe religiosa .

Es esperable que en el curso de las próximas horas se produzcan en España  las reacciones favorablemente alborozadas por el "acuerdo"  de toda la familia socialdemócrata española, es decir, del PSOE, de Podemos e IU.
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