El presidente de Ecuador, Rafael Correa, informó el sábado de una conspiración de la oposición que busca generar el descontento en las Fuerzas Armadas y desestabilizar al gobierno.
El mandatario ecuatoriano declaró que se descubrió el "plan revancha", en el que "politiqueros, oficiales en servicio pasivo" que sirvieron a la Agencia de Inteligencia Central de EE.UU. (CIA), y "alguno que otro oficial activo" buscan difundir que él (Correa) se niega a pagar un retroactivo de 70 millones de dólares por una homologación de cargos, informa AFP.
En su informe semanal de labores, hizo alusión a la rebelión policial del 30 de septiembre de 2010 por reclamos salariales, que según el jefe de Estado ecuatoriano, fue incitada por grupos opositores para defenestrarlo, de ahí que aseverase: “tratan de poner a la fuerza pública contra el gobierno (…) El objetivo actual es crear otro 30–S, porque creen que es la única posibilidad de evitar el triunfo de la “la revolución ciudadana en las urnas en 2013”.
Según Correa, estas maniobras se originan por un decreto de 2006, durante la presidencia de Alfredo Palacio que asumió el cargo desde el 20 de abril de 2005 hasta el 15 de enero de 2007, que homologó los rangos militares con las categorías del servicio público; por ese proceso los oficiales recibieron un pago retroactivo a 2010, que según Correa, debía ser desde 2008 con lo que el Estado debía haber desembolsado 70 millones de dólares, pero esto no procedió por un requerimiento “malintencionado” del Congreso.
La rebelión del septiembre de 2010 causó la muerte de diez personas, y otras 300 resultaron heridas
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