Se cree que puede haber espiado a países como China e Irán, sobre los que EE. UU. tiene un particular interés
La nave espacial secreta de la agencia estadounidense NASA que viajó durante un año a una velocidad de 27 mil kilómetros por hora y tal vez espiaba a China e Irán, entre otros, regresaría a la Tierra este mes.
Se espera que la nave, equipada por especialistas en trajes de protección de amenazas biológicas, aterrice a mediados o finales de junio, según pronostica el periódico Daily Mail.
El aparato, que mide casi 9 metros de largo y funciona con energía solar, fue diseñado, según Boeing, para “experimentos en el espacio, reducción de riesgos y desarrollo de planes de operaciones”.
Sin embargo, por no haber ninguna información concreta sobre el vuelo del X37-B, surgen varias suposiciones acerca de sus verdaderos fines.
Ya que la nave puede hallarse en alturas hasta 800 kilómetros sobre la Tierra, a una distancia mayor a la de la Estación Espacial Internacional (354 kilómetros), hay teorías de que es un espía robotizado, cuyo fin es observar Tiangong, la nueva estación espacial china.
Además, en mayo pasado varios astrónomos amateur lograron detectar la trayectoria del primer X-37B -lanzado hace dos años y que aterrizó en diciembre pasado- que volaba sobre Corea del Norte, Irak, Irán, Pakistán y Afganistán, todos Estados de particular interés de EE. UU.
Partiendo de estos datos, los especialistas alegaron que las autoridades estadounidenses podrían usar la nave espacial para vigilancia.
Según otros expertos, tal vez no se trata de un espía, ya que EE. UU. tiene un amplio número de otros espías voladores y, en realidad, la NASA está poniendo a prueba las extraordinarias capacidades del combustible del X-37B.
Fuente: RT nboticias
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Javier Biardeau R.
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