Decenas de miles de brasileños se lanzaron ayer a las calles de Sao Paulo y otras ciudades del país para protestar contra los multimillonarios gastos del Mundial 2014 y el alza del precio del transporte público, en plena Copa Confederaciones.
En Sao Paulo, Río de Janeiro, Brasilia, Belo Horizonte, Fortaleza, Salvador y otras urbes, los manifestantes, convocados a través de las redes sociales y sin liderazgo político o social definido, reclamaban pacíficamente más inversiones en transporte, salud y educación.
La Policía estimó que unas 30.000 personas protestaron en Sao Paulo, acercándose a la avenida Paulista. “Vine porque quiero que Brasil despierte. No es solo por los pasajes, sino porque la educación y la salud son malas”, dijo Diyo Coelho, de 20 años, quien marchaba en Sao Paulo con varios amigos.
En Río de Janeiro, unos 6.000 manifestantes marcharon por el centro, según la Policía. Incluso anoche se informó que la Asamblea Legislativa y algunos predios históricos fueron blanco de ataques y hubo choques con las fuerzas del orden.
En Brasilia, 2.500 personas, dijo la Policía –5.000, a decir de los organizadores–, bloquearon la avenida donde están los ministerios y otros edificios del gobierno, y llegaron al Congreso.
Las manifestaciones empezaron hace diez días en Sao Paulo a raíz del alza del boleto de bus, tren y metro de $ 1,5 a $ 1,6, días antes del inicio de la Copa Confederaciones. Rápidamente, los reclamos se expandieron a otras ciudades del país y la causa se amplió a denuncias contra los $ 15.000 millones destinados para el Mundial de fútbol 2014. Los protestantes piden ese dinero para vivienda digna, salud y educación públicas. En relación con el gasto público en el torneo de la FIFA, el ministro de Deportes de Brasil, Aldo Rebelo, dijo que “por cada real que invirtió el gobierno, la empresa privada invirtió 3,40 reales”.
Las marchas ocurren en un momento de magro crecimiento económico en Brasil (0,6% en el primer trimestre) y una inflación en alza (6,5% anual en mayo, el techo de la meta oficial). Los alimentos han subido más del 13% anual.
Recientes encuestas señalan por primera vez una caída en la aprobación del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
21 años
Ese es el tiempo en que no se realizaba una gran manifestación como la registrada ayer en Brasil.
| El Universo
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