Bancos desesperados por obtener liquidez, falta total de escrúpulos y
clientes sin suficiente cultura financiera: el mercado actual es
terreno abonado para los trucos bancarios. Hoy nos centraremos en lo que
nos podemos encontrar al ir al banco a por un
depósito a plazo fijo. A continuación,
las 5 tretas más habituales y cómo afrontarlas:
- “¿Cuánto ibas a invertir? ¿20.000? Ah, entonces perfecto. Ese es JUSTO el mínimo para el depósito que te iba a proponer.”
La consigna de los trabajadores del banco es captar el máximo capital
de los clientes. Por eso, si queremos conocer cuál es la mínima
inversión real que permite un depósito, es necesario que preguntemos sin
haber dado antes ninguna cifra.
- “La rentabilidad de nuestros depósitos no es la más alta, pero es que nosotros te garantizamos el 100% del capital.”
Cualquier depósito a plazo fijo de cualquier banco garantiza el 100%
del capital, pero los bancos juegan con que muchos nuevos inversores de
perfil conservador no lo saben. Ante esta frase hay que contestar que no
nos están diciendo nada nuevo y pedir que vayan al grano y nos digan de
qué rentabilidad estamos hablando.
- “Tenemos un depósito muy bueno a 18 meses al 4,5%, sin vinculación”.Muy
bien pero ¿4,5% TAE o 4,5% TIN? La mayoría de veces se trata de un 4,5%
TIN que equivale a un 3,20 %TAE, es decir, que para que parezca que nos
dan más nos están diciendo la rentabilidad total en vez de la anual.
Los depósitos a 18 o 30 meses se prestan a este tipo de juegos por lo
que es en estos casos cuando más necesario será preguntar.
- “También tenemos otro producto que es como un depósito a plazo fijo pero con una rentabilidad más alta, del 5% TAE”.
Eso es que nos están ‘colando’ un fondo de inversión o un bono, 2
propuestas que están proliferando mucho tras el recorte de rentabilidad
en los depósitos que supuso la ley Salgado (ver las nuevas ofertas: . El
peligro es que ninguno de estos productos está garantizado por el Fondo
de Garantía de Depósitos por lo que, si el banco va a pique, nuestro
ahorros habrán desaparecido para siempre del mapa. En esta situación es
recomendable decir algo como: “¿pero esto no es un depósito a plazo
fijo, ¿no?”, para marcar que no estamos tan desnortados. Y en caso de
que la rentabilidad que nos estén ofreciendo sea muy atractiva,
deberíamos preguntar como mínimo si los bonos son convertibles o
subordinados (cosa que no nos beneficiaría en absoluto) o si los fondos
de inversión son garantizados (que garanticen no solo el capital sino
también el interés), lo que podría ser una buena opción.
- “…y para empezar a cobrar solo tienes que abrirte una cuenta corriente”.
Todos los depósitos obligan a abrir una cuenta con el banco, donde nos
abonarán los intereses devengados. La cuestión es si esta cuenta nos va a
salir gratis o nos van a comer las comisiones. El último caso flagrante
que hemos conocido es el Depósito Confianza 15 Ibercaja
al 3,85% TAE, con una comisión en cuenta de 18 € semestrales que
consigue que, al finalizar el depósito después de 11 meses, no solo no
hayamos obtenido rentabilidad sino que hayamos perdido 1 €.
Además,
hay anécdotas para todos los gustos: bancos dependientes del FROB que
te dicen que no vayas a otros bancos que no han pasado el test de estrés
(como si fuera peor que lo suyo), personal que intenta venderte
depósitos combinados o estructurados como si fueran a plazo… De lo que
se trata es de tener claro qué preguntar (ver lista con las
10 preguntas que hacer al banco para conseguir el mejor depósito) y conocer qué se está ofreciendo en el mercado actual (ver
comparador de depósitos) para salir de la oficina habiendo contratado la máxima rentabilidad, sin sorpresas en el horizonte.
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