Tres países europeos, cuyos nombres no han sido revelados, están intentando obtener un aplazamiento de entre tres a seis meses para la imposición de sanciones contra el petróleo de Irán, según ha asegurado este sábado Mehrdad Emadi, uno de los asesores económicos de la Unión Europea (UE).
Emadi, en una entrevista concedida a la cadena BBC, ha señalado que las sanciones petrolearas entrarían en vigor con un retraso de hasta seis meses, pues algunos de estos países necesitan tiempo para prepara su economía ante tal hecho, según informa la agencia iraní de noticias Fars.
En concreto, tres países europeos solicitan una prórroga de unos tres a seis meses para poder gestionar el efecto que tendrán las sanciones al petróleo iraní sobre sus economías, y buscar otras alternativas de abastecimiento.
Según los expertos, las sanciones contra Irán no tendrán efecto alguno, ya que el aplazamiento de las medidas punitivas de Occidente permitirá al país persa encontrar nuevos clientes para su petróleo.
Emadi ha agregado que Europa no tiene problema alguno a la hora de encontrar otra alternativa al petróleo iraní, ya que Arabia Saudí está dispuesto a suministrar petróleo a los países de la UE, pero no otorgará facilidades a sus clientes europeos, tal y como lo ha hecho siempre Irán.
Según este informe, los países miembros de la UE, durante los seis primeros meses del año 2011, compararon un 18% del petróleo y gas iraní. Entre dichos países figuran España e Italia, que fueron las naciones que hicieron una compra mayor respecto a los demás miembros.
Los países de la Unión Europea llegaron la semana pasada al acuerdo de no importar petróleo de Irán, como medida de presión para forzar a la República Islámica a renunciar a su programa nuclear con fines pacíficos.
La entrada en vigor de las sanciones petroleras contra Irán perjudicará considerablemente a los países más vulnerables de Europa. Grecia, por ejemplo, recibe crudo iraní, a razón del 14% del total de su consumo, con un pago muy aplazado, lo que conviene a un país que atraviesa una crisis sin precedentes. Por su parte, España, de entre los Veintisiete, es uno de los países que más depende del petróleo iraní: el 14,6% del petróleo que importa España procede de Irán.
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