Datos secretos de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos, revelan que la agencia de espionaje interceptó los teléfonos celulares y otros dispositivos de comunicación de más de una docena de altos funcionarios políticos y financieros brasileños, incluida la presidenta del país, Dilma Rousseff, cuyo teléfono del avión presidencial estaba en la lista de la NSA, según nuevas filtraciones de WikiLeaks.
La filtración de que el teléfono celular personal de Rousseff fue interceptado con éxito por el espionaje de la NSA había sido revelada anteriormente en 2013 por Fantastico, un programa de la cadena de televisión brasileña Globo Rede. Esa revelación, junto con atrás más que pusieron en evidencia la vigilancia masiva de la NSA a millones de brasileños, y el espionaje a la petrolera estatal Petrobras y a su Ministerio de Minas y Energía, causó una herida importante en las relaciones entre las dos naciones. Pero estas nuevas revelaciones se extienden mucho más allá de las anteriores y es probable que revitalicen las tensiones.
Además de Rousseff, la nueva lista de objetivos de la NSA incluye algunas de las más importantes figuras políticas y financieras de Brasil, como el secretario ejecutivo Nelson Barbosa del Ministerio de Hacienda; Luiz Awazu Pereira da Silva, un alto funcionario del Banco Central de Brasil; Luiz Eduardo Melin de Carvalho e Silva, exJefe de Gabinete del Ministerio de Finanzas; el jefe de economía y finanzas del Ministerio de Relaciones Exteriores, Luis Antonio Balduino Carneiro; el exministro de Asuntos Exteriores y embajador en EE.UU., Luiz Alberto Figueiredo Machado; y Antonio Palocci, quien anteriormente se desempeñó como Jefe de Gabinete y ministro de Hacienda, tanto de Dilma, como durante el Gobierno del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Lo más notable acerca de la lista, publicada simultáneamente por WikiLeaks, y el portal 'The Intercep' es que la mayoría de los funcionarios son responsables de los asuntos financieros y económicos de Brasil:
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