La crisis rompe cuatro décadas de bipartidismo griego

Tsipras, líder de la Izquierda Radical, festeja su resultado. | AfpLa crisis económica ha acabado de golpe con cuatro décadas de tradición política griega: el bipartidismo entre los conservadores de Nueva Democracia y los socialistas del Pasok ha quedado hecho añicos. Juntos sumarán poco más del 32% de los votos, dificultando la próxima formación de gobierno. El resultado es crucial para el futuro de la Unión Europea: son los únicos que apoyan las medidas de austeridad, aunque hayan anunciado su intención de revisarlas. [Resultados]

El voto griego ha condenado con dureza los recortes: el resto de partidos que entrarán en el parlamento son frontalmente contrarios al memorando. La coalición entre los dos partidos tradicionales desde noviembre de 2011 -podría repetirse ahora- ha contemplado como los ingresos de los griegos disminuían un 25% en los últimos meses.

El paro se ha situado en el 21,8% de la población. Uno de cada cuatro griegos, el 27,7%, vive bajo el umbral de la pobreza. No haber podido dar respuesta a esos problemas y haber exprimido los bolsillos de los griegos con unas severas subidas de impuestos, hasta a los pensionistas, ha acabado con la confianza de los electores.

Antonis Samaras, el candidato de Nueva Democracia, se ha impuesto en los comicios, pero no sumará ni el 20% de los votos. Un porcentaje pírrico para un partido ganador, más teniendo en cuenta que ha perdido alrededor de un 13% de apoyos con respecto a las elecciones de 2009 y esas las perdió.

Lo tradicional hubiera sido que el Pasok le siguiese en los votos, pero el castigo de los griegos a Evagelos Venizelos, el ex ministro de Economía que aprobó todos los recortes desde junio de 2011, ha sido fulminante: los socialistas han perdido la segunda posición en favor de la Coalición de la Izquierda Radical (Syriza) del joven Alexis Tsipras, posicionado contra el memorando y la Troika. Por primera vez desde 1977, tres años después del final de la dictadura, no ocuparán uno de los dos primeros lugares.

Entre las muchas lecturas de estas elecciones, hay una muy destacable: la crisis económica ha propiciado el crecimiento los partidos extremistas. Entre ellos destacan el neofascista Amanecer Dorado del polémico Nikolaos Michaloliakos. Su discurso populista, nacionalista y xenófobo ha calado hondo en una parte de un electorado muy castigado por los efectos de los recortes.

La campaña electoral de esta agrupación ha consistido en una crítica constante a la inmigración ilegal. También han organizado repartos de comida entre los griegos más necesitados. Tienen muchas probabilidades de conseguir una veintena de diputados. También han ganarán más de 20 parlamentarios los comunistas de Andrea Papariga, aunque menos de los esperados. Un total de siete partidos entrarán en el parlamento.

Tres días para formar gobierno

El objetivo de todos los partidos es llegar a los 150 diputados, la mitad de un parlamento de 300, para formar gobierno. Es seguro que nadie lo conseguirá este año. El sistema electoral griego otorga 50 diputados al partido que gana las elecciones, en este caso Nueva Democracia. Su porcentaje de votos garantiza alrededor de 111 diputados, insuficiente para gobernar en solitario.

Si ningún partido gana los 150 parlamentarios necesarios para formar gobierno, el partido ganador, en este caso Nueva Democracia, tendrá que buscar una coalición con sus rivales en unas negociaciones con un plazo de tres días. Si no lo consigue, el turno recaerá en Syriza, por haber obtenido el segundo lugar. En el caso de que el partido de Tsipras tampoco lograse formar gobierno, el Pasok tendría también su oportunidad. Si entonces no hubiera emergido una coalición, se tendrán que repetir las elecciones, probablemente a finales de mayo.

Escenarios

Los próximos días van a poner a prueba las promesas iniciales de unos candidatos que rehusaban cualquier tipo de coalición. Samaras ya ha admitido que formaría un gobierno de concentración para intentar mantener al país en el euro, renegociando los términos de las medidas de austeridad con la Troika.

En consonancia se ha mostrado Evangelos Venizelos: "Un gobierno de unidad nacional con la participación de todos los partidos a favor del camino europeo, sin atender a sus posiciones políticas con la responsabilidad de llegar a acuerdos, tendría significado".

El escenario más comentado es una reedición de la coalición entre Nueva Democracia y Pasok que propició el gobierno del tecnócrata Lucas Papademos. Habrá que esperar al recuento definitivo de los votos para saber si ambos partidos pueden llegar a los 150 diputados. Están cerca de conseguirlo: los conservadores se mueven alrededor de los 111 y los socialistas de los 42.

Venizelos ha llamado al resto de partidos a participar en un posible gobierno de unidad, sin mucho éxito, por lo menos en la noche electoral: "Los partidos que firmaron el memorando (las medidas de austeridad) ahora son una minoría. El veredicto del público les ha deslegitimizado" dijo la noche electoral Tsipras, desde la segunda posición que le otorgan los votos a Syriza. "Nuestra propuesta es un gobierno de izquierdas que respalde a la gente que rechaza el memorando", ha reclamado.

Sin embargo, no parece contar con muchos apoyos en un principio: Papariga, la líder comunista, se ha negado en rotundo e Izquierda Democrática, un partido escindido de Syriza, tampoco parece dispuesta a cooperar.

Fuente: elmundo.es

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