Las bolsas occidentales cerraron ayer sin apenas variaciones, en una sesión que fue de menos a más y que estuvo muy condicionada por las negociaciones que se están llevando a cabo en Grecia.
Desde comienzos de la jornada los índices europeos entraron en terreno negativo, lastrados por la falta de un acuerdo definitivo para evitar que Grecia entre en suspensión de pagos el próximo mes de marzo. Así, tanto las conversaciones entre el Gobierno heleno y los partidos que lo sustentan como las que mantiene el Ejecutivo con los tenedores de deuda soberana griega parecían ayer estar encalladas, por lo que los inversores más cortoplacista siguieron, por segundo día consecutivo, aprovechando las recientes revalorizaciones para realizar beneficios.
Los sectores que más habían subido desde comienzos de ejercicio fueron los más castigados. También el sector bancario sufrió ventas tras conocerse que las cifras trimestrales del banco suizo UBS habían estado por debajo de lo esperado por el mercado.
Por su parte, Wall Street abrió también a la baja, siguiendo la estela de las bolsas europeas. Sin embargo, este mercado fue poco a poco recuperando terreno a medida que lo hacía el euro frente al dólar, señal clara de que los inversores en divisas descontaban un pronto acuerdo en Grecia. Ello facilitó, igualmente, que las bolsas europeas redujeran las pérdidas en las últimas horas de la sesión, lo que permitió a sus principales índices cerrar el día a niveles muy similares a los que lo hicieron la sesión del lunes. Los índices bursátiles estadounidenses fueron algo más lejos, terminando el día con ligeros avances.
Hoy, y a falta de otras referencias importantes, Grecia y su “crisis” seguirán marcando el paso a los mercados de renta variable occidentales. En un inicio, esperamos que las bolsas europeas abran al alza, en línea con el comportamiento de Wall Street ayer al cierre de su sesión y de las bolsas asiáticas esta madrugada. La fortaleza del euro sugiere un posible “final feliz” de las negociaciones en Grecia.
Aparentemente se han alcanzado importantes avances entre Grecia y sus acreedores. Además, el BCE parece que está dispuesto a contribuir a la reducción de la deuda no reclamando el valor nominal de los bonos que tiene en balance (ver noticia en apartado de Economía). El mayor obstáculo para que se alcance un acuerdo definitivo lo plantean los partidos políticos griegos, que no parecen estar dispuestos a pedir “nuevos” sacrificios a sus votantes. Así, todo queda en manos, una vez más, de los políticos y de sus intereses electorales, por lo que no nos aventuramos a adelantar qué puede ocurrir finalmente. De llegarse a un acuerdo hoy, las bolsas soltarían un importante lastre y, creemos, retomarían la senda alcista. De no ser así, y posponerse una vez más las negociaciones –no esperamos una ruptura definitiva de momento ya que todavía hay tiempo antes de que se agoten los plazos-, volverían los goteos a la baja de las cotizaciones.
FUENTE: Bolsamania.com
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