Como si de una distopía de manual se
tratase, el Acuerdo Trasatlántico para el Comercio y la Inversión (TTIP
en sus siglas en inglés) está siendo negociado en secreto entre el sector privado, la Comisión Europea y Estados Unidos,
que trata así de recuperar parte de la hegemonía económica perdida en
Europa. Una vez aprobado, gracias a él se materializará la superioridad
empresarial sobre los gobiernos, será posible una justicia al gusto de
las grandes corporaciones –que podrán llevar a juicio a los estados que
traten de frenar sus avances–, la suspensión de derechos laborales,
prácticas antiecológicas como el fracking o un avance implacable de la
privatización de lo público. El TTIP ya ha sido etiquetado por sus
críticos como la puntilla (de lo que nos queda) del estado del bienestar
o un cheque en blanco para los causantes de esta crisis.
Este vídeo de la ilustradora Atxe te cuenta en un par de minutos por qué dará igual a quién votes cuando entre en vigor este tratado. No está de más que lo veas y empieces a conocer lo que se nos viene encima.
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