El santuario del profeta Abraham ha sufrido un incendio este lunes durante las celebraciones de la Pascua o “Pesah”, sita en Al-Quds (Jerusalén Este).
Los israelíes prendieron fuego en una parte del santuario y causaron así numerosos daños materiales en las instalaciones de la mezquita Al-Aqsa, donde está sepultado el profeta Abraham, venerado por cristianos, musulmanes y judíos.
El Ejército del régimen israelí ha mantenido cerradas las instalaciones de la mezquita desde la pasada noche hasta el martes por la noche durante los festejos de la Pascua y ha prohibido el paso a los palestinos que quieren rezar en este lugar sagrado.
Zeid al-Yafari, responsable en asuntos de donación y asignación en Cisjordania, ha asegurado que el régimen israelí ha adoptado estrictas medidas de seguridad y ha impedido que los palestinos de Al-Quds entraran a la mezquita y participasen en los rezos colectivos.
Tras la masacre de Hebrón de 1994 en el santuario de Abraham, esta mezquita (Al-Aqsa) fue dividida entre palestinos e israelíes, más del 60% de sus instalaciones se han convertido en sinagogas.
Un israelí llamado Baruch Goldstein fue el principal autor de la masacre de Hebrón de 1994, en la que murieron asesinados 29 musulmanes y otros 120 resultaron heridos mientras oraban en la mezquita.
Desde la ocupación de los territorios palestinos, el régimen israelí busca derrumbar la mezquita de Al-Aqsa y cambiar demográficamente las regiones palestinas a su favor.
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