Las elecciones andaluzas y asturianas han supuesto un retroceso en votos tanto del PSOE como del PP (ambos castigados por su política de recortes y su corrupción), mientras crecen la abstención ("lo llaman democracia y no lo es") e IU, que recoge parte del descontento de izquierda.
Pese a tener todo el viento a favor, Javier Arenas fracasa en su cuarto intento de gobernar en Andalucía. El PP gana las elecciones pero no logra la mayoría absoluta. El PSOE se impone en Asturias, pero la derecha podría gobernar si pactan FAC y PP.
GUILLERMO RODRÍGUEZ MADRID 25/03/2012 20:03 Actualizado: 26/03/2012 01:55
Pese a tenerlo todo de cara, pese a exprimir hasta el límite el caso de los ERE en la Junta de Andalucía, pese a lo que auguraban todas las encuestas, pese a contar con la ayuda del Gobierno —que ignoró los requerimientos de Bruselas y retrasó los Presupuestos Generales del Estado hasta este viernes, una vez pasados los comicios—, pese a que era ahora o nunca, Javier Arenas ha vuelto a fracasar en su cuarto intento de gobernar Andalucía.
El varapalo en la comunidad donde los socialistas llevan gobernando 30 años ha quedado refrendado también en Asturias, donde el PSOE se ha impuesto al obtener 16 escaños. Foro Asturias, el partido de Francisco Álvarez Cascos, se ha quedado con 13 escaños; el PP con 10; IU 5 y UPyD con 1. Pese a la victoria socialista, una alianza entre Foro Asturias y el PP les daría la llave del gobierno del Principado.
"La ola azul se ha estrellado en Despeñaperros y en los Picos de Europa", ha resumido el coordinador federal de IU, Cayo Lara.
Las opciones del PP en Andalucía estaban claras: mayoría absoluta o fracaso absoluto. En el PSOE también se tenia claro que una severa derrota agudizaría aún más la crisis que atraviesa el partido desde las autonómicas y municipales del pasado mayo y, sobre todo, desde el 20-N. Una victoria, o una dulce derrota, implicaría ver, por fin, la luz al final del túnel.
Finalmente Andalucía ha votado de forma mayoritaria por los conservadores, pero les ha cerrado la puerta del gobierno: el PP ha obtenido el 40,66% de los votos (1.567.207), lo que supone 50 parlamentarios, tres más que en los comicios de 2008.
El PSOE-A se ha quedado con el 39,52% de los sufragios (1.523.465) y 47 escaños, nueve menos que en las pasadas elecciones autonómicas. IULV-CA da un salto histórico al hacerse con 12 asientos en el Parlamento andaluz, seis más que los logrados en marzo de 2008, al hacerse con el 11,34% y 437.445 votos. El resto de partidos se queda sin representación parlamentaria.
En votos, el PSOE ha ganado en tres provincias —Sevilla, Jaén y Huelva— y el PP en Málaga, Cádiz, Almería, Granada y Córdoba. La participación en las elecciones andaluzas ha sido del 62,22%, diez puntos menos que en 2008. Es la segunda más baja de la historia democrática de la comunidad, sólo por detrás de los comicios de 1990 (55,34%), que también se desligaron de las generales.
Los resultados suponen un duro batacazo para el candidato del PP, Javier Arenas
Los resultados suponen un duro batacazo para el candidato del PP, Javier Arenas, que ni al cuarto intento consigue gobernar en Andalucía. Necesitaba los 55 escaños que otorgan la mayoría absoluta para alcanzar la Presidencia de la Junta de Andalucía y, pese a ganar, se ha quedado muy lejos. De hecho, el PP obtiene 150.000 votos menos que en las elecciones autonómicas de 2008 y supera por apenas 40.000 a los socialistas. Peor parado sale si se toman como referencia los votos obtenidos por los conservadores en las elecciones generales del 20-N, cuando el PP ganó al PSOE en Andalucía por casi 400.000 papeletas.
Su incapacidad para imponerse de forma clara abre el debate sobre la idoneidad de su figura para llevar las riendas del PP andaluz. A ello ha aludido la secretaria general de los conservadores, María Dolores de Cospedal, quien ha señalado que cuando llegue el momento "se hablará" de lo que Arenas "quiera hablar".
El resultado en Andalucía supone, sobre todo, un evidente revés para el Gobierno de Mariano Rajoy, que ha dilatado la presentación de los Presupuestos Generales del Estado hasta después de los comicios andaluces y asturianos. "Han bastado apenas cien días de Gobierno de Rajoy para que lo que parecía una flecha hacia arriba se haya convertido en una flecha hacia abajo", ha subrayado la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, quien ha atribuido el resultado del PP a que los ciudadanos se han dado cuenta de sus "engaños" y de su intento de aprovechar la crisis para "desmontar" el Estado del bienestar.
"Hay una mayoría de votos que quieren un camino que defienda el modelo social y la igualdad", se ha felicitado por su parte un eufórico José Antonio Griñán, consciente del respaldo recibido "en unas circunstancias económicas y sociales muy difíciles"
Liderazgo, no gobierno
Pese a los esfuerzos para esconder el disgusto, Javier Arenas ha presumido de que, por primera vez en la historia de la democracia, el PP ha ganado las elecciones en Andalucía: "Es un hecho histórico, seremos el partido con más diputados en el Parlamento de Andalucía", ha señalado. Con todo, supone la victoria más amarga: "Hemos dado por fácil algo que es difícil", reconocen fuentes del PP.
El PP obtiene 150.000 votos menos que en las autonómicas de 2008
Durante su comparecencia, Arenas se ha referido en todo momento al "liderazgo" en el Parlamento de Andalucía, no al ejercicio de gobierno. La Junta queda ahora en manos de un posible pacto entre el PSOE-A e IULV-CA, que permitiría la continuidad de los socialistas en el poder después de 30 años. Sin embargo, de fondo se escuchan los ecos de Extremadura, donde gobierna José Antonio Monago, del PP, gracias a la ayuda de IU. El PSOE andaluz ya gobernó en coalición con el Partido Andalucista (PA) tras los comicios de 2000 y 2004.
En una paradoja más de la política, las elecciones en Andalucía y Asturias constatan que los que ganan pierden y los que pierden ganan.
Ultima modificacion el Lunes, 26 de Marzo de 2012 09:00
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