La indignación ya es mundial

 - elConfidencial.com

La indignación recorrió ayer todo el planeta. Personas de más de 950 ciudades de los cinco continentes salieron a la calle para exigir una “auténtica democracia”. En Madrid, ciudad donde se gestó el Movimiento 15-M, centenares de miles de manifestantes volvieron a abarrotar la Puerta del Sol, emblema de la indignación, para protestar en contra de los políticos que los representa, de los mercados, de la banca y de los recortes que se están implantando.

Todas las protestas se desarrollaron sin ningún incidente excepto en Roma, donde un grupo de violentos reventó la manifestación, convirtiendo la ciudad en una batalla campal durante horas, dejando un saldo de cerca de 70 heridos, destrozos y varios vehículos quemados.


En Madrid, los indignados volvieron cinco meses después al kilómetro O. La protesta, que partió de la plaza de Cibeles a las seis de la tarde, consiguió reunir a un colectivo muy heterogéneo de gente, y se pudo ver grupos de familias con niños, estudiantes, trabajadores, ancianos, inmigrantes. En las manos, pancartas y lemas de todo tipo: "Los pijos también nos indignamos". Democracia Real Ya, la rama más moderada del movimiento, tildó de “éxito absoluto” la convocatoria. Los indignados más radicales hablaban de volver a acampar en Sol, pero a última hora de ayer todavía no había signos de ocupación. Todos los asistentes, entre la exaltación y el júbilo, celebraban el éxito de la convocatoria. “Por fin el mundo entero se ha unido”, manifestó Natalia, una de las organizadoras.

Cien, doscientos, quinientos, miles, miles y miles. Conforme la noche caía, las calles se seguían llenando de gente indignada dispuesta a desafiar cualquier predicción. Algún cartel presagiaba que quedaba noche y movimiento para rato. Al grito de ‘a morir todos’, centenares de personas se tumbaron con la boca tapada. Acto seguido, se levantaron poco a poco con el grito de “creían que nos habían matado, empezamos a sobrevivir”. Había grupos que se diluían. Había mayores que se mezclaban con los jóvenes y se interesaban por la razón de su indignación. “Somos licenciados y comemos mortadela”.

El grito del 15-M, cinco meses después
El espíritu 15-M prendió en medio mundo. En Barcelona, la manifestación reunió 60.000 personas, según el ayuntamiento, y unos 250.000 según la organización. En Times Square (Nueva York), el slogan más exitoso fue “This is what democracy looks like”. En México se contaban por cientos. En Londres, más de un millar de manifestantes se sumaron a la ‘okupación’ de la Bolsa. En Alemania se sumaron 10.000 personas contra el Banco Central Europeo. En Miami, acamparon en el Government Center, el lugar donde están los principales edificios públicos de la ciudad. El grito de la indignación se escuchó hasta en Japón.

El 15-O salpicó todas las plazas del mundo. Lisboa, Washington, Tel Aviv, Hong Kong, Argentina… Cada indignado se manifestó en su plaza, en su ciudad, en su país, contra los bancos, los políticos y los mercados, defendiendo los derechos sociales y en contra de los recortes en sanidad y educación. "Ni de izquierdas, ni de derechas. Somos los de abajo y vamos contra los de arriba". Consignas que no son nuevas pero que ayer no solo se gritó en España. Fue una indignación mundial.

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