A días de las elecciones generales en España, una de las principales acusaciones contra el frente Unidos Podemos, conformado por Podemos e Izquierda Unida, es que han sido ilegalmente financiados por el gobierno de Nicolás Maduro. Si bien ninguna de estas denuncias han podido ser comprobadas ante la Justicia, se sigue utilizando ese argumento de difamación contra estas organizaciones de izquierda.
Casualmente, uno de los principales difusores de esta teoría es el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Pedro Sánchez. Lo que Sánchez parece ignorar es que durante las décadas de 1970 y 1980, su partido fue financiado por los gobiernos de Carlos Andrés Pérez en Venezuela.
La carta del rey
En 1976, en plena transición española de la dictadura franquista a la democracia, el rey Juan Carlos escribió una carta al sha Reza Pahlevi de Irán. Allí le pedía a él y por su intermedio a otros jeques de Medio Oriente, que brindaran su apoyo económico al partido Unión del Centro Democrático (UCD).
Juan Carlos explica al sha que habiendo salido de la dictadura, la legalización de diversos partidos políticos “les permitió participar libremente en la campaña (electoral), elaborar su estrategia y emplear todos los medios de comunicación para su propaganda y la presentación de la imagen de sus líderes, al tiempo que se aseguraron un sólido soporte financiero”.
El rey explica entonces que la derecha ha sido “asistida por el Banco de España”; el PSOE, “por Willy Brandt, Venezuela y otros países socialistas europeos”; los comunistas, “por sus medios habituales”.
Por aquel entonces el presidente de Venezuela era Carlos Andrés Pérez de Acción Democrática (AD). El mandatario venezolano presidía también la Internacional Socialista, una alianza de partidos socialdemócratas de todo el mundo, y era muy amigo de Felipe González, presidente del PSOE.
Una amistad de favores
Siendo Carlos Andrés vicepresidente de la Internacional Socialista hizo cuanto estuvo en su mano para apoyar a los entonces dirigentes del PSOE, casi todos en la clandestinidad y muchos aún en el exilio a la espera de la transición en España.
Y durante su primera etapa como presidente de Venezuela, Carlos Andréz Pérez puso a disposición de Felipe González su propio avión presidencial y le acompañó en su vuelo de regreso a España, una vez muerto Franco. Hay muchos que piensan todavía en el seno del PSOE que Carlos Andrés Pérez fue de alguna manera un padrino, casi un hermano mayor, para Felipe.
Tal como explicó el propio Felipe González en un artículo publicado en el diario ‘El País’, con Carlos Andrés Pérez los unió una amistad de “cuatro décadas”.
Si bien el líder socialista no reconoce que haya habido un apoyo económico, sí deja en claro que el dirigente venezolano lo ayudó mucho en los comienzos de su carrera política. Así cuenta como lo llevó en su avión a Madrid cuando los partidos políticos aun no estaban legalizados; o como le dio consejos durante los primeros años de su gobierno en los ’80.
De esta forma la denuncia del rey en su carta al sha cobra mayor trascendencia. Incluso hay que tener en cuenta que se pudo demostrar en el llamado caso Flick, que un clan empresarial alemán financió al PSOE, al igual que la Fundación Friedrich Ebert, vinculada al Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) de Willy Brandt.
Asimismo, hay que destacar que Felipe Gónzalez siempre defendió públicamente a su amigo. Incluso en 1989, tras el levantamiento popular que se dio en Venezuela conocido como ‘Caracazo’ y que Carlos Andrés Pérez mandó a reprimir brutalmente asesinando, por lo menos, a 3.000 personas.
Pocas semanas después del hecho el gobierno del PSOE le prestó 600 millones de dólares a Venezuela, y 3.000 millones más al año siguiente.
Por aquellos años el gobierno de González hizo otra serie de acuerdos con Venezuela: “Compró la aerolínea estatal venezolana CONVIASA para incorporarla a IBERIA”. Al mismo tiempo el grupo PRISA, “sostén mediático del PSOE, desembarca en Venezuela. No sólo en la prensa, sino también en otro aspecto curioso: la editorial Santillana comienza a elaborar los libros de texto para el sistema educativo, para lo que el gobierno tuvo que darle una concesión”.
Pillaje en el Atlántico
Ya como presidente del Gobierno, González mantuvo durante años esa estrecha amistad con Carlos Andrés, a pesar de algunos episodios dudosos como unas declaraciones de Carlos Andrés Pérez sobre ETA que levantaron ampollas.
Ya para entonces, a comienzos de los 90, algunos etarras vivían en Venezuela acogidos por Carlos Andrés a petición del propio Felipe, tras las fallidas negociaciones de Argel entre el Gobierno español y ETA.
Desde la llega al poder del PSOE, el 28 de octubre de 1988, fueron días de vino y rosas para la grey socialista, varios años de favores entre ambos, de mucho dinero cruzando el Atlántico en uno y otro sentido. Como la repentina fortuna amasada por el empresario venezolano Gustavo Cisneros en España en 1983, a raíz de la expropiación de Rumasa, de la que fue uno de los principales beneficiarios al adquirir Galerías Preciados. Una verdadera ganga de la que obtuvo más de 28.000 millones de pesetas en plusvalías.
Como los 3.000 millones de dólares concedidos en junio de 1990 por Madrid a Caracas como “impulso al desarrollo”. No faltaron voces que señalaron que era el pago por acoger a los etarras.
