El exconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes, ha sido criticado con extraordinaria dureza por fichar con una empresa privada del sector sanitario. La izquierda ha saltado en bloque a la yugular del popular, pero como ocurre en muchas ocasiones olvidaban mirar la viga en el propio: más de la mitas de los ministros de sanidad socialistas -y el porcentaje es todavía más elevado si no se cuenta a los que siguen en política- no han tenido reparos en pasarse a la empresa privada y, en no pocas ocasiones, en sectores muy relacionados con su actividad en la administración.
Repasando la lista desde el último de sus ocupantes, Leire Pajín, nos encontramos con que la jovencísima ministra de Zapatero ha dejado la política en primera fila en España para entrar a trabajar en un organismo relacionado con la OMS y la ONU, la Organización Panamericana de la Salud.
Es cierto que no se trata de una compañía privada, pero también hay datos que nos hacen pensar en, cuanto menos, una colisión entre los intereses públicos y los privados de la propia Pajín, ya que los gobiernos socialistas habían entregado a esta organización cantidades notabilísimas de dinero: hasta 61 millones en subvenciones se entregaron en los casi ocho años de gobiernos de Zapatero, y, como podemos ver en la Memoria de Seguimiento del Plan de Cooperación, sólo entre 2007 y 2010 la cantidad entregada superó los 55 millones de euros.
Su paso por el ministerio fue breve: menos de dos años entre julio de 2007 y abril de 2009, pero aprovechó el momento para lograr el escaño de diputado en las elecciones de 2008.
No obstante, lo más llamativo es que, poco después de dejar el ministerio y mientras trabajaba para un centro de investigación público andaluz, firmó con la multinacional farmacéutica Abbott la realización de un estudio "con la participación de 35 expertos" y que se denominó, para qué disimular, Informe Bernat Soria.
Su paso al sector privado ha sido de los más exitosos y extraordinariamente rápido: se produjo tan sólo tres meses después de dejar el poder. Además, si bien no está trabajando en sectores relacionado con el sanitario, sí lo ha hecho en algunos en cuyo funcionamiento el Gobierno tiene una intervención brutal, como por ejemplo el eléctrico, ya que ha sido contratada como consejera por una filial de Endesa.
El nombramiento fue aceptado por la Oficina de Conflictos de Intereses con el argumento principal de que la actividad se desarrollaría en Chile y no en España.
Tras su paso por el ministerio tuvo un puesto en la embajada de Londres y actualmente ocupa la presidencia de dos compañías, Consultrans e Imathia, ambas compañías operan en el mundo de la construcción y, singularmente, en el de los ferrocarriles. De hecho, ni su cercanía con el PSOE ni sus problemas con la justicia han impedido que las compañías de García Valverde reciban importantes adjudicaciones.
Ambas empresas forman parte, por cierto, de Al Shoula, el consorcio de compañías españolas y saudíes que construirá el conocido tren de alta velocidad entre La Meca y Medina, en Arabia Saudí.
Su currículum dentro del sector privado es extensísimo, tal y como se refleja en la página de la Fundación Pfizer –por cierto, García Vargas es patrono de la fundación de la multinacional farmacéutica: "Ha sido Presidente de AESMIDE, Asociación de empresas contratistas con las Administraciones Públicas, es miembro del Consejo Asesor del Ministerio de Sanidad, forma parte del Consejo Asesor de INDRA , de COPISA y de Sofware AG y es consejero de TYPSA Y EXCEM".
Como pueden ver, mucho trabajo y buena parte de él en empresas privadas o asociaciones de empresas muy relacionadas con el sector público.
Tras la polvareda levantada por su nombramiento, Juan José Güemes decidió abandonar la empresa que le había fichado; en todos estos años, ninguno de estos socialistas ha dado un paso similar.
Libre Mercado
Repasando la lista desde el último de sus ocupantes, Leire Pajín, nos encontramos con que la jovencísima ministra de Zapatero ha dejado la política en primera fila en España para entrar a trabajar en un organismo relacionado con la OMS y la ONU, la Organización Panamericana de la Salud.
