Prosiguen protestas y enfrentamientos en Egipto, suman 35 muertos


Fuerzas antimotines y manifestantes se enfrentaron hoy en distintas regiones de Egipto, aunque la capitalina plaza Tahrir volvió a ser referente del descontento generalizado hacia la Junta Militar y la represión policial, causante de 35 muertos.

El peligroso deterioro de la situación en El Cairo obligó al Ejército a asumir la protección del Ministerio del Interior, en cuyos alrededores se focaliza la acción más violenta de la policía contra inconformes acampados en la plaza Tahrir, situada a escasos metros.

Prensa Latina pudo comprobar que las escaramuzas ganaron en intensidad esta tarde en la calle Mohamed Mahmoud, ahora convertida en una suerte de frontera entre activistas y uniformados por ser una vía directa hacia el referido ministerio.

Los opositores que demandan la renuncia del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) crearon tres niveles de barricadas aprovechando hierros, mobiliario dañado, vallas policiales, contenedores de basura y escombros para bloquear el acceso a la plaza.

Por quinto día consecutivo, la atmósfera en esa zona de la capital seguía irrespirable debido al cúmulo de gases lacrimógenos disparados por la policía para mantener a raya a los activistas que, como cuando la revuelta contra Hosni Mubarak, se atrincheraron en Tahrir.

Tanto en la emblemática plaza como en sus alrededores uno de los negocios más rentables es desde hace días la venta de máscaras antigas, a un equivalente de casi dos dólares, que utilizan los manifestantes para resistir el clima asfixiante.

En medio del caos y el nerviosismo por la probabilidad de un nuevo desalojo violento de la policía, los acampados desde el viernes en Tahrir coordinan la atención con primeros auxilios en hospitales de campaña a los heridos, básicamente por heridas y síntomas de asfixia.

De acuerdo con datos actualizados por el Ministerio de Salud, del sábado a hoy murieron 35 personas, algunos por heridas de balas reales, otros por golpes, asfixia por la inhalación de gases lacrimógenos y otras causas, además de unos mil 700 heridos de distinta consideración.

Las autoridades sanitarias precisaron que del total de muertes violentas, 31 ocurrieron en El Cairo, dos en Alejandría, una en Ismailia y otra en Marsa Matruh, en el noroeste.

Por otro lado, se comenzaron a estructurar turnos de vigilancia nocturno y, amén de negociantes que aprovechan la lamentable coyuntura para vender cuanto sea menester, crece la solidaridad de personas de estratos más acomodados que donan agua, alimentos, mantas y medicinas.

La creatividad volvió a ser un aliciente para los manifestantes que lo mismo escriben carteles con ocurrentes caricaturas de Mubarak y el jefe del CSFA, Mohamed Hussein Tantawi, pasándose secretos, que hacen montajes de fotos de líderes de gobiernos árabes autoritarios.

Colgado del poste de un semáforo ahora inutilizado en Tahrir, jóvenes colocaron un muñeco vestido de uniforme militar verde olivo -que antes zarandearon en multitudinaria marcha- con un mensaje lapidario: “el pueblo demanda la caída del mariscal”.

(Con información de Prensa Latina)

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