El empresario y economista Pedro Carmona Estanga asumió ayer la presidencia de Venezuela, disolvió el Parlamento y anunció elecciones presidenciales para dentro de un año y legislativas para diciembre. Carmona, de 61 años, y hasta ayer presidente de la organización patronal Fedecámaras, que respaldó la huelga indefinida junto a la Confederación de Trabajadores de Venezuela, nombró a buena parte de su Gobierno y anunció que el nuevo Gabinete tendrá un órgano consultivo de 35 miembros y 35 suplentes escogidos entre representantes de diversos sectores sociales. "Vamos a hacer un Gobierno de apertura en lo económico, político, moral, ético y social, pero no aceptaremos la corrupción, que no va a tener cabida", destacó.
A las seis de la tarde de Caracas (medianoche en España), en una ceremonia en el palacio de Miraflores, Carmona juró su cargo como nuevo presidente de Venezuela. Entre los decretos que emitió de inmediato se encuentra la nueva titularidad del país que vuelve a llamarse República de Vezuela y no República Bolivariana de Venezuela, como la denominó el depuesto Hugo Chávez.
El presidente, que disolvió el Parlamento y el Tribunal Supremo, volvió a colocar al frente de la empresa estatal Petróleos de Venezuela al general Guaicaipuro Lameda, destituido por Chávez. El general Rafael Damiani fue puesto al frente de Interior y como ministro de Exteriores, nombró a José Rodríguez Iturbe. En el nuevo Gobierno venezolano están también integrados, entre otros, Alfredo Peña, alcalde metropolitano de Caracas y Cecilia Sosa, ex presidenta de la Corte Suprema de Justicia.
Carmona, en su primera alocución antes de tomar el poder oficialmente, prometió que el Ejecutivo no fallará "en esta encomienda que hemos recibido" del comandante del Ejército Efraín Vásquez Velasco, cuya intervención fue decisiva en la caída de Chávez. El nuevo régimen insiste en que ha llenado "el vacío de poder", que se produjo tras la "dimisión" de Chávez y el "abandono" de sus funciones del vicepresidente Diosdado Cabello y no admite calificativos de golpista.
El decreto de constitución del Gobierno de transición concede a Carmona capacidad para disolver todos los poderes públicos nacionales, provinciales y municipales. Según el nuevo presidente, podrán formar parte del nuevo órgano consultivo los representantes de los partidos políticos, las organizaciones sociales y sindicales. "Deseamos que funcione de una manera ágil y eficiente una representación en ella de los principales actores de la sociedad venezolana". Habló de la necesidad de recuperar la confianza, la economía, la institucionalidad y la gobernabilidad del país con el aporte y colaboración de todos los venezolanos. Su primera orden -o más bien su última como líder de la patronal- fue la de suspender la huelga general indefinida y llamar a todos los trabajadores y empresarios a reanudar las actividades.
Trayectoria empresarial
Carmona es un dirigente empresarial de larga trayectoria en el campo de organizaciones de integración regionales, como la Corporación Andina de Fomento, el Sistema Económico Latinoamericano (SELA), sector químico y minero venezolano, y la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio.
Con la Confederación de Trabajadores de Venezuela, Pedro Carmona ha mantenido una alianza desde el pasado 10 de diciembre, cuando puso en marcha un paro nacional para protestar por un paquete de 49 decretos-ley que había dictado Chávez y que ayer mismo derogó Carmona.
http://elpais.com/diario/2002/04/13/internacional/1018648802_850215.html
Moraleja:
Como dice el rico refranero popular, "la cabra tira al monte". Por cierto, esta buena señora, que en 2002 escribía ya estas cosas, que se ha tirado toda la enfermedad del presidente Chávez mintiendo, engañando y tergiversando sobre la misma, que continuamente deforma y manipula la realidad, justificando el fascismo y engañando sobre la realidad política venezolana, se pasea libre por Venezuela, como muestra, una más, de la fuerte represión contra la "libertad de expresión" que existe en el país.
Lo mas escandaloso, no obstante, es que esa espiral de muerte y destrucción de la que habla la fascista venezolana de verdad existe, pero no por la "represión" del gobierno, que no se ha visto por ningún lado, sino por la furia fascista de la oposición, que ha dejado 9 muertos, y más de 70 heridos, algunos de ellos que han intentado ser quemados vivos por las turbas fascistas. Además, han quemado centros médicos, sedes del PSUV, construcciones de la "Misión vivienda", y muchas cosas más.
¿Alguien se extraña de que todavía hoy -anque cada vez menos- haya un % muy importante de ciudadanos y ciudadanas del estado español que sigan pensando que Venezuela es una dictadura?
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