La ley Stop Online Piracy Act, mejor conocida como Sopa y la ley de Protect Ip Act o Pipa, han generado una polémica mundial entre los que defienden la “neutralidad del internet” y los que prefieren una regularización de los contenidos.
Sin embargo, “este hecho va más allá de lo que se ha dicho, incluso más allá de lo que afirman algunas posturas: atentar contra la libertad de expresión”, indicó Andrés Arenas profesor de la Maestría en Gobierno Electrónico de la Universidad Nacional Experimental de las Fuerzas Armadas (Unefa).
“El problema de la ley Sopa y la ley Pipa es la consecuencia ya al final de la cadena de lo que se conoció como la red de Echelon, que es una red de espionaje mundial con la cual Estados Unidos, Gran Bretaña, Nueva Zelanda y Australia firmaron un convenio para espiar las comunicaciones vía radio, satélite y ahora las redes electrónicas por internet de toda información que según ellos atente contra sus intereses”, dijo Arenas durante una entrevista en el programa “Toda Venezuela” de Venezolana de Televisión (VTV).
El profesor acotó que para fortalecer sus métodos de espionaje el gobierno de los Estados Unidos repotenció la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en inglés) con una gran cantidad de dinero para vigilar las comunicaciones en países extranjeros. “Si alguien dice en una página de internet que hay un bombardeo en Siria ellos pueden desmentirla y cerrar esa web porque a su juicio infringe el derecho de autor”, ejemplificó.
“Ellos tienen la capacidad de volarse redes sociales como Facebook y Twitter, pero cuentas puntuales”, agregó.
Continuó diciendo que la Central Intelligence Agency (CIA) tiene intereses en compañías como Google y Facebook “por tanto están interesados en estas leyes porque quiénes están de cara al público en Estados Unidos sobre este tema son la industria cinematográfica norteamericana, la industria discográfica con el pretexto de que no pirateen los discos y la industria farmacéutica”.
El profesor comentó que esta última es cliente de una empresa que fabrica uno de los softwares más grandes de espionaje, conocido como Autonome, y sostuvo que una licencia del mismo cuesta alrededor de 2 millones de dólares.
“Eso lo utilizan las grandes corporaciones norteamericanas, el Departamento de Estado estadounidense y el Departamento de Defensa británico para husmear correos, bases de datos y teléfonos celulares. De hecho el único cliente que tienen en Venezuela es Globovisión”, aseveró.
Política o cortina de humo
El catedrático de la Unefa destacó que esta polémica puede ser usada por el presidente Barack Obama para aumentar su porcentaje en las encuestas de cara al proceso electoral que enfrentará dentro de 10 meses. Incluso comentó que el mandatario norteamericano aprobó la creación de un Comando cibernético con el que se ataque virtualmente a países que consideren “hostiles”.
“Si ellos determinan, como lo que pasó con la Cónsul en Miami, que Venezuela tuvo algo que ver y por tanto representa un peligro para ellos, mañana mismo pueden entrar a la plataforma y tumbarnos nuestra estatal Cantv”, puntualizó.
Arenas manifestó que este conflicto se puede concebir de dos formas, una en la que si Obama rechaza ambas leyes “se puede convertir en el gran pacificador, para subir las encuestas, justificar su Premio Nobel de la Paz y crear una nube de humo para presentarse como el gran líder de cara al proceso electoral. La otra forma sería la concepción de este problema como la última fase para poder ejecutar las labores de inteligencia que el imperio ha hecho en todo el mundo”.
Advirtió que alguna ley para restringir la información está por venir “porque la anarquía con la que crearon el internet no les esta dando resultados y ahora penden de un hilo. Por ello decir que la ley Sopa y Pipa sería solamente por la libertad de expresión, es muy inocente”, subrayó.
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