Es cierto que no se trata de una compañía privada, pero también hay datos que nos hacen pensar en, cuanto menos, una colisión entre los intereses públicos y los privados de la propia Pajín, ya que los gobiernos socialistas habían entregado a esta organización cantidades notabilísimas de dinero: hasta 61 millones en subvenciones se entregaron en los casi ocho años de gobiernos de Zapatero, y, como podemos ver en la Memoria de Seguimiento del Plan de Cooperación, sólo entre 2007 y 2010 la cantidad entregada superó los 55 millones de euros.
Bernat Soria y la farmacéutica
Uno de los casos más llamativos es el de Bernat Soria. El alicantino llegó al ministerio tras una relevante carrera como científico, pero aún a pesar de ello no resistió la tentación de falsificar su currículum.Su paso por el ministerio fue breve: menos de dos años entre julio de 2007 y abril de 2009, pero aprovechó el momento para lograr el escaño de diputado en las elecciones de 2008.
No obstante, lo más llamativo es que, poco después de dejar el ministerio y mientras trabajaba para un centro de investigación público andaluz, firmó con la multinacional farmacéutica Abbott la realización de un estudio "con la participación de 35 expertos" y que se denominó, para qué disimular, Informe Bernat Soria.
Elena Salgado
La antecesora de Bernat Soria en el cargo fue Elena Salgado, que luego llegaría a ser ministra de Economía y Hacienda e incluso vicepresidenta para Asuntos Económicos.Su paso al sector privado ha sido de los más exitosos y extraordinariamente rápido: se produjo tan sólo tres meses después de dejar el poder. Además, si bien no está trabajando en sectores relacionado con el sanitario, sí lo ha hecho en algunos en cuyo funcionamiento el Gobierno tiene una intervención brutal, como por ejemplo el eléctrico, ya que ha sido contratada como consejera por una filial de Endesa.
El nombramiento fue aceptado por la Oficina de Conflictos de Intereses con el argumento principal de que la actividad se desarrollaría en Chile y no en España.
Julián García Valverde
García Valverde ha sido uno de los ministros de Sanidad más breves de la historia, ya que dimitió nueve meses después de ser nombrado, al ser imputado por un asunto de adjudicación de terrenos en la línea del AVE entre Madrid y Sevilla, un problema que le afectaba porque antes de ministro había sido durante varios años presidente de RENFE. Años después, por cierto, sería absuelto de las acusaciones.Tras su paso por el ministerio tuvo un puesto en la embajada de Londres y actualmente ocupa la presidencia de dos compañías, Consultrans e Imathia, ambas compañías operan en el mundo de la construcción y, singularmente, en el de los ferrocarriles. De hecho, ni su cercanía con el PSOE ni sus problemas con la justicia han impedido que las compañías de García Valverde reciban importantes adjudicaciones.
Ambas empresas forman parte, por cierto, de Al Shoula, el consorcio de compañías españolas y saudíes que construirá el conocido tren de alta velocidad entre La Meca y Medina, en Arabia Saudí.
Julián García Vargas
Antes de García Valverde, otro Julián y otro García ocupó el ministerio: Julián García Vargas, que posteriormente fue ministro de Defensa. Su desarrollo profesional posterior ha tenido no poco que ver con este sector y, de hecho, hoy en día es presidente de TEDAE, la Asociación Española de Tecnologías de Defensa, Aeronáutica y Espacio.Su currículum dentro del sector privado es extensísimo, tal y como se refleja en la página de la Fundación Pfizer –por cierto, García Vargas es patrono de la fundación de la multinacional farmacéutica: "Ha sido Presidente de AESMIDE, Asociación de empresas contratistas con las Administraciones Públicas, es miembro del Consejo Asesor del Ministerio de Sanidad, forma parte del Consejo Asesor de INDRA , de COPISA y de Sofware AG y es consejero de TYPSA Y EXCEM".
Como pueden ver, mucho trabajo y buena parte de él en empresas privadas o asociaciones de empresas muy relacionadas con el sector público.
Tras la polvareda levantada por su nombramiento, Juan José Güemes decidió abandonar la empresa que le había fichado; en todos estos años, ninguno de estos socialistas ha dado un paso similar.
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