Una explosión en la central nuclear de Marcoule dans le Gard, cerca de Nimes (sureste de Francia, a poco más de 300 kilómetros de la frontera con España), ha dejado al menos un muerto y cuatro heridos, según informa la Autoridad de Seguridad Nuclear francesa.
Se ha establecido un perímetro de seguridad para impedir el acceso a la zonaEl Gobierno francés ha informado de que existe riesgo de fuga radioactiva, aunque un portavoz de la Autoridad de Seguridad Nacional francesa asegura que "no ha habido ninguna fuga al exterior". El suceso ha tenido lugar a las 11.45 hora local (la misma hora en la España peninsular), según informa Midi Libre. Las primeras hipótesis indican que la explosión se habría originado en un almacén de desechos radiactivos de baja y muy baja actividad de la central.
La policía ya ha establecido un perímetro de seguridad para impedir el acceso a la zona. En el lugar también se encuentran los bomberos y personal de la prefectura.
Por ahora, el Consejo de Seguridad Nacional desconoce el alcance de esta explosión, según ha asegurado a 20minutos.es. Los dos directores técnicos y la presidenta están reunidos para intentar hablar con el regulador francés para que les informe de los sucedido.
Agustín Alonso, catedrático de tecnología nuclear de la Universidad Politécnica de Madrid, descarta en una entrevista al canal 24 h cualquier tipo de consecuencia grave por esta explosión. Sin embargo, indica que "siempre que hay una explosión puede provocar que se rompan las barreras de contención". Sobre las causas del suceso, Alonso lanza dos posibilidades: "Puede ser un incidente de electricidad, con consecuencias locales. Si la explosión ha afectado a los residuos, entonces las consecuencias podrían ser graves, pero eso todavía se desconoce", aclara.
Una planta de gestión de residuos
El riesgo potencial es muy grandeFrancisco Castejón, coordinador del área antinuclear de Ecologistas en Acción, explica a 20minutos.es el funcionamiento del complejo de Marcoule, una planta construida en 1956: "Se desarrolla nuevo combustible nuclear con mezcla de plutonio (un material radiactivo que, al igual que el uranio, arde a altas temperaturas)".
Castejón opina que, según el origen de esta explosión, no es probable que se produzcan un incidente grave. Sin embargo, apunta a que "estas tecnologías de retroceso son muy peligrosas en sí mismas", ya que "pone en entredicho el programa de reciclado del combustible nuclear gastado", añade.
Para Carlos Bravo, responsable nuclear de Greenpeace España, este accidente es "muy preocupante" por la "gran peligrosidad" de los residuos radiactivos que allí se manejan. Según el experto, la central de Marcoule almacena los residuos de la experimentación militar encaminada a construir la bomba atómica francesa y reactores experimentales como los fénix y los "ungg", de grafito.
"Son reactores rápidos, reproductores, con combustible de plutonio, ligados a la experimentación militar de las que se sabe poco pero que han resultado un fracaso comercial por su peligrosidad", apuntó Bravo.
Aunque reconoció que hay poca información sobre el accidente, Bravo aseguró que su organización está al tanto desde hace tiempo del tipo de trabajo que se desarrolla en Marcoule, involucrada en el desmantelamiento de instalaciones nucleares y en la gestión de residuos.
"El accidente ya ha sucedido, y ahora es muy difícil que sepamos qué va a suceder, pero el riesgo potencial es muy grande, por el gran volumen de residuos de plutonio que proceden de experimentos militares", apuntó.
Francia es el país donde la energía nuclear tiene un mayor peso en términos relativos, ya que sus 58 reactores atómicos en servicio generan en torno al 75% de la electricidad.
Ler:
Primer documento del Grupo de trabajo “Auditoria Deuda de España”.
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