O lo que es lo mismo, prácticamente se ha duplicado respecto de los 503.518 millones que se registraban al comenzar la crisis. Tan sólo en 2011, un año marcado por los ajustes, la deuda pública creció en nada menos que 126.379 millones de euros.
Esto significa que el endeudamiento público representa ya el 87% del Producto Interior Bruto (PIB), de largo el nivel más elevado de las series históricas. La cifra es sustancialmente mayor a la que de forma convencional se utiliza para identificar esta variable, y que Eurostat -la oficina estadística de la UE- ha situado en el 68,5% del PIB.
La diferencia estriba en que Eurostat sólo contabiliza la deuda en términos de Protocolo de Déficit Excesivo, pero deja fuera casi 200.000 millones de euros que las distintas administraciones públicas deben devolver con sus correspondientes intereses.
Igualmente, las empresas públicas -como Aena o Renfe- se endeudan, en el primer caso en torno a los 12.000 millones de euros, pero esas operaciones que aumentan los compromisos económicos del sector público están excluidas del Protocolo de Déficit Excesivo. Los datos más recientes del Banco de España muestran que el conjunto de empresas públicas debe ya nada menos que 55.865 millones.
En todo caso, lo relevante es la cifra total, ya que refleja la realidad del endeudamiento. Y lo que aclaran los datos del Banco de España es que la Administración Central adeuda ya 649.425 millones, mientras que las comunidades autónomas deben otros 191.597 millones. Las corporaciones locales, por su parte, adeudaban al finalizar el año pasado 63.686 millones, por encima de los 27.442 millones de la Seguridad Social.
Cómo camuflar deuda
España, en todo caso, se sitúa en niveles medios en cuanto a utilización de esos instrumentos de financiación que en realidad sirven para camuflar deuda a ojos de Eurostat.
Según este documento del Servicio de Estudios de la Caixa, Francia es, con diferencia, el país que hace un mayor uso. Italia, Reino Unido o Alemania, por el contrario, acuden en menor medida a la emisión de activos financieros por parte de sus empresas públicas que no computan a efectos de la oficina estadística de la Unión Europea.
Lo relevante, en todo caso, es la tendencia, y los próximos años no indican nada bueno. El propio Gobierno ha estimado en la actualización del Programa de Estabilidad que este año la deuda pública crecerá de forma abrupta hasta representar el 79,8% del PIB, y seguirá subiendo hasta alcanzar un pico del 82.3% en 2013. A partir de ahí, la ratio deuda/PIB tenderá a estabilizarse con una ligera tendencia a la baja.
El servicio de Estudios de la Caixa, por el contrario, estima que se estabilizará en el 85% en términos de Protocolo de Déficit Excesivo, lo que significa que si se mantiene la distancia respecto del endeudamiento real, el conjunto de los pasivos financieros superará ampliamente el billón de euros en los próximos años.
Fuente: elconfidencial.com
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