“La crisis griega es una cuestión psicológica, de cambio de sociedad”,Datos macroeconómicos, economía y política

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En el techo de Europa, Austria mira los problemas del Sur de reojo. La tasa de paro del país alpino es cinco veces inferior (4,2%) a la de España, su nivel de deuda (72%) alcanza la mitad que en Grecia y la actividad avanza a un ritmo envidiable (2,4%). “La situación del euro es totalmente desafiante, pero no peor que hace dos años y medio”, considera Thomas Wieser, director general de Economía y Finanzas de Austria.

¿Por qué es menos desafiante la crisis de deuda que el estallido financiero de 2008?
Si recuerda la crisis de Lehman Brothers, la situación fue muy crítica para los gobiernos, los bancos centrales y el sistema. Creo que se afrontó el momento más crítico para las finanzas europeas. Manejamos bien, no perfectamente, pero bien, la forma de recapitalizar los bancos y una variedad de medidas para esquivar la depresión. Por una variedad de razones la crisis financiera mutó a una crisis de deuda, que es más fácil de abordar. Tiene impacto por supuesto en el sector financiero, pero la crisis soberana está claramente delimitada.

Pero ya se ha extendido a tres países rescatados
El mayor desafío es Grecia. Entró en la zona del euro con un déficit mayor que el oficial. Ha perdido competitividad en la última década por un incremento muy fuerte de los precios y salarios. El Gobierno ha abordado el miedo a ese desequilibrio con más dinero público para las empresas y hogares y el déficit no ha hecho más que crecer y crecer. La consecuencia es un colapso de la competitividad, debilidad de las exportaciones y un déficit por cuenta corriente creciente. Con la crisis todo esto hizo boom. Todo es malo en Grecia. En Irlanda es distinto, el colapso vino de unas reglas de supervisión financiera muy laxas y un nivel de endeudamiento privado muy grande. Pero es una economía dinámica y se recuperará. A Portugal, la entrada en el euro le hizo perder competitividad, pero si modifica su regulación y emprende una liberalización de la economía, el déficit puede corregirse. En cambio, Grecia es el país más complejo porque es un asunto sociológico.

¿A qué se refiere con que es un problema sociológico?
Durante décadas, incluso siglos, la actitud de los individuos ha sido contraria a la construcción de la sociedad. Son conscientes de que el Estado es bueno para el ciudadano porque provee servicios y prestaciones, pero luego a nivel individual deciden racionalmente no pagar impuestos. Esta racionalidad individual es una catástrofe para la sociedad. Grecia, durante muchos siglos fue ocupada por fuerzas extranjeras y eso redujo los incentivos de pagar impuestos.

Al mismo tiempo, el Gobierno no es muy consistente en proveer buenos servicios porque mucho dinero se malgasta en la pesada burocracia y el funcionariado. Si yo fuera un funcionario en Grecia querría que toda mi familia lo fuera, el salario no es bueno y el trabajo tampoco, pero tiene todo asegurado. La política griega es muy compleja. Coincido con Papandréu en lo que tiene que hacer, pero la realidad es mucho más difícil que recortar de aquí y subir los impuestos. Es una cuestión psicológica, necesita cambiar la sociedad, la expectativa de la gente.

La Comisión ha prometido que, si Atenas cumple su parte, adelantará fondos estructurales de la UE para dinamizar la economía helena. ¿Cómo ve esta propuesta?
Recortar el déficit no basta para frenar la deuda, Grecia, como otros países, debe crecer a un ritmo del 3%. Eso implica ayuda externa y fondos estructurales, pero también hacer algo productivo con el dinero. No se pueden usar en áreas improductivas. Creo que Irlanda utilizó los fondos estructurales muy bien, España, Portugal, Italia y Grecia menos. El problema de Grecia es que tiene pocos sectores que aporten crecimiento desde las exportaciones. Su principal actividad es el turismo y la flota. En el corto plazo, tiene pocos sectores que exporten valor añadido.

Una vez pase el vendaval de la deuda, ¿ en qué tareas piensa que debe centrase la Unión Europea?
La gran cuestión en la crisis y después de la crisis será el problema del diseño de las políticas. Creo que los mercados están más integrados que las políticas. Quedarnos como estamos no es bueno porque tiende a generar inestabilidad. Necesitamos más Europa e implicar a los actores. Reunir a los sindicatos de todos los países y decirles junto con el BCE y la Comisión cuáles son los retos para el próximo año, cuáles son las diferencias entre la productividad de países, cuáles son las diferencias y qué hay que hacer para corregir los problemas de competitividad. Diseñar las políticas que afectan a la estabilidad, los precios, la productividad y la competitividad de la UE y herramientas para que los estados lo implementen.

"Demasiado buena para caer"
Wieser piensa unos segundos y respira hondo antes de responder a la pregunta clave. ¿Será España la siguiente en la lista de rescates?: “España es demasiado buena para caer”, sentencia. En su opinión, no hay que olvidar el ejemplo del Banco de España en la regulación bancaria y el sistema de provisiones. Eso sí, el pinchazo del ladrillo ha dejado un agujero en el sistema financiero que “no se va resolver en poco tiempo”.

Weiser considera que una buena salida a Bolsa de Bankia “será crucial” para no ver “más situaciones de inestabilidad financiera” en España. A medio plazo, el austriaco confía en que España recupere un crecimiento “más equilibrado” basado en las exportaciones a partir de 2013. Pero reconoce que, “al igual que Austria, España tiene que romper la segmentación laboral”. “Miles de personas llenan edificios esperando a la jubilación, es increíble. La segmentación laboral no se termina con una ley, es algo que necesita pensar en términos de educación, política familiar o movilidad”, reflexiona.

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