El 6 de agosto el diario libanés The Daily Star, informó que tres hombres fueron acusados por el Fiscal General Militar de Líbano por contrabando de armas en Siria. “Wasim Tamim, Samir Tamim y Ahmad Qabri fueron acusados por contrabandear armas fuera del país y drogas a través de uno de sus puertos”, informó el periódico.
El breve artículo, que apareció en la página dos de la edición impresa del diario, no entró en más detalles.
El periódico libanés Al-Akhbar, sin embargo, informó detalles omitidos por The Daily Star, el cual tiene vínculos comerciales con el International Herald Tribune y The New York Times.
Según Shand Avedis, quien escribe en el sitio web World Socialist Web Site y citó al diario Al-Akhbar, investigadores del ejército libanés dijeron que ellos revelaron una conexión entre los contrabandistas y el entorno político del ex primer ministro libanés Saad Hariri, quien es respaldado por Estados Unidos y Arabia Saudita.
El alijo de armas consistió en 1.000 rifles de asalto, que estaban destinados para la ciudad de Baniyas en Siria. “Baniyas es una de una serie de ciudades afectadas por las protestas en contra del gobierno de Bashar al-Assad desde el derrocamiento del presidente egipcio Hosni Mubarak. El gobierno sirio ha movilizado el ejército en contra de estas protestas, que han estado concentradas en la mayoría de las regiones sunitas del país, afirmando que estaba tratando de contener a la violenta oposición de movimientos guerrilleros armados", escribe Avedis.
La inteligencia rastreó al grupo de la Alianza del 14 de Marzo, una coalición Sunita-Druso-Cristiana que toma su nombre por la fecha de la Revolución de los Cedros, cuando los libaneses tomaron las calles en Beirut para exigir el fin de la ocupación Siria. El grupo es apoyado por EE.UU., Israel y Arabia Saudita.
"Las recientes operaciones frustradas están todavía bajo investigación, y ha habido información muy significativa recogida de aquellos involucrados que están afiliados con una tendencia prominente en la Alianza del 14 de Marzo. Esta no es la única operación que ellos han llevado a cabo”, informó el periódico Al-Safir el 8 de agosto.
Avedis escribió que la cadena de televisión Al-Manar de Hezbollah informó que los contrabandistas “confesaron dirigir más de 30 operaciones de contrabando de armas desde Marina hasta Baniyas con la asistencia de Mohammad Kabbara, un miembro del bloque parlamentario de Al-Mustaqbal vinculado con la inteligencia saudita. Al-Manar indicó que el centro de operaciones fue la hacienda de Mohammad Kabbara al norte de Líbano, añadiendo que este era también un punto de tránsito de combatientes islamistas (Salafi) que viajan a la ciudad siria de Homs”.
Homs, Idlib y la provincia sureña de Daraa han presenciado algunas de las más grandes manifestaciones en dias recientes en contra del gobierno de Siria. La televisora estatal siria informó que “maleantes armados” han atacado a agentes del orden en el país. A principios de este mes, según la agencia de noticias Ahlut Bayt, grupos armados utilizaron municiones reales y bombas molotov en contra de los departamentos de policía. En junio, la agencia AP informó que 120 fuerzas de seguridad sirios fueron asesinados por hombres armados quienes también incendiaron edificios del gobierno.
Los medios corporativos ha restado importancia a la violencia contra el gobierno, mientras que sensacionalizan la muerte de manifestantes. El ex general francés Jean Rannou ha señalado un ataque de la OTAN a Siria para derrocar el gobierno de Bashar al-Assad, una medida que revela que los esfuerzos encubiertos en contra de Siria no están funcionando.
El viernes, la Secretaria de Estado Hillary Clinton instó a las naciones a “obtener el lado correcto de la historia” y que condenen al gobierno. Ella exigió al mundo que paren de comprar petróleo a Siria, pidiendo en efecto un embargo sobre el país del Medio Oriente.
Los comentarios de Clinton coinciden con noticias de que la Unión Europea extenderá las sanciones en contra de Siria.
El miércoles el Consejo de Seguridad de la ONU advirtió que tomaría acciones para detener al gobierno sirio de “asesinar a sus ciudadanos”. El esfuerzo fue encabezado por Susan Rice, la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas.
(*) Para el Correo del Orinoco
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