Los brasileños vuelven a las calles y atacan la alcaldía de São Paulo


Más de 50 mil personas ocuparon las calles de São Paulo en la sexta gran manifestación contra el aumento de las tarifas del transporte público. Los momentos más tensos de la segunda mayor protesta de las dos últimas semanas, ocurrieron frente a la alcaldía de São Paulo, donde manifestantes rompieron los vidrios de la seda y trataron de forzar la entrada. Periodistas llegaron a oír los gritos de empleados de la alcaldía aterrorizados con la posibilidad de una invasión.


La buena noticia de la noche llegó del gobierno de Dilma Rousseff que presentó un estudio que puede bajas las tarifas de transporte, principal motivo de las protestas. Rousseff, conversó este martes con algunos de los gobernadores de los principales estados brasileños. «Estamos entregando ese estudio, que es importante en este momento», informó a la prensa, la ministra jefe de la Casa Civil, Gleise Hoffmann. Si se confirma la información, será la primera victoria del Movimiento Pase Libre (MPL), grupo que está encabezando las movilizaciones. Rousseff, ofreció apoyo a su correligionario de partido, el alcalde de São Paulo, Fernando Haddad.
Ajenos a las noticias y en el medio de la calle, personas no identificadas saquearon tiendas y depredaron el cajero de un banco en el centro. Periodistas de cadenas de televisión que en los primeros días criticaron las protestas y llamaron a los manifestantes de «vándalos», fueron abucheados, y tuvieron dificultades para filmar sus relatos. Un camión de transmisión de la cadena Record fue incendiado en medio de las protestas. Hubo correría y tensión cuando se oyeron explosiones de petardos molotov. Las personas gritaban en coro a todo momento: «Sin violencia».

Algunos manifestantes culparon de las bombas a la policía y la acusaron de infiltrar personas para estimular el confronto. Una información difícil de confirmar en medio de la confusión. Hasta ese momento, la marcha que partió este martes de la Plaza da Sé, un marco histórico de protestas de la ciudad, había transcurrido de forma pacífica por casi tres horas.Avenida Paulista

Otro grupo fue hasta la avenida Paulista, la calle más famosa de la ciudad, y la ocupó casi totalmente, llevando pancartas en las que reclamaban por los más diferentes motivos. La corrupción, los gastos del Mundial 2016, y un proyecto llamado «Cura Gay» que fue aprobado el martes por la Comisión de Derechos Humanos del Congreso. Pero la principal bandera de las manifestaciones sigue siendo el aumento de las tarifas del transporte público en las principales capitales brasileñas. «¡Hey! Fifa, paga mi tarifa», gritaban algunos manifestantes en coro.

Las protestas han sido convocadas por el MPL a través de redes sociales. En São Paulo, los manifestantes piden que la tarifa caiga 0,20 centavos. La tarifa paulista cuesta alrededor de 1,16 euro.
La noche del lunes, Brasil vivió uno de los momentos más vibrantes de su historia, cuando una multitud de más de 300 mil personas se lanzó a las calles de São Paulo, Río de Janeiro, Brasilia, Belo Horizonte, Curitiba, Porto Alegre, Fortaleza, Alagoas, Salvador, Vitória, Belém, además de decenas de ciudades por el interior del país.

La manifestación conquistó más apoyo en la sociedad brasileña después que el pasado jueves, la policía militar atacó a los manifestantes con gases lacrimógenos y balas de goma. La policía también agredió periodistas, cambiando la visión de los principales diarios sobre el movimiento.

Movimientos de la periferia de São Paulo anunciaron que también ocuparan las calles de la Gran São Paulo este miércoles a favor de las demandas de los trabajadores. Además de las tarifas de transporte, esos movimientos también pedirán medidas para control de los alquileres y contra la criminalización de los movimientos sociales.

ABC.es

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