Grandes gazapos, en fin, del felipismo. Con estos antecedentes las denuncias contra Podemos resultan, al menos, hipócritas….
-diario de octubre
Casualmente, uno de los principales difusores de esta teoría es el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Pedro Sánchez. Lo que Sánchez parece ignorar es que durante las décadas de 1970 y 1980, su partido fue financiado por los gobiernos de Carlos Andrés Pérez en Venezuela.
La carta del rey
En 1976, en plena transición española de la dictadura franquista a la democracia, el rey Juan Carlos escribió una carta al sha Reza Pahlevi de Irán. Allí le pedía a él y por su intermedio a otros jeques de Medio Oriente, que brindaran su apoyo económico al partido Unión del Centro Democrático (UCD).
Juan Carlos explica al sha que habiendo salido de la dictadura, la legalización de diversos partidos políticos “les permitió participar libremente en la campaña (electoral), elaborar su estrategia y emplear todos los medios de comunicación para su propaganda y la presentación de la imagen de sus líderes, al tiempo que se aseguraron un sólido soporte financiero”.
El rey explica entonces que la derecha ha sido “asistida por el Banco de España”; el PSOE, “por Willy Brandt, Venezuela y otros países socialistas europeos”; los comunistas, “por sus medios habituales”.
Por aquel entonces el presidente de Venezuela era Carlos Andrés Pérez de Acción Democrática (AD). El mandatario venezolano presidía también la Internacional Socialista, una alianza de partidos socialdemócratas de todo el mundo, y era muy amigo de Felipe González, presidente del PSOE.
Una amistad de favores
Siendo Carlos Andrés vicepresidente de la Internacional Socialista hizo cuanto estuvo en su mano para apoyar a los entonces dirigentes del PSOE, casi todos en la clandestinidad y muchos aún en el exilio a la espera de la transición en España.
Y durante su primera etapa como presidente de Venezuela, Carlos Andréz Pérez puso a disposición de Felipe González su propio avión presidencial y le acompañó en su vuelo de regreso a España, una vez muerto Franco. Hay muchos que piensan todavía en el seno del PSOE que Carlos Andrés Pérez fue de alguna manera un padrino, casi un hermano mayor, para Felipe.
Tal como explicó el propio Felipe González en un artículo publicado en el diario ‘El País’, con Carlos Andrés Pérez los unió una amistad de “cuatro décadas”.
Si bien el líder socialista no reconoce que haya habido un apoyo económico, sí deja en claro que el dirigente venezolano lo ayudó mucho en los comienzos de su carrera política. Así cuenta como lo llevó en su avión a Madrid cuando los partidos políticos aun no estaban legalizados; o como le dio consejos durante los primeros años de su gobierno en los ’80.
De esta forma la denuncia del rey en su carta al sha cobra mayor trascendencia. Incluso hay que tener en cuenta que se pudo demostrar en el llamado caso Flick, que un clan empresarial alemán financió al PSOE, al igual que la Fundación Friedrich Ebert, vinculada al Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) de Willy Brandt.
Asimismo, hay que destacar que Felipe Gónzalez siempre defendió públicamente a su amigo. Incluso en 1989, tras el levantamiento popular que se dio en Venezuela conocido como ‘Caracazo’ y que Carlos Andrés Pérez mandó a reprimir brutalmente asesinando, por lo menos, a 3.000 personas.
Pocas semanas después del hecho el gobierno del PSOE le prestó 600 millones de dólares a Venezuela, y 3.000 millones más al año siguiente.
Por aquellos años el gobierno de González hizo otra serie de acuerdos con Venezuela: “Compró la aerolínea estatal venezolana CONVIASA para incorporarla a IBERIA”. Al mismo tiempo el grupo PRISA, “sostén mediático del PSOE, desembarca en Venezuela. No sólo en la prensa, sino también en otro aspecto curioso: la editorial Santillana comienza a elaborar los libros de texto para el sistema educativo, para lo que el gobierno tuvo que darle una concesión”.
Pillaje en el Atlántico
Ya como presidente del Gobierno, González mantuvo durante años esa estrecha amistad con Carlos Andrés, a pesar de algunos episodios dudosos como unas declaraciones de Carlos Andrés Pérez sobre ETA que levantaron ampollas.
Ya para entonces, a comienzos de los 90, algunos etarras vivían en Venezuela acogidos por Carlos Andrés a petición del propio Felipe, tras las fallidas negociaciones de Argel entre el Gobierno español y ETA.
Desde la llega al poder del PSOE, el 28 de octubre de 1988, fueron días de vino y rosas para la grey socialista, varios años de favores entre ambos, de mucho dinero cruzando el Atlántico en uno y otro sentido. Como la repentina fortuna amasada por el empresario venezolano Gustavo Cisneros en España en 1983, a raíz de la expropiación de Rumasa, de la que fue uno de los principales beneficiarios al adquirir Galerías Preciados. Una verdadera ganga de la que obtuvo más de 28.000 millones de pesetas en plusvalías.
Como los 3.000 millones de dólares concedidos en junio de 1990 por Madrid a Caracas como “impulso al desarrollo”. No faltaron voces que señalaron que era el pago por acoger a los etarras.
Grandes gazapos, en fin, del felipismo. Con estos antecedentes las denuncias contra Podemos resultan, al menos, hipócritas….
-diario de octubre
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