Egipto ha expresado su "pleno compromiso" a la hora de proteger las misiones diplomáticas en su territorio, al tiempo que ha señalado queaplicará todas las disposiciones incluidas en la Ley de Emergencia, en vigor desde hace 30 años y que prevén medidas policiales y judiciales excepcionales para mantener la seguridad y evitar nuevos incidentes como los registrados este viernes. La derogación de la norma había sido una promesa de la junta militar tras la caída del régimen de Hosni Mubarak.
El ministro de Información Osama Hasan Heikal ha precisado a través de la televisión estatal que el Gobierno "tomará todas las medidas legales para transferir a los detenidos y quienes hayan incitado o participado en los incidentes a un tribunal de emergencia de la Seguridad del Estado".
La Ley de Emergencia, promulgada en 1981 tras el asesinato del ex presidente Anuar al Sadat, es un viejo fantasma de la oposición política egipcia, castigada con detenciones arbitrarias y largos periodos de arresto. Hasan Heikal ha reconocido que las fuerzas de seguridad emplearán todas las medidas necesarias, inclusive el derecho a la defensa propia para preservar la seguridad y estabilidad del país.
La aplicación íntegra de esta legislación también permitirá llevar a juicio ante el denominado Tribunal del Estado de Emergencia a todos aquellos detenidos o implicados por instigar o participar en actos violentos.
El ministro ha recalcado que el saqueo de la legación diplomática es un comportamiento que amenaza al estado egipcio y cuya prevención requiere de decisivas medidas de excepcionalidad.
Como anticipo, militares y policías han reforzado su presencia en los aledaños de la embajada israelí en la capital egipcia. Por su parte, Israel ha manifestado su deseo de que su embajador, Yitzhak Levanon, retorne a El Cairo "pronto", según ha informado un portavoz del primer ministro Benjamin Netanyahu.
"Estamos pidiendo que nuestro embajador regrese pronto y bajo las medidas de seguridad adecuadas", ha señalado Roni Sofer a la radio del Ejército de Israel en declaraciones recogidas por Reuters. Los violentos enfrentamientos que tuvieron lugar la noche del viernes entre agentes y manifestantes dejaron 1.049 heridos, 300 de ellos agentes del orden, y al menos 3 fallecidos.
El primer ministro del Reino Unido, David Cameron, había conminado a las autoridades egipcias a cumplir con su obligación internacional de proteger la sede diplomática, al tiempo que ha urgido a las autoridades del país a "respetar sus responsabilidades bajo la Convención de Ginebra de proteger la propiedad y el personal diplomáticos".
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