Siria reiteró que países de la región están financiando y protegiendo a los grupos armados terroristas, lo cual documentará posteriormente y exigirá su expatriación y compensaciones por pérdidas de vidas y propiedades, recalcó aquí el vicecanciller Fayssal Mikdad.
En un encuentro con la prensa extranjera, Mikdad aseguró que las autoridades están acumulando evidencias y precisando los estimados de daños y prejuicios de la actual violencia terrorista, y responsabilizó a potencias occidentales y en particular a la Liga Árabe (LA) por la actual crisis en el país.
"No hay organización regional o internacional en el mundo que mate a sus miembros e hijos, excepto la Liga de Estados Árabes", denunció el vicecanciller quien repudió el papel conspiratorio de este ente regional contra el pueblo y gobierno sirios.
Además de este encuentro con periodistas extranjeros, Mikdad también compareció previamente ante las cámaras de la televisión siria para hacer un análisis de los últimos acontecimientos internos y en torno a Siria.
El funcionario recordó que la campaña mediática se intensificó antes de la última sesión del Consejo de Seguridad en un intento por influenciar negativamente la opinión pública internacional y las posturas de varios gobiernos.
Esa escalada -dijo- comenzó luego que la misión de observadores presentó su informe a la LA.
"Pese a que el reporte era profesional y objetivo, el Comité Ministerial Árabe lo desdeñó porque no satisfizo a algunos de los países de la región y en el Consejo de Seguridad de la ONU", recalcó.
En esa conspiración participan múltiples partes y tiene una estructura complicada, y está encaminada a mantener a Israel como la única entidad ocupadora de las tierras palestinas y árabes, denunció Mikdad.
Señaló que el doble atentado terrorista en Aleppo, con saldo de 28 muertos y 235 heridos entre militares y civiles, no ha sido condenado por las partes que pretenden luchar contra el terrorismo, lo cual corrobora la doble moral de estos países.
Enfatizó que Estados Unidos y aliados occidentales no quieren lograr una paz justa e integral en la región, solo les importa que Israel controle toda la región.
En este contexto -acentuó- "Siria no está aislada en el mundo; tiene muchos amigos, pero lo que da una impresión equivocada es el volumen de propaganda distorsionadora contra el sistema nacional y democrático sirio".
Consideró que los esfuerzos de algunos gobiernos por establecer el llamado Grupo de Amigos de Siria están dirigidos a apuntalar a los enemigos de Damasco y preparar una agresión, y condenó que los que están "detrás de esta noción son estados coloniales".
Mikdad destacó el veto ruso y chino en el Consejo de Seguridad contra un proyecto árabe-occidental de resolución, el cual consideró lo hicieron en defensa de la Carta de la ONU y de la no interferencia en los asuntos internos de los estados miembros, al tiempo que bloqueó un nuevo intento al retorno de la colonización.
Insistió en que Siria permanecerá fuerte gracias a la unidad nacional que no han podido resquebrajar sus adversarios pese a la intensa hostilidad, incluida la terrorista, y al proceso de reformas que lleva adelante el presidente Bashar al-Assad.
Esbozó el proyecto de reformas que abarca una nueva Constitución, elecciones libres y universales, apertura política con la creación de nuevos partidos, separación y delimitación de las funciones de las ramas del Estado, descentralización de las administraciones locales, entre otras, incluidas económicas, sociales y en materia informativa.
El vicecanciller recordó que el proceso de reformas en Siria, el cual comenzó hace años, enfrentó complicaciones y obstáculos principalmente el conflicto árabe-israelí y sus consecuencias, la invasión estadounidense de Irak en 2003 y las continuas amenazas de invadir a Siria.
No obstante, Mikdad reiteró que Damasco proseguirá con su plan de reformas, y las urnas -señaló- decidirán quien gobierna en Siria.
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