El único sospechoso vivo del asesinato
de John F. Kennedy, el terrorista de origen cubano Luis Posada Carriles,
chantajea al gobierno de Estados Unidos con su amenaza de decir todo lo
que sabe, afirmó en un artículo el periódico Granma.
Ha confiado a alguien secretos que destaparía si lo procesan o asesinan, como insinuó su abogado, publicó el rotativo.
El artículo, titulado "Operación 40: los sospechosos", recuerda el 50 aniversario de la muerte del presidente estadounidense en 1963 y vincula al magnicidio a personas que participaron antes en la Operación 40 contra Cuba y en intentos de asesinar a Fidel Castro.
Según el diario, la Operación 40 fue creada por Allen Dulles, director de la CIA en ese entonces, y sus miembros recibieron entrenamiento de la CIA para “poner bombas y asesinar dondequiera que se les ordenase”.
Desde 1959 protagonizan planes de terrorismo contra Cuba, como la voladura del avión de Cubana en octubre de 1976, que provocó 73 muertos.
Cuatro agentes de esa operación sobresalen como sospechosos en la muerte de Kennedy: Herminio Díaz, Eladio del Valle, Luis Posada y Orlando Bosch.
Se presume que los dos últimos estaban presentes en la plaza Dealey el día del magnicidio y están implicados en las investigaciones, agregó Granma.
Además, el artículo contextualiza sobre los hechos ocurridos antes y durante el asesinato, y determinó que no hay dudas de que hubo una conspiración y más de un tirador.
Incluso el comité financiado por el gobierno federal así lo considera, agregó.
(Prensa Latina)
Ha confiado a alguien secretos que destaparía si lo procesan o asesinan, como insinuó su abogado, publicó el rotativo.
El artículo, titulado "Operación 40: los sospechosos", recuerda el 50 aniversario de la muerte del presidente estadounidense en 1963 y vincula al magnicidio a personas que participaron antes en la Operación 40 contra Cuba y en intentos de asesinar a Fidel Castro.
Según el diario, la Operación 40 fue creada por Allen Dulles, director de la CIA en ese entonces, y sus miembros recibieron entrenamiento de la CIA para “poner bombas y asesinar dondequiera que se les ordenase”.
Desde 1959 protagonizan planes de terrorismo contra Cuba, como la voladura del avión de Cubana en octubre de 1976, que provocó 73 muertos.
Cuatro agentes de esa operación sobresalen como sospechosos en la muerte de Kennedy: Herminio Díaz, Eladio del Valle, Luis Posada y Orlando Bosch.
Se presume que los dos últimos estaban presentes en la plaza Dealey el día del magnicidio y están implicados en las investigaciones, agregó Granma.
Además, el artículo contextualiza sobre los hechos ocurridos antes y durante el asesinato, y determinó que no hay dudas de que hubo una conspiración y más de un tirador.
Incluso el comité financiado por el gobierno federal así lo considera, agregó.
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