Tras revelarse los datos sobre el espionaje de Washington contra Brasil y otros países de la región, las relaciones entre América Latina y EE.UU. han empeorado drásticamente, mientras que la influencia china en la región sigue intensificándose.
Las relaciones entre EEUU. y América Latina
nunca han sido fáciles, pero sus relaciones se
enfriaron por completo
después de la “historia del espionaje norteamericano”. A principios de
esta semana la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, criticó al Gobierno de EEUU.
por el hecho de que el país había llevado a cabo espionaje industrial y
político en contra no solo de Brasil , sino también de otros países. El
escándalo afectó a la compra de cazas estadounidenses por parte de
Brasil.
El escándalo de espionaje ha sido un duro golpe contra las relaciones de Washington con
la región de habla Hispana, pero la tendencia de disminución de la
importancia económica de EE.UU. no es nueva. Hace doce años, alrededor
del 55% de las importaciones de América Latina procedía de Estados Unidos. Durante el año pasado esta cifra se redujo a un tercio.
En los últimos cinco años, China ha financiado 50.000 millones de dólares para el desarrollo de proyectos para Venezuela.
"Son las mejores condiciones de financiamiento que se consiguen en el
mercado internacional", aseguró el presidente de la República, Nicolás Maduro, al referirse a los acuerdos con China. Estos recursos se han conseguido "en condiciones de financiamiento especiales para Venezuela", dijo el mandatario venezolano.
El experto en los países asiáticos y politólogo Alexéi Máslov afirma que lo que hace China son los intentos de ensanchar sus fronteras económicas. Pekín actúa
con precaución, pero firmemente en la región latinoamericana. "Estos
países no han sentido una dura agresión económica por parte de China",
dice el experto.
Según un sondeo del Barómetro de las Américas, realizado por la Universidad de Vanderbit, la
relación con el gigante asiático es vista con buenos ojos por los
latinos. Así, el 68,2% de los ciudadanos de la región considera que
dicha presencia en la economía es positiva, mientras que un porcentaje
menor (62,2%) opina lo mismo de Estados Unidos. Incluso uno de cada
cinco consultados cree que China ya es el país más influyente, por
delante de Japón, la India y EE.UU.
Según la Comisión Económica para América Latina (Cepal), las inversiones de China en Latinoamérica han
superado los 8.000 millones de dólares en 2011, alcanzando el 13,7% del
total. En 2011, China entró en el primer lugar como mercado de
exportación para Brasil, Chile y Perú, y fue el segundo socio en
términos de exportaciones para Argentina, Cuba, Uruguay, Colombia y
Venezuela.
Pekín lleva a cabo construcción a gran escala en
las ciudades de la región, crea redes de carreteras y vías férreas,
mientras que Latinoamérica cuenta con todos los recursos naturales para
los proyectos del país asiático.
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