- Libertad Digital
España ha vuelto a los grandes titulares de la prensa internacional, de nuevo por su precaria situación económica. El martes negro vivido ayer tiene reflejo en la mayoría de cabeceras del globo, que dedican análisis nada esperanzadores para el futuro de nuestra economía, con el fantasma del rescate revoloteando incesantemente.
El análisis que realiza Simon Nixon en The Wall Street Journal es ya demoledor desde su titular: "España ya no es dueña de su futuro", sentencia. En la información, compara lo ocurrido durante la crisis de vivida ayer y el episodio previo de estrés con el euro, en 2010; y considera que entonces "la actitud era mucho más optimista, porque España poseía los medios y la capacidad para hacer frente a sus propios problemas". Pero ahora la situación es la contraria, según Nixon.
Un año después, nuestro país sigue "intentando demostrar su credibilidad" pero no lo ha logrado. "La pregunta es qué, en todo caso, puede hacer España para salvar la situación", plantea, asegurando que la mayoría de los analistas apuntan que serán necesarios "cincuenta mil millones de capital del Estado". El WSJ considera insuficientes las reformas de Zapatero, y dice claramente que se necesitan "reformas mucho más duras en el mercado laboral" para, entre otras cosas conseguir que las empresas "puedan negociar directamente con sus empleados, porque los pagos de las indemnizaciones españolas siguen siendo altos en comparación con los niveles europeos".
Nixon expone claramente su dictamen: "Es probable que sea demasiado tarde para esperar mucho del gobierno del señor Rodríguez Zapatero" al que considera una "administración saliente". En contraposición, sitúa a Mariano Rajoy y su formación, que observa más esperanzador, al que insta a tomar ejemplo de David Cameron que calmó a los mercados antes de las elecciones generales británicas con sus anuncios. Insta al líder del PP a "establecer una agenda de reformas audaces y a establecer primesas de ponerlas en práctica rápidamente, incluyendo una recapitalización rápida de los bancos y reformas estructurales mucho más duras para impulsar la competitividad". Si sigue el ejemplo del premier británico, "los mercados quizás le den el beneficio de la duda", anticipa.
Pero la esperanza se nubla poco después para Nixon: "El problema es que las elecciones serán en cuatro meses, y hasta ahora no hay ninguna señal de que el señor Rajoy vaya a decir al mercado el mensaje que quiere escuchar, antes de esa fecha", asegura. El vaticinio con el que cierra la información no podía ser más pesimista: "España puede haber perdido el beneficio del tiempo", asegurando que cuando los españoles vayan el 20 de noviembre a las urnas "el destino de España puede haber sido decidido en otros lugares".
En la prensa británica tampoco se encuentran palabras esperanzadoras para España. En The Telegraph, el periodista Ambrose Evans-Pritchard considera que tras la "jornada de tensión" vivida en la jornada de ayer en España e Italia, el futuro es negro. El británico parece casi anticipar la necesidad de un rescate, que considera duro porque la canciller alemana no estará de acuerdo "y no le gusta ser obligada a tomar decisiones", asegura. La hipótesis más optimista, también tiene trampa: "Incluso si la crisis se resuelve, Italia y España podrían tener que pagar significativamente mayores costes de crédito para atraer compradores", asegura.
En Time, mezclan la crisis de deuda con el anuncio del anticipo electoral, y se muestran seguros que un cambio de gobierno contribuirá a suavizar situaciones como la vivida ayer. Para la publicación, España y su economía amenazan con "ir a pique", aseguran, recordando la "robusta economía que Zapatero heredó en abril de 2004" y la "enfermedad" de la que adolece hoy.
Larry Elliot, en The Guardian considera que lo ocurrido ayer es que "los mercados de bonos están parpadeando señales de advertencia acerca de Italia y España", que considera los "miembros más débiles de la moneda única". Además, resalta el hecho de que esta crisis se haya producido en agosto, cuando tradicionalmente "Europa se cierra para los negocios en agosto...a menos que haya una buena razón para que las autoridades deben estar atados a sus escritorios. Este año hay". Elliot anticipa que todo está aún por decidir, y señala la subasta del próximo jueves como una fecha clave e importantísima para el desarrollo de los acontecimientos, y le dice a Zapatero que podrá tener poco más que un fin de semana de vacaciones.
En la prensa francesa las informaciones son algo menos apocalípticas que en el resto de la europea. Le Figaro culpa a los "especuladores" de haber puesto en la picota a "España e Italia, que vuelven al punto de mira" quitándole protagonismo a al "psicodrama estadounidense". El diario parece dar crédito a los desmentidos que se produjeron para descartar un posible rescate, aunque teme que ambos países pudieran quedar exentos de participar en el fondo de rescate para Grecia, dadas sus patentes dificultades. "Es evidente que Italia y España, que ahora tienen que pedir prestado a más del 6% a los mercados, se verán compensados -¿Por quién?- para que puedan prestar a Grecia a un ritmo de 3,5% como ahora se prevé", aseguran. Curiosamente, la información del rotativo galo está acompañada de una fotografía de los 'indignados' en España, con una pancarta en la que se lee: "¡A Bruselas vamos, a por un mundo más humano!".
En Alemania, de momento quien más preocupa es Italia, pero España sigue siendo materia de análisis. El económico Handelsblatt subraya cómo el adelanto electoral, lejos de calmar a los mercados, "ha aumentado la inseguridad". Subraya que no hay nuevas medidas para aumentar la competitividad y que en su lugar, el Gobierno centra "sus esperanzas" en el turismo.
Publicado desde Ubuntu 11.04 para Mac.
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