| Economía | elmundo.es
Del optimismo a la tormenta en sólo unos minutos. Los mercados han reaccionado con excesiva brusquedad ante la negativa del Banco Central Europeo a comprar títulos de deuda pública española. La prima de riesgo -diferencial entre la rentabilidad de los bonos de deuda a 10 años alemán y español- volvió a superar los 400 puntos básicos, cerrando la cotización en 398. El Ibex, por su parte, perdió un 3,89% al cierre de sesión.
La tónica de caídas se extendió al resto de parqués europeos. Londres, Fráncfort y París se dejaban un 3,2%, 3,5% y 4%, respectivamente. El índice de Italia, otro de los países más castigados por los mercados en las últimas semanas, retrocedía un 3,2%, mientras que su prima de riesgo tocaba los 387 puntos.
Y eso que el BCE parecía que, más que contribuir a la sensación de inestabilidad, podía echar a España el cable que necesita para salir del huracán financiero al que se enfrenta en las últimas semanas. La vicepresidenta Elena Salgado insistía ayer en que el Gobierno ha mantido diversos contactos en las últimas horas con autoridades europeas para lograr salir del atolladero en el que se encuentra sumido el país.
Refiriéndose al Banco Central Europeo y a una hipotética compra de deuda pública española en el mercado secundario -algo que la entidad ya ha hecho con otros países en apuros- la ministra aseguraba que "el organismo haría lo que fuera mejor para los intereses de Europa y de la zona euro".
Así, las miradas quedaban puestas en la comparecencia del presidente del BCE, Jean Claude Trichet, y el posible anuncio de una compra de bonos españoles, algo que sin duda ayudaría a relajar la vertiginosa escalada que vive en las últimas semanas la prima de riesgo española.
La jornada empezaba tranquila, con la relajación de la prima hasta los 370 puntos, frente a los 385 con los que cerró la sesión del miércoles cerró. La buena demanda en la subasta del Tesoro de bonos de deuda a 3 años, aunque a intereses muy altos comparadas con la colocación de junio, contribuyó también a la mejora.
Trichet dejaba entrever en su comparecencia que el BCE volvería al mercado para reducir la situación de inestabilidad en el mercado de deuda con la compra de títulos. Recurriendo a la lógica, todo hacía pensar que esos títulos a los que se refería el dirigente del BCE pertenecían a Italia o España, los dos países que más están sufriendo en las últimas semanas.
Sin embargo, cuando más cundía el optimismo sobre una posible ayuda del banco central, fuentes del mercado confirmaban a Reuters que la deuda que acababa de adquirir el regulador de la política monetaria común pertenecían a Irlanda y Portugal. Nada, de momento, de comprar deuda española e italiana.
Publicado desde Ubuntu 11.04 para Mac.
0 Comentarios
DEJA UN COMENTARIO