Cada día que pasa, el Gobierno de Mariano Rajoy anuncia medidas que desde el punto de vista de la ciudadanía son cada vez más impopulares, según los analistas políticos consultados por este diario. "Y tocando aspectos más que sensibles sobre el estado del bienestar al que nuestro país ha estado acostumbrado en los últimos treinta años y que parece más que evidente, que las cuentas públicas ya no pueden soportar", señalan estos mismos medios. El Gobierno se esfuerza en sus comparecencias en pedir a los ciudadanos compresión ante las medidas "de ajuste" que lleva a cabo para intentar a corto plazo equilibrar el déficit público dejado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, "de un 8,5 por ciento del PIB frente al seis por ciento anunciado y comprometido ante la Unión Europea, desviación que —por cierto, según las fuentes consultadas- ningún responsable socialista ha pedido perdón públicamente, ni ha asumido ese error". Y el jefe del Ejecutivo lo ha dejado muy claro este jueves ante los recortes en Sanidad y Educación: "No hay dinero para atender el pago de los servicios públicos. Hemos gastado muchísimo en los años pasados".
Este jueves, el turno le ha tocado el turno a la Educación, para intentar recortar 3.000 millones de euros en este capítulo. Y sobre todo al capítulo universitario. En una reunión celebrada con las comunidades autónomas en el marco de la Conferencia General de Política Universitaria, el Ministerio de Educación ha propuesto elevar las tasas de la enseñanza en las facultades públicas que pagan actualmente los alumnos desde el 15 por ciento hasta el veinticinco. De esta forma, el Gobierno no quiere que que el Estado tenga que asumir hasta el 85 por ciento del coste de la enseñanza superior, en lo que a juicio del ministro Wert supone dotar todo el alumnado de una beca.
Concretamente, las medidas propuestas por Educación suponen que los alumnos paguen hasta 540 euros más de lo actualmente establecido por la primera matrícula universitaria, según ha explicado la secretaria de Estado de Educación, Monserrat Gomendio tras la reunión de esta Conferencia, quien ha comparecido ante los medios de comunicación, y no el ministro, José Ignacio Wert. También ha anunciado medidas contra los repetidores, de curso o de asignatura, que verán ampliado el porcentaje de las tasas entre un 30 y un 40 por ciento en el caso de una segunda matrícula, entre el 65 y el 75 por ciento para la tercera y entre el 90 y el cien por cien para la cuarta.
Fuentes educativas consultadas por este diario subrayan que la reforma propuesta del Gobierno tiene dos vertientes, una positiva y otra negativa: "La negativa es que aumentar las tasas en primera matrícula en casi 600 euros puede provocar que muchos padres renuncien a enviar a sus hijos a la Universidad, y más en esta época de crisis, al no poder hacer frente a este primer pago. Más coherente es la segunda propuesta, elevar lo que tienen que pagar aquellos alumnos que no cumplan con los objetivos marcados, el aprobado a final de curso". En este sentido, los analistas consultados subrayan que "si es un derecho para toda persona entrar en la universidad, tenga o no tenga recursos económicos, no es menos cierto que el cachondeo se tiene que terminar. Repetidores, tripitidores o más tidores, póngase el cardinal correspondiente delante en cada caso, a costa del erario público, se han acabado. Cambio de mentalidad.La educación básica es fundamental, pero la universitaria no es como la educación primaria o la secundaria obligatoria. Entrar en la Universidad para todos los alumnos que así lo que quieran, sí, pero aquellos que no cumplan los objetivos, que lo paguen, no el Estado".
Fuente: elimparcial
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