Dragó compara el movimiento del 15-M con Hitler, Mussolini y Franco
El escritor llama "memo" a Stéphane Hessel, autor de '¡Indignaos!' en un artículo publicado en 'El Mundo'
PUBLICO.ES
El escritor Fernando Sánchez Dragó publica este viernes un largo artículo en el diario El Mundo en el que, una vez más, hace de la polémica y de la provocación sus señas de identidad. En dicho artículo, Dragó llama "memo" a Stéphane Hessel, el nonagenario autor de ¡Indignaos!, y carga con dureza contra el movimiento del 15-M.
Bajo el título El circo de Sol, Dragó, el mismo que presumió de haber mantenido relaciones con niñas de 13 años o que hace escasos días calificó al dictador Francisco Franco como "un gobernante autoritario, no totalitario", arremete contra Hessel casi desde la primera línea: le acusa de "memo" y de enriquecerse "con un par de libelos en los que sólo hay vaniloquio, azúcar y santurronería". Además, compara ¡Indignaos! con el el Mein Kampf de Hitler, El Libro Rojo de Mao o El Libro Verde de Gadafi.
A medida que avanza el artículo aumenta la intensidad de sus ataques contra los indignados, a los que llama "llorones malcriados". "No se arroguen esos llorones malcriados la representación de la sociedad en su conjunto, careciendo de lo que presumen", escribe. Un poco más adelante afirma que los indignados deben enterarse de que "la libertad es incompatible con la igualdad" y sigue con su retahíla de descalificaciones: "Lo peor de todo es la sarta de dislates que los quejicas nos proponen para arreglar las cosas".
Y termina Dragó con otra descarga: "Los indignados de Sol se parecen a los descamisados de Perón, pero visten, aunque muchos de ellos lo ignoren y sean sólo lo que Togliatti y otros de su colla llamaban "tontos útiles", camisas rojas (las de Stalin), negras (las de Mussolini) pardas (las de Hitler), gris maón (las de Mao) y azul eléctrico (las de Franco)".
Bajo el título El circo de Sol, Dragó, el mismo que presumió de haber mantenido relaciones con niñas de 13 años o que hace escasos días calificó al dictador Francisco Franco como "un gobernante autoritario, no totalitario", arremete contra Hessel casi desde la primera línea: le acusa de "memo" y de enriquecerse "con un par de libelos en los que sólo hay vaniloquio, azúcar y santurronería". Además, compara ¡Indignaos! con el el Mein Kampf de Hitler, El Libro Rojo de Mao o El Libro Verde de Gadafi.
A medida que avanza el artículo aumenta la intensidad de sus ataques contra los indignados, a los que llama "llorones malcriados". "No se arroguen esos llorones malcriados la representación de la sociedad en su conjunto, careciendo de lo que presumen", escribe. Un poco más adelante afirma que los indignados deben enterarse de que "la libertad es incompatible con la igualdad" y sigue con su retahíla de descalificaciones: "Lo peor de todo es la sarta de dislates que los quejicas nos proponen para arreglar las cosas".
Y termina Dragó con otra descarga: "Los indignados de Sol se parecen a los descamisados de Perón, pero visten, aunque muchos de ellos lo ignoren y sean sólo lo que Togliatti y otros de su colla llamaban "tontos útiles", camisas rojas (las de Stalin), negras (las de Mussolini) pardas (las de Hitler), gris maón (las de Mao) y azul eléctrico (las de Franco)".
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