España e Italia están en riesgo de recesión. Así ha sido puesto de manifiesto en ambos países, que auguran un 2012 delicado para las economías de ambos países, a pesar de que se espera un período de estabilidad política. La Fundación BBVA y el ministro de Desarrollo Económico auguran momentos de incertidumbre para ambas economías.
"Vivimos un momento muy difícil" y "es cierto que corremos el riesgo de entrar en recesión", declaró el ministro italiano, insistiendo en las causas "externas" de la degradación de la coyuntura económica.
Según las últimas previsiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicadas el lunes, la economía italiana sufrirá una contracción de 0,5% el año próximo.
Por su parte, el Servicio de Estudios del BBVA, asegura que la economía española "sigue estancada" y advierte de que han aumentado las posibilidades de que España vuelva a caer en recesión.
En concreto, BBVA Research afirma que las previsiones de PIB señalan un "incremento significativo" de la posibilidad de que se produzca una contracción económica en el cuarto trimestre del año y alerta de que la tasa de paro se reducirá "con lentitud" y se mantendrá por encima del 17% en 2015.
De hecho, sostiene que los indicadores de confianza y volatilidad en los mercados financieros europeos ya avanzan que durante el tramo final del año podría materializarse un estancamiento de la economía europea, que afectaría "negativamente" al hasta ahora "vigoroso" crecimiento de las exportaciones españolas.
"Más importante aún puede ser el efecto que las preocupaciones por la solvencia de algunas entidades financieras europeas pueda tener en la provisión de crédito en el continente y, por lo tanto, sobre la actividad", advierte.
Según el servicio de estudios de la entidad, el aumento de la incertidumbre en varios frentes condicionará el escenario económico en el corto y medio plazo, mientras que las expectativas de que la prima de riesgo presente una reducción más lenta hacia los niveles consistentes con los fundamentales de la economía española restarían crecimiento a 2012.
Por otro lado, BBVA Research indica que las dudas sobre la resolución definitiva de la crisis soberana ya habrían empezado a afectar a las expectativas de empresas y familias, lo que también tendría un efecto "negativo" sobre el consumo y la inversión durante los siguientes trimestres.
Asimismo, la "creciente posibilidad" de que la Seguridad Social se desvíe de sus objetivos de consolidación fiscal (superávit del 0,4% en 2011) y, particularmente, de las comunidades autónomas (déficit del 1,3%) supone, según la entidad, un "mayor esfuerzo" de consolidación que el esperado hace tres meses, tanto en la segunda mitad de 2011 como en todo el 2012.
En cambio, BBVA considera que el contexto de mayor incertidumbre está llevando al Banco Central Europeo (BCE) a una política monetaria "ligeramente más acomodaticia", lo que puede ser "especialmente positivo" para las familias y las empresas españolas, aunque "insuficiente" para compensar los efectos más directos del incremento de la incertidumbre sobre la prima de riesgo y los costes de financiación de la economía.
MÁS RIESGO POR LA FALTA DE MEDIDAS
A pesar de las circunstancias económicas, el servicio de estudios de la entidad mantiene que el PIB cerrará el 2011 en el 0,8% y prevé tasas de crecimiento intertrimestral "moderadas" durante el próximo año, que se concretarán en un crecimiento del 1% en el conjunto del ejercicio.
En este escenario, advierte de que la ausencia de medidas definitivas, tanto a nivel europeo como a nivel interno, que despejen por completo las dudas que persisten sobre la gobernanza europea y la capacidad de crecimiento y creación de empleo de la economía, supone "un aumento significativo de la probabilidad de escenarios de riesgo".
EL CONSUMO Y SU FINANCIACIÓN
En este contexto, BBVA Research cree que el consumo se estancará en el conjunto de 2011, evolución que mantendrá en 2012 a pesar de que la creciente incertidumbre podría sesgar al alza la tasa de ahorro por motivos recaudatorios. Aún así, la probabilidad de escenarios de riesgos en la economía entraña un sesgo "significativo" a la baja para este componente.
Además, como consecuencia del recrudecimiento de las tensiones financieras, el saldo vivo del crédito al consumo de los hogares se redujo considerablemente en los nueve primeros meses del año tanto por una escasez de la demanda como por una limitación de la oferta, unido a un endurecimiento de las condiciones de financiación.
De hecho, BBVA Research cree que la persistencia de las tensiones financieras y la debilidad prevista de la demanda no anticipan un aumento del crédito al consumo en el corto plazo.
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