STELLA CALLONI / LA JORNADA – A poco más de un mes de haber
iniciado protestas en demanda de la caída del presidente de Venezuela,
Nicolás Maduro, sectores de ultraderecha, apoyados por grandes medios de
comunicación en ese objetivo diseñado desde Estados Unidos, han
fracasado en provocar “una guerra civil”, aseguró el canciller
venezolano, Elías Jaua.
Sin embargo, tanto el ministro como otros altos funcionarios
advierten que los golpistas tienen previstas distintas fases y que ante
la desesperación de no haber logrado “incendiar” a
Venezuela , van a
tratar de producir los últimos estertores de violencia, inclusive
atacando a víctimas inocentes entre la propia oposición, para tratar de
arrastrar a movilizaciones.
“Han demostrado en estos tiempos que a ellos no le importa de dónde
sean las víctimas. Necesitan ─como lo han dicho en algunas grabaciones
conocidas en los últimos días─ que haya muertes para cumplir los
objetivos ordenados desde afuera”, sostiene una analista venezolano.
Para Jaua, la resolución de la Organización de Estados
Americanos(OEA), del pasado día 7 de marzo, rechazando la insólita e
“injerencista” propuesta panameña de convocar a una reunión de
cancilleres de la región para analizar la situación de Venezuela “es una
victoria del pueblo venezolano y de América Latina independiente y
digna”. Es también un mensaje para Estados Unidos y la oposición y un
reconocimiento a la Conferencia por la Paz, que instaló el presidente
Maduro el pasado 26 de febrero y que se extiende hacia todo el país,
desde el 28 de ese mismo mes.
El canciller sostuvo que el Estado demostró la capacidad para
garantizar el orden público enfrentando con la mayor responsabilidad
posible los hechos de extrema violencia, que se han mantenido
especialmente por la actividad de una prensa local y extranjera que
miente en forma permanente, utilizando fotografías falsas, de otros
países, como pudieron comprobar jefes de gobiernos y delegaciones
extranjeras que concurrieron al homenaje en el primer aniversario de la
muerte del Hugo Chávez Frías el pasado 5 de marzo.
También recordó que los partidarios del líder venezolano han ganado
18 de 19 elecciones observadas por el mundo, consolidando un verdadero
estado democrático.
El canciller explicó a La Jornada que los “grupos extremadamente
violentos” que intentan crear focos, como afloró en las duras acciones
emprendidas: asesinatos, incendios, destrozos, amenazas, se focalizaron
en un muy pocos municipios de todo el territorio nacional, 17 de 335 , y
con notable debilitamiento en los últimos días. Y como el presidente de
la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, estima que la responsabilidad
con que actuó el gobierno y la conciencia del pueblo, han evitado una
guerra civil y una tragedia” en el país.
La convocatoria de Maduro a la Conferencia de Paz, tuvo una respuesta
muy importante dentro y fuera del país y Jaua analiza como uno de los
golpes pacíficos más directos e inteligentes del gobierno para enfrentar
la violencia de “las guarimbas” (barricadas), que incluso han sido
condenadas por opositores tanto en la capital como en el interior.
Esto y la evidente voluntad pacífica no sólo de los que apoyan al
gobierno sino también de vastos sectores opositores, hizo posible
“neutralizar las acciones violentas de los grupos de ultraderecha”,
sostiene Elías Jaua, sin dejar de ignorar que continuarán en sus
objetivos, porque es un proyecto externo para detener los enormes
avances logrados en Venezuela y también golpear a la unidad de América
Latina.
El origen
La matriz de las acciones violentas ejecutadas por grupos
absolutamente minoritarios que se movilizaron detrás de marchas de un
sector de estudiantes ─también una minoría de universidades privadas─
que no logró arrastrar al resto de la oposición, se trazó desde mediados
del 2011 cuando el ex presidente Hugo Chávez Frías anunció su
enfermedad.
Desde ese momento comenzaron a incrementarse las organizaciones no
gubernamentales (ONG), dependientes de fundaciones estadunidenses y
también europeas, como lo denunciaron a este periódico en 2013 varios
funcionarios venezolanos, que investigaron las acciones de la embajada
de Estados Unidos en el país y a los diplomáticos enviados para
dirigirlas.
Por su parte, Jaua entregó a gobiernos latinoamericanos, a la
Organización de Naciones Unidas, en Ginebra, la cronología de hechos a
partir del 6 de febrero de este año, con pruebas suficientes para
entender de dónde partió la violencia extrema, que causó pérdidas de
vida y cuantiosos daños materiales después de sucesivos fracasos en la
guerra sicológica y la campaña organizada para impedir que Chávez Frías
ganara las elecciones de octubre de 2012. Millones de dólares ─de lo que
dan cuenta precisa los informes─ fueron gastados por Washington para
evitar un triunfo, que terminó con la relección del fallecido líder por
55.07 por ciento de los votos.
Cuando Chávez se agrava y debe alejarse del gobierno pidió al pueblo
venezolano que “ante cualquier circunstancia sobrevenida”, eligiera a
Nicolás Maduro como presidente. Al morir Chávez en marzo de 2013 la
oposición decide impedir que gobierne Maduro. “La campaña y las acciones
fueron brutales” señalan los funcionarios.
El 14 de abril de ese año es electo Nicolás Maduro, con 50.61 por
ciento de los votos en comicios marcados por la conmoción popular ante
la desaparición física de su líder y por la “guerra mediática y política
opositora”, que ese mismo día llega a interferir comunicaciones,
Internet, afecta temporalmente al propio Tribunal Electoral, a bancos,
empresas como la petrolera PDVSA, a las televisoras Venezolana de
Televisión y Telesur, entre otras.
La derecha desconoce el resultado electoral y Henrique Capriles
Radonsky candidato opositor llama a la violencia callejera, con un
trágico saldo: 13 personas muertas en su mayoría oficialistas en barrios
humildes y los intentos de destruir también edificios y especialmente
centros de salud.
En ese duro escenario se realizan elecciones municipales a finales de
2013 “que la derecha pretendía convertir en plebiscito” contra el
presidente, pero el gobierno sorprende con una amplia victoria con 58.5
por ciento de los votos y obteniendo la mayoría de los municipios.
Maduro abre las puertas al diálogo en un encuentro con alcaldes y
gobernadores de oposición.
“Pero la guerra económica”, y la contrainsurgencia con sabotajes a
plantas eléctricas y otras continúa ante lo cuál Maduro toma fuertes
medidas contra la especulación, aprueba la Ley de Precios Justos”, que
es violentamente rechazada por la derecha.
La salida
El gobierno denuncia campañas internacionales, mientras que lleva
adelante una constante comunicación con la población, impone penas para
especuladores y logra allanar lugares donde incluso se llegan a
encontrar hasta 30 mil toneladas de alimentos escondidos.
A finales del mes de enero, la extrema derecha del país, liderada por
Leopoldo López y María Corina Machado (diputada), convocan a acciones
de calle “para salir del gobierno de Nicolás Maduro”, lo que confiesan
públicamente.
Esta acción golpista llamada “la salida”, debía ser definitiva y su
primera acción fue el 6 de febrero pasado encubierta en una supuesta
manifestación estudiantil en los Estados Táchira y Mérida que concluyen
en actos vandálicos y destrozos a locales comerciales y a la residencia
del gobernador José Vielma Mora, que estuvo a punto de incendiarse
cuando estaba adentro con toda la familia y personas con discapacidad.
El 12 de febrero, día de la juventud en Venezuela, al finalizar la
marcha organizada por el partido Voluntad Popular, de Leopoldo López, un
grupo de encapuchados asalta la sede de la fiscalía general de la
república, poniendo en grave peligro la vida de las autoridades. Dos
personas resultaron muertas y veintitrés heridas. Los grupos ─que
evidentemente nada tienen de “estudiantiles”─ atacan otros edificios,
plazas metros, oficinas, patrullas , automóviles, tiendas, rodean y
amenazan a las televisoras y radios oficiales y otros ejercicios típicos
golpistas.
Maduro informa sobre la identificación de los autores materiales e intelectuales de las muertes y heridos producidos en el país.
A partir de ese momento grupos extremistas de derecha en municipios
gobernados por la oposición en el este de Caracas, Valencia, San
Cristóbal, Lecherías y Altos Mirandinos realizan “guarimbas” en calles y
avenidas, causado “muertes directas e indirectas a los ciudadanos”.
El 17 de febrero la fiscalía general de la república informa sobre
víctimas y las investigaciones en los casos en los que la fuerza pública
hubiera violado derechos humanos; así como las muertes y heridos
causados por los extremistas de derecha en las distintas barricadas, que
son la mayoría.
Hasta ahora son más de 20 las víctimas fatales sin incluir las
muertes de personas que sufrieron asfixia o infartos al ser impedidos de
llegar a los centros de salud para ser atendidos.
El 23 de febrero, el dirigente de la violencia Leopoldo López se
entrega a las autoridades, después que el gobierno comprueba ante su
familia que es un objetivo para asesinar por parte de los opositores
violentos para desatar un baño de sangre.
La decisión del gobierno y las fuerzas armadas, es no responder
ninguna provocación, además juzgar a los responsables de las muertes, de
los heridos y daños ─hay más de 56 guardias nacionales heridos y por lo
menos tres muertos. La Comisión de la Verdad creada en la Conferencia
de Paz investigará junto a las fiscalías. Pero a todos saben que aún
esperan acciones violentas, mientras no cese la injerencia externa, será
así, pero no nos detendrán, dice Elías Jaua.
0 Comentarios
DEJA UN COMENTARIO