El poder es de los ciudadanos, no de los politicos; éstos son meros instrumentos para la administración del estado, pero se ha visto que el poder corrompe, esto no es simplemente una expresión, sino la realidad: corrupción, prevaricacion, favores a la banca, cuando ésta, la banca, ha disfrutado de ellos sin que nadie se atreva a ponerle coto.
Un cambio no necesariamente implica una revolución por la vía de las armas, ésta se puede realizar sin violencia, donde todos debemos aceptar el papel que nos toca asumir dentro de un nuevo orden.
Este nuevo orden implica:
- Que el poder reside en el pueblo soberano y éste es el que tiene la última palabra.
- Que los partidos políticos como los conocemos hoy deben realizar cambios estructurales profundos para acabar con la hegemonía de los “caudillos” -entre otras cosas- que se han perpetuado en el poder como si éste fuera de su propiedad, cuando en realidad fue prestado por los ciudadanos, por medio del voto, para llevar a cabo la administración del estado de la mejor manera posible.
- Nueva Constituyente, donde los ciudadanos aporten sus ideas de cómo debe ser un estado, y el gobierno provisional debe elaborar una nueva constitución tomando en cuenta las sugerencias de los ciudadanos y las suyas propias y se someterá a referendum del pueblo para su aprobación; así mismo, cualquier ley que afecte a la nueva constitución debe someterse a referendum de los ciudadanos; esta tarea puede ser en principio muy tediosa, pero es la única forma para que los ciudadanos se impliquen directamente en política y dejar de ser meramente espectadores para convertirse en arte y parte del nuevo estado.
- El estado debe convertirse en garante de la seguridad de los ciudadanos, mediante la correcta administación del mismo.
- El estado no puede ser rehen de la banca bajo ningún concepto y debe ser éste, el estado, quien dicte las nuevas reglas por las cuales se regirá la nueva sociedad.
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