Europa, en vilo ante la encrucijada griega


Cinco años seguidos de recesión -mucho peor que la etapa inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial y la posterior guerra civil- y una pobreza del Tercer Mundo que convive con los yates y el lujo de quienes en su vida han pagado impuestos. Más de 1.800 suicidios en los últimos dos años por parte de personas agobiadas por las deudas. Un 57% de desempleo juvenil  y un paro oficial de un 22,6% en el primer trimestre de este año, tendencia ascendente. Atracos diarios e inseguridad ciudadana. Cada día salen de los depósitos bancarios y las cuentas de ahorro entre 100 y 500 millones de euros. La gente normal prefiere tener el dinero en casa, los más pudientes hace ya mucho que se llevaron sus millones fuera o los invirtieron en pisos en Berlín o Londres.

En este clima de confusión, ira, desaliento y frustración  respiran día a día once millones de griegos, quienes ven, impotentes, como milicias neonazis del nuevo partido Amanecer Dorado apalean a inmigrantes, personas de raza negra e indigentes, insultan y amenazan a periodistas e intelectuales y auguran broncas constantes en el nuevo Parlamento. Ciudadanos que escuchan a unos políticos que se dedican más a insultarse mutuamente que a poner soluciones sobre la mesa. Probablemente no las tienen, o no las pueden definir con precisión porque son conscientes de que ningún partido logrará la mayoría absoluta, esos 151 escaños precisos en un Parlamento con 300 asientos.Y ello a pesar de que, según la ley electoral, al partido ganador se le regalan 50 escaños más. Habrá que buscar coaliciones, y esto es algo inédito en Grecia. Estas son las opciones:

-un Gobierno de salvación nacional, del que formarían parte los tres partidos más importantes: conservadores, Syriza (radicales de izquierda) y los socialistas del PASOK, y eventualmente un partido minoritario de izquierdas, el Democrático. Bonita idea pero poco realizable en la práctica.

¿Se puede exigir humanamente más al pueblo griego? En todo caso, sí a sus dirigentes, a quienes aspiran a formar un gobierno mínimamente viable. Ellos serán quienes podrán pedir un paréntesis en esta dieta de adelgazamiento que está creando un auténtico “genocidio social”.

-un Gobierno de los conservadores de Nueva Democracia con los socialistas  y el apoyo de un tercer partido progresista, Dimar. El problema sería aquí que los izquierdistas radicales de Syriza, los comunistas y los sindicatos bloquearían el país con huelgas y protestas. Enorme inestabilidad política y social.

-un Gobierno de los radicales de izquierda con la Izquierda Democrática, en el caso de que consiguieran suficientes escaños, o con los socialistas, si necesitaran un tercer aliado, aunque habría problemas también porque muchos ven a éstos últimos como responsables del caos actual y de la política de austeridad pactada con Bruselas.

-la cuarta opción, la peor, es que no se alcanzara ningún acuerdo y hubiera que volver a convocar elecciones. Pero hay un problema añadido, y es que sólo hay dinero para pagar medicamentos, pensiones y salarios hasta mediados de julio. El nuevo Parlamento que salga de estos comicios debería ser también el que negociara con la troika la llegada de nuevos fondos al país a cambio de nuevos recortes por valor de 11.500 millones de euros.

¿Se puede exigir más a los griegos?
¿Se puede exigir humanamente más al pueblo griego?  En todo caso, sí a sus dirigentes, a quienes aspiran a formar un gobierno mínimamente viable. Ellos serán quienes podrán pedir un paréntesis en esta dieta de adelgazamiento que está creando, según algunos observadores, un auténtico “genocidio social” en Grecia. En las elecciones del pasado 6 de mayo tuvo lugar el voto de la ira, ahora toca, probablemente, el voto del miedo. Miedo a perder el euro, miedo a volver al dracma.
Miedo a que, de nuevo, el poder caiga en manos de auténticos irresponsables. Bien lo sabía el expresidente Kostantinos Karamanlis cuando definió a su país como “un manicomio sin fin”.

Fuente:  - ElConfidencial.com

Tres ensayos sobre la política y el Internet en México
Hacia la democracia electrónica. - Irving Reynoso Jaime - 13-06-2012

Publicar un comentario

0 Comentarios