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El miedo a que el incendio de los países periféricos acabe afectando a España está haciendo mella en los clientes de banca privada (patrimonios medios-altos y altos). Las entidades extranjeras están aprovechando ese temor para ofrecer cuentas en Luxemburgo con fiscalidad española para que depositen allí al menos una parte de su dinero y de sus activos financieros "por lo que pueda pasar". Y este mensaje está encontrando eco, porque empieza a notarse cierto movimiento de dinero con esa dirección, según confirman varias fuentes del sector.
Este temor se basa en dos posibilidades muy remotas e improbables, que son que España salga del euro y vuelva a la peseta, o que la banca española sufra una quiebra generalizada en la que sólo estarían garantizados 100.000 euros por cuenta. "Es improbable pero no imposible, nadie creía posible hace unos meses un default de Grecia y ahora se da por hecho", explica un analista.
"Se trata de una acción comercial 'anticorralito'", explica un profesional del sector. "Explotan el miedo a que su patrimonio pierda su valor si se vuelve a la peseta, porque se devaluaría a plomo, y a que haya un corralito que no les permita sacar el dinero si lo necesitan", añade. En todo caso, no se trata de evadir impuestos, ya que se pagan los mismos que si el dinero estuviera en España.
Algunos bancos privados extranjeros que piden anonimato aseguran que ellos no explotan ningún miedo, sino que existe esa demanda en el mercado y se limitan a ofrecer productos para satisfacerla. Las entidades españolas, en cambio, niegan que les esté afectando esta campaña: "Lo que estamos padeciendo es la situación de la bolsa y la incertidumbre económica, no que la gente se lleve el dinero a Luxemburgo", aseguran en un importante banco privado nacional.
"¿Y si llega a pasar?"
No es la primera vez que la banca privada extranjera, en especial la suiza, realiza campañas que juegan con los temores de los inversores españoles. Esta primavera planteó otra dirigida a los clientes de las cajas de ahorros que aprovechaba las dudas sobre su solvencia para atraer los patrimonios depositados en estas entidades.
Una de las fuentes consultadas relata el caso de una persona ya anciana que se ha llevado todo su patrimonio, cercano a 100 millones, a Luxemburgo para tener tranquilidad total. "Aunque lo normal no es eso, sino que la gente se lleve sólo una parte de su patrimonio, de la que poder tirar si al final tuviéramos un corralito en España".
"En todo caso, es un movimiento con lógica. Si tienes 100 millones y resulta que al final nos metemos en un corralito, jamás te perdonarías -y tu familia menos- no haber protegido parte de tu dinero. Es una posibilidad remota, pero el dinero es miedoso y toda cautela es poca", añade otro experto.
Los mismos impuestos que en España
Estas cuentas permiten depositar en Luxemburgo efectivo, acciones, fondos de inversión, derivados, bonos, etc. pero sin evadir impuestos, sino que se pagan en España porque el contribuyentes es residente en nuestro país y Luxemburgo no impone ningún recargo. Lo cual permite, además, beneficiarse de las ventajas del régimen español de traspaso de fondos sin tributar. La única diferencia es que no se practica retención sobre los rendimientos, y es el cliente el que tiene que declarar todas sus ganancias posteriormente.
Existe un coste de movilización del dinero a Luxemburgo, pero es muy reducido gracias a la figura de la 'redomiciliación' de las sicav entre países comunitarios.
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