Estados Unidos tiene planeado fabricar una nueva generación de aviones no tripulados (drones) de propulsión nuclear, capaces de volar durante meses y ejecutar misiones de bombardeo masivo sin necesidad de reabastecimiento.
Según las órdenes del Pentágono, el consorcio armamentístico Northrop Grumman y los laboratorios Sandia National, principal agencia gubernamental para investigaciones y desarrollo atómico, se encargarán de la fabricación de dichos artefactos.
Chris Coles, del foro Drone Wars UK, ha criticado el nuevo proyecto de Washington por lo inseguro que resulta en comparación con los aviones tradicionales, alegando que los drones tienden a estallarse con más facilidad.
El uso bélico de los aviones no tripulados, iniciado en el mandato de George W. Bush, ha aumentado considerablemente durante la administración del actual presidente estadounidense, Barack Obama, en Afganistán, Paquistán, Yemen, Somalia y en otros territorios.
Asimismo, la Defensa estadounidense busca conseguir la autorización de la Administración Federal de Aviación (AFA) para legalizar el sobrevuelo de las naves no tripuladas en territorio nacional.
A pesar de que el Departamento de Defensa de Estados Unidos ha constatado en reiteradas ocasiones que los drones tienen como objetivo combatir a los grupos terroristas, entre ellos Al-Qaeda, las estadísticas afirman que los civiles son las principales víctimas de los ataques aéreos perpetrados por este tipo de aeronaves.
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