Movimientos feministas se unen contra el golpe patriarcal de TemerLas manifestaciones aumentan contra las políticas sexistas del gobierno interino que minan los derechos adquiridos en los últimos años.
Durante la presidencia de la suspendida Dilma Rousseff, las mujeres con participación activa en la vida política de Brasil se dividían entre las que apoyaban las políticas del Gobierno y las que las rechazaban o las consideraban insuficientes. Sin embargo, desde la asunción de Michel Temer, las diferencias fueron limadas y todas luchan por la misma causa: no perder sus derechos ante una administración machista y patriarcal.
El primer punto de contacto fue considerar al proceso de 'impeachment' como sexista y discriminatorio, ya que las irregularidades en el manejo de los fondos públicos cometidas por hombres hasta ahora no tuvieron consecuencias e, incluso, quienes votaron la salida de Rousseff en el Congreso también están investigados por hechos de corrupción, publica el portal 'The Guardian'.
Para colmo, las nuevas políticas del Gabinete de hombres formado por Temer apuntaron contra sus derechos personales, por ejemplo, a través de proyectos para definir a la familia como la unión de un hombre, una mujer y sus hijos; prohibir la discusión de género en el Plan Nacional de Educación y criminalizar el aborto para las víctimas de violación y para quienes hayan contraído el virus del Zika. A estas iniciativas se le suman que ninguno de los antiguos problemas fue resuelto y la violencia contra la mujer es aún endémica, incluso, con cierta aceptación de la violencia sexual.
Juntas frente a la adversidad
Ante semejante panorama, las mujeres dejaron de lado sus diferencias políticas y se unieron para enfrentar la problemática. Fue así que surgieron movimientos como 'Mujeres por la Democracia', que lidera las protestas contra el actual gobierno patriarcal y hasta le enviaron cartas a Rousseff para expresarle su solidaridad frente a la injusticia.
Esta lucha tuvo un momento de auge en octubre pasado, cuando el proceso contra la entonces presidenta estaba al caer. Fue entonces que surgió lo que denominaron la 'primavera feminista', en la que centenares de mujeres salieron a las calles contra la violencia sexual, la pedofilia y los proyectos sexistas que limitaban sus derechos reproductivos.
Estas iniciativas se replicaron, por ejemplo, en Argentina, donde por segundo año consecutivo se realizó a comienzos de junio la marcha 'Ni una menos', contra los feminicidios. En tanto, en Río de Janeiro se formó el grupo feminista 'Ahora juntas', que apunta a aumentar la colaboración y la solidaridad.
Como si todas las políticas ya implementadas y los proyectos legislativos en el Congreso más conservador que tiene Brasil desde la salida de su última dictadura no fuesen suficientes, Temer designó al frente de la Secretaría de Políticas para las Mujeres a Fátima Pelaes, quien, entre otras cosas, rechaza la legalización del aborto en casos de violación.
Mujeres por la democracia
La socióloga e investigadora Maria Betânia Ávila afirma en su ensayo 'El Golpe Patriarcal' que "el movimiento feminista está mostrando su capacidad de resistencia y movilización en defensa del mandato de la primera presidenta elegida democráticamente y de la legalidad democrática". "Es una confrontación con el patriarcado, machista y neoliberal", agrega.
En tanto, mientras el grito de '¡Fuera Temer!' se replica en cada protesta, las mujeres reclaman reformas y nuevas políticas para garantizar los derechos humanos y la dignidad social. Por eso, claman: "Sin mujeres no hay democracia. Sin feminismo no hay democracia".
-RT